El que es uno de los fondos artísticos más importantes del mundo vuelve al icónico espacio avilesino a través de una muestra comisariada por Alicia Vallina, y que recoge obras de distintos artistas asturianos desde el siglo XIX hasta la actualidad
Ha existido en Asturias, y aún lo hay, un potencial artístico que, en demasiadas ocasiones, parece haber pasado desapercibido para el aficionado autóctono. Ya se hable de su vertiente pictórica, escultórica, musical o de cualquier otra índole, el arte constituye uno de los elementos más profundamente determinantes del ADN de una región que es, en la práctica, hogar de obras y autores de una calidad difícil de cuestionar. A lo largo de su dilatada vida el empresario y filántropo llanisco afincado en México Juan Antonio Pérez Simón ha asumido la labor de atesorar, preservar y divulgar buena parte de ese bagaje. Y ahora varias de esas piezas regresan al que es uno de sus ‘hogares’ predilectos en el Principado: la Casa de Cultura de Avilés, que hasta el mes de septiembre albergará, por tercera vez, parte de la conocida como Colección Pérez Simón. Toda una oportunidad para bucear aún más en este impresionante fondo artístico, considerado uno de lo más importantes del mundo, y al que es posible aproximarse de la mano del Canal Prestosu de Caja Rural de Asturias.
La muestra, comisariada por Alicia Vallina, la conforman catorce pinturas y seis esculturas que pueden fecharse entre el siglo XIX y la actualidad. En el plano pictórico, las obras escogidas ostentan firmas de probado prestigio, comenzando por Darío de Regollos y continuando con creadores de la talla de Paulino Vicente, Evaristo Valle o Mariano Moré. No obstante, la faceta escultórica de esta exposición está lejos de quedarse atrás. Su contenido, mayoritariamente hecho en bronce pulido, es fruto del talento de grandes nombres asturianos, como Sebastián Miranda, Fernando Suárez o Amado González Hevia, ‘Favila’, íntimamente ligado a Avilés. De hecho, a juicio de Vallina, y tal como explica a la presentadora Juncal Herrero, esta muestra no sólo confirma aún más «el afán de colaboración demostrado por Pérez Simón»; también es, a todas luces, un «buen síntoma de la vida cultural avilesina, y de la suerte que tenemos en esta ciudad».
Toda una experiencia para los sentidos que no conviene perderse.