El temor a posibles ataques de Hamás y el reconocimiento del Estado palestino por el Gobierno de España han motivado la decisión de la compañía hebrea; el Ayuntamiento ya está buscando otro patrocinador
Como un raquetazo en todo el rostro. Así ha caído esta mañana sobre Gijón el anuncio de la empresa israelí Watergen, organizadora del Torneo ATP250, de que, finalmente, no organizará la gran cita del tenis internacional en la ciudad asturiana, prevista del 3 al 9 de noviembre. Según ha comunicado esta mañana el concejal de Deportes, Jorge Pañeda, la compañía hebrea trasladó al Consistorio hace dos semana su voluntad de renunciar a dicho compromiso, alegando tanto el temor a posibles ataques terroristas por parte de la organización palestina Hamás, como el descontento por el reciente reconocimiento del Estado de Palestina por parte del Gobierno español. Pañeda, por su parte, ha confirmado que el Ayuntamiento gijonés ya está negociando un patrocinador alternativo, y que se pondrá en contacto con el Principado para coordinar los siguientes pasos a dar.
En la comunicación enviada por sus directivos, Watergen insiste en que en su decisión han cobrado especial peso las amenazas de Hamás a eventos internacionales en los que participe Israel, como ya sucedió con la pasada edición del Festival de Eurovisión. A tal punto llegó el temor a un boicot o a un asalto violento en aquellos días, que la delegación israelí tuvo que contar con seguridad privada propia, y se alojó en hoteles distintos a los inicialmente previstos. A juicio de la empresa hebrea, ni ella misma, ni los tenistas participantes quieren verse en semejante tesitura. Pero los argumentos no terminan ahí; en Watergen están decididos a no verse salpicados por un conflicto diplomático entre España e Israel que acabe afectando a sus legítimos intereses de negocio.
Una posibilidad sobre la que se tenía «alguna sospecha»
A lo largo de estos quince días Pañeda y su equipo han tratado de convencer a los israelíes de cambiar de idea y regresar a la senda original, aunque sin éxito. Por ello, el esfuerzo se ha trasladado ahora a encontrar alternativas que garanticen la celebración del torneo. «No arrojamos la toalla», ha asegurado esta mañana el edil, quien, no obstante, no ha querido desvelar aún que opciones existen. Ahora bien, los tiempos son escuetos; este problema debería estar solucionado, a más tardar, en los primeros días del mes de julio, aunque el optimismo se mantiene elevado. La dosis de realismo técnico la ha proporcionado el presidente de la Federación de Tenis del Principado, Fernando Castaño, incidiendo en que, en este momento, «hay un 50% de posibilidades de que se pueda seguir adelante» con el ATP250. Para ello, el presupuesto municipal disponible ronda el millón de euros, la mitad del desembolso total que el evento exigirá; de no llegar a celebrarse, para Gijón no supondría pérdida económica alguna, aunque sí la desaparición de un más que posible foco de ganancia.
Pañeda, concejal del PP, ha aprovechado su comparecencia para lanzar un dardo al presidente de España, Pedro Sánchez, y al reconocimiento del Estado palestino. A ese respecto, el edil ha llamado la atención sobre que esta situación viene a demostrar que «la toma de decisiones arbitrarias con asuntos de tanto calado internacional como este tan sólo por intereses meramente electoralistas tiene consecuencias a nivel local, y acaba perjudicando proyectos tan importantes para esta ciudad como éste». Por su parte, Castaño ha optado por desmarcarse de críticas políticas, aunque sí ha admitido que en la Federación albergaban «alguna sospecha» de que esto podía pasar; sobremanera, tras el anuncio de Sánchez y los sucesos en torno a Eurovisión. Para él, la fecha del torneo de Wimbledon sería el límite para decidir si se puede seguir adelante. Y, fundamental, será preciso contar con la disposición favorable de los jugadores.