Ángel Embil, compositor de la popular canción -casi un himno oficioso de nuestra tierra- «Chalaneru», es uno de los grandes nombres que ha dado la música asturiana a lo largo de su fructífera historia
Recién finalizada la cuadragésima quinta edición de la “Selmana de les Lletres Asturianes” no es mal momento para recordar los vínculos entre la lengua vernácula de Asturias y el Sporting. Evidentemente, no se refiere uno a nivel de hablantes, claro está, sino a vínculos que afectan a lo puramente cultural. La primera de sus referencias tienen que ver con el ansiado ascenso a Primera División de 1944. Al término de la comida celebrada en El Entrego como homenaje a los recién ascendidos, el “prestigioso autor en bable” y fundador, en 1969, de la asociación “Amigos del Bable”, José León Delestal recitó su poema “Oda al escudo” dedicado al Sporting y que el club recibió como regalo en pergamino.
León Delestal fue un reconocido periodista, músico y literato. Artífice máximo del que fuera famoso festival internacional de la canción de Benidorm, de donde salió algún cantante con pasado futbolero, como por ejemplo Julio Iglesias. Hubo algún otro vínculo literario-futbolístico entre Sporting y asturiano. El más notable vino de la mano de Luciano «Chano» Castañón, futbolista nacido en Gijón en 1926 y que estuvo en el primer equipo sportinguista entre 1944 y 1949 (jugando en Primera y Segunda División), después estuvo en el Cádiz y el Real Avilés. Chano Castañón, que hoy tiene una calle dedicada en Gijón, fue autor de numerosas obras, tanto de narrativa como de prosa. También escribió teatro y numerosos ensayos literarios y sobre costumbres asturianas. Fundó y dirigió numerosas revistas, prestando atención a la literatura en asturiano.
Fue él quien rescató, por ejemplo, un poema inédito del siglo XVIII dedicado al conde de Campomanes y que publicaría, años después, la “Academia de la Llingua Asturiana”. Castañón también rescató del olvido otro poema en asturiano, fechado en 1858, y publicado en la prensa avilesina para festejar una visita del rey a la villa asturiana. Chano Castañón corrió a cargo de glosar también las obras de algunos clásicos en asturiano, como la de los poetas Pepín de Pría o Pepín Quevedo (este último editado por el RIDEA).
Otro nombre relevante dentro del movimiento cultural del asturiano es el de Nacho Fonseca. El profesor polesu, alma mater de los coros infantiles “Seliquín” Y “Xentiquina” fue un prometedor futbolista de la cantera rojiblanca, que incluso llegó a disputar en abril de 1974 un partido amistoso con el primer equipo rojiblanco. Fonseca, además, diplomado en Magisterio con la especialidad de Educación Musical, formó parte de los coros que dirigía otro ex jugador rojiblanco, Ángel Embil. Este último, junto con su hermano Estanislao, se inició en el fútbol en el colegio Inmaculada pero pronto pasaron ambos al infantil del Sporting, llegando Estanislao hasta el primer equipo. Los dos hermanos fueron unos reputados músicos, Estanislao Embil fue organista durante décadas de la gijonesa iglesia de San Pedro (y también, puntualmente, de San Lorenzo) y Ángel Embil, compositor de la popular canción -casi un himno oficioso de nuestra tierra- «Chalaneru», es uno de los grandes nombres que ha dado la música asturiana a lo largo de su fructífera historia.
Ya en fecha relativamente reciente, en el año 2008, se grabaron sendas versiones del himno del Sporting en asturiano. Y se hicieron de la mano de dos grandes músicos locales, el gaitero Bras Rodrigo y el guitarrista Alberto Rionda. Fue en el disco titulado “Nunca irás solo” que se editó con la colaboración del grupo Ultra Boys, del diario El Comercio y del propio club. Un par de años después, en el año 2010, el Sporting, incorporó el topónimo Xixón a sus equipaciones, conforme al contrato de patrocinio que tenían firmado con el Ayuntamiento local. Las intenciones municipales era que se lucieran en las camisetas de forma alternativa Gijón y Xixón, pero la L.F.P. no permitió tal cosa y el topónimo en asturiano quedó limitado a los pantalones, mientras que el castellano lucía en las zamarras.
Y, por su puesto, en esta pequeña reseña de los vínculos entre el equipo gijonés y la lengua asturiana no podemos dejar de lado la asturianada “Al Sporting de Xixón”, compuesta en 1970 por Pepe Obaya y que grabó, un par de años más tarde, José Fernández “el Tordín de Frieres”: «Vaya equipazu que tien el Sporting de Xixón/ xuega colos de segunda como’l gatu col ratón/ La selección matemática de Segunda División/ repitelo bien el Dicen, son los once del Xixón./ Castro ye un porterazu de calidá bien probada/ dalguna duda tendra pero la portería, cerrada/Echevarría y Alonso, igual que Herrero primeru/ son defenses fabulosos que valen munchu dineru/ Y Puente y José Manuel, son dos medios colosales/ apodérense del campu y barren a los rivales./ Valdés ye centrocampista y un xugador d’excepción/ nun hai cuatro como él en Primera División./ Herrero segundu ye un xugador mui xenial/ y tien, igual que Churruca, talla internacional./ Marañón y Quini son dos terribles artilleros,/ pesadilles de defenses y terror de los porteros/ Y también Paquito y Florín, Salazar y Lavandera/ Miera, Eraña y de la Fuente son muchachos de Primera…».