Siempre digo que los estudios me llenaron más la mochila personal que la laboral pero ¡qué demonios! Si todo está relacionado.
Antes no contaba las buenas acciones que hacía porque lo sentía cómo un vacile que quitaba mérito a la buena acción. Sin embargo hace algún tiempo que recapacité y pensé que si contando lo que hacía podía servir de ejemplo para una sola persona habría merecido la pena.
Hay varias premisas que siempre tengo presentes. Que todo está relacionado. Y todo pasa por algo y para algo.
Estudié Arte Dramático en la ESAD de aquí de Asturias. Siempre digo que los estudios me llenaron más la mochila personal que la laboral pero ¡qué demonios! Si todo está relacionado.
Veo el teatro como un canal de comunicación, de educación. A través de él podemos contar el mensaje que queramos. Por ejemplo… un mensaje solidario.
Me flipa la producción y soy una trabajohólica cómo me dijo una vez mi querida Patricia Rodríguez. Pero la Carmela actriz me salva la vida porque cuando piso el escenario olvido todo y entro en una suerte de meditación que no tiene precio, bueno sí que lo tiene porque es mi trabajo y tienen que pagármelo aunque me guste ¡A ver qué va a ser esto! Cómo si las emprendedoras teatreras no pagásemos alquileres, autónomos o impuestos.
Y retomando el primer párrafo y hablando de dinero… mi último espectáculo Smile es solidario porque parte de la recaudación se la dono a distintas organizaciones que trabajan por los derechos humanos sobre todo de la primera infancia (Acnur, Fundación Pondera y Clowntigo) y sobre todo en crisis humanitarias cómo la que estamos viviendo. Smile estuvo con Afganistán, con Gaza y ahora con Ucrania.
Y hoy, día internacional de la mujer trabajadora, cogeré una furgo y pasaré la tarde dando viajes con comida y material para Ucrania. Esto no es un vacile, es un intento de hacer crecer la cadena de las buenas acciones.
NO A LA GUERRA
SÍ A LA PAZ
SÍ AL TEATRO
VAYAN AL TEATRO.
Y ojalá os salve cómo a mi.
¡Gracias!
Carmela Romero es actriz, productora y distribuidora de Artes Escénicas