«Curiosamente, el Sporting fue el primer equipo de la Primera División española en recibir ambas tarjetas, la de amonestación y la de expulsión»
Las tarjetas aparecieron en el fútbol a raíz de los problemas suscitados en el Mundial de Inglaterra de 1966. En esos tiempos, las amonestaciones de los árbitros eran únicamente verbales y la imposibilidad de comprenderse en los partidos internacionales causó algunos problemas en ese mundial, especialmente con las selecciones chilena, italiana, argentina e inglesa. El colegiado inglés Ken Aston había arbitrado el encuentro entre chilenos e italianos, en el que ambos equipos se habían empleado con una violencia extrema. La imposibilidad del árbitro para comunicar las advertencias de expulsión le había provocado frustración. Se planteó la necesidad de buscar un código de advertencia y sanción y fue a su esposa Hilda a quien se le ocurrió la idea de usar dos tarjetas de colores, una amarilla y otra roja, para esas sanciones. Ken Aston llevó la propuesta al Comité Internacional de Árbitros de la F.I.F.A., acompañando las tarjetas que su esposa había hecho, y allí fue inmediatamente aprobada la propuesta, comenzando a usarse desde el partido inaugural del Mundial de México de 1970. A España no llegaría hasta unos meses más tarde. El 15 de enero de 1971 la F.E.F. aprobaría usar la tarjeta blanca para sancionar la advertencia de expulsión y la tarjeta roja para la expulsión inmediata. Se eligió el color blanco al considerar que sería más visible para las televisiones, por aquellos entonces solo en blanco y negro. También hay quien sostiene que la tarjeta blanca española vino dada por un simple error, una confusión de colores, del entonces secretario de la F:E.F., Andrés Ramírez. En cualquier caso, un lustro después, al inicio de la temporada 1975-76, la tarjeta blanca sería sustituida definitivamente por la amarilla.
Curiosamente, el Sporting fue el primer equipo de la Primera División española en recibir ambas, la de amonestación y la de expulsión. La primera sucedió el 24 de enero de 1971, en la disputa de la Jornada 19, en el campo de Sarrià durante la disputa de un R.C.D.Espanyol – Real Sporting de Gijón que terminó con derrota rojiblanca por 2 a 0. El árbitro de la máxima categoría del fútbol español que se echó la mano al bolsillo para sacar una tarjeta, blanca en este caso, fue el colegiado mallorquín Balaguer García, que lo hizo para amonestar, ni más ni menos, que a Enrique Castro “Quini” y lo hizo por protestarle una falta que no había señalado. Fue la primera de las catorce tarjetas que recibió Quini a lo largo de sus diecinueve años como futbolista profesional y una única roja, que le sacó Jacinto de Sosa, el mismo colegiado que expulsó a Pepe Ortiz cuando era delegado del Sporting, la única vez también en su larga carrera. Y, como decíamos, la primera de las tarjetas rojas del fútbol español recayó igualmente en un futbolista del Sporting. Fue en 1970, en un partido contra el Celta en Vigo, Lavandera recibió el estreno de la primera cartulina de expulsión: “me enzarcé con un jugador del Celta que se llamaba Hidalgo y el árbitro, Orrantia Capelastegui no expulsó a los dos, pero a mi me sacó la tarjeta primero”, recuerda el asturiano.