Barbón destaca los 2,8 millones de visitantes registrados en 2024 y la evolución del modelo turístico asturiano
La celebración del 40 aniversario de la marca turística ‘Asturias Paraíso Natural’, uno de los grandes emblemas de identidad del Principado, reunió ayer en el Teatro de La Laboral de Gijón a más de 600 personas en una gala marcada por el reconocimiento al sector y por un anuncio de futuro: la creación, a partir de 2026, de unos galardones anuales destinados al ámbito turístico.
La vicepresidenta del Gobierno asturiano y consejera de Presidencia, Reto Demográfico, Igualdad y Turismo, Gimena Llamedo, fue la encargada de comunicar esta medida, concebida para “reconocer todo el talento y esfuerzo colectivo del sector, motor económico de Asturias”. Llamedo destacó que estos premios nacerán con el objetivo de visibilizar el peso que el turismo ha adquirido en la comunidad y de fortalecer un modelo que, según apuntó, “ha crecido con la cabeza, sí, pero también con el corazón”.
Durante su intervención, la vicepresidenta recordó que la creación de la marca en 1985 fue fruto de una visión adelantada a su tiempo, impulsada por quienes tuvieron “el valor de pensar que el turismo podía ser una puerta de futuro para Asturias”. A su juicio, aquel lema se ha transformado en un símbolo que “forma parte de nuestra identidad colectiva” y que sigue emocionando tanto dentro como fuera de la región.
“Ya sea en una mochila en México, en una foto en Bruselas, en una pegatina en Buenos Aires o en los autobuses vinilados de llaneza que recorrieron el mundo”, enumeró, “el símbolo de Asturias Paraíso Natural hace que nos reconozcamos incluso a miles de kilómetros”.
Llamedo dedicó también unas palabras de agradecimiento a quienes apostaron por el turismo cuando apenas comenzaba a despuntar. “Gracias a quienes abristeis una casa rural cuando nadie hablaba de turismo rural; a quienes levantasteis un hotel, un chigre, un camping o una empresa de turismo activo”, dijo. Insistió en que el modelo asturiano ha sabido convertir la economía, la cultura, la sidra, los senderos, las fiestas y el patrimonio industrial en “razones para visitarnos y para volver”, subrayando que “quien prueba Asturias, vuelve”.
Reconocimientos en una gala histórica
El evento sirvió también para rendir homenaje a las figuras que hicieron posible el nacimiento de la marca. El Gobierno del Principado reconoció al expresidente Pedro de Silva, al exconsejero Pedro Piñera y al exdirector general Tomás Flórez, impulsores de aquel eslogan que, cuatro décadas después, continúa siendo una herramienta estratégica de promoción exterior.
Además, se entregaron varios galardones con motivo del aniversario:
- Premio empresarial: Crivencar–Tierra Astur.
- Premio al ámbito asociativo: Otea.
- Reconocimiento a la creación de recursos turísticos: el Descenso del Sella y la Escuela Asturiana de Piragüismo.
- Premio de imagen y comunicación: el fotógrafo Juan Arrojo.
Barbón: «Un modelo turístico valiente y diferente»
El presidente del Principado, Adrián Barbón, participó también en la gala, donde recordó el contexto social y económico en el que nació la marca, “un momento de enorme complejidad, en plena reconversión industrial, cuando Asturias parecía atrapada en un túnel sin fin”.
Barbón valoró la apuesta política realizada en 1985, “radicalmente distinta al modelo de turismo masificado que estaba de moda entonces”. Aquella decisión, sostuvo, supo mirar hacia dentro y reconocer en el territorio aquello que empezaba a escasear fuera. El presidente destacó también el papel de Arcadi Moradell, diseñador del logotipo y nombrado este año hijo adoptivo de Asturias.
El jefe del Ejecutivo puso en valor la consolidación del turismo en la región, recordando que el año pasado se alcanzaron los 2,8 millones de visitantes, una cifra que confirma al sector como uno de los pilares de la economía asturiana. “Genera empleo, cohesiona el territorio y nos ayuda a financiar el estado del bienestar. Hace tiempo que dejó de ser una actividad complementaria para convertirse en un sólido pilar de desarrollo”, afirmó.
Barbón insistió en que el éxito acumulado es fruto de una estrategia compartida. “No ha sido un logro exclusivo del Gobierno del Principado”, señaló, “sino el resultado de un trabajo definido y consensuado con el sector, que ha dado frutos inimaginables hace apenas unos años”.
La mirada hacia los orígenes
Uno de los momentos más emotivos de la gala llegó con la intervención de Pedro de Silva, quien recordó cómo era Asturias en los años previos al lanzamiento de la marca. “Asturias estaba todavía muy lejos de ser un paraíso natural”, afirmó. Describió los ríos Nalón y Caudal, cuyas aguas bajaban “negras y sin vida”, la atmósfera contaminada y un medio rural que carecía de servicios básicos. “La oferta hotelera era débil y el turismo rural prácticamente inexistente”, añadió.
Pese a ello, De Silva defendió que ‘Asturias, paraíso natural’ fue desde el principio un brillante mensaje publicitario, convertido con el tiempo en el eje de un proyecto de cambio que ya estaba en marcha. En un gesto simbólico, quiso rendir homenaje a “la primera persona que, por su cuenta y riesgo, imprimió una camiseta con la marca”, cuya identidad sigue siendo desconocida.
El expresidente cerró su intervención con una reflexión sobre el valor del trabajo colectivo. “Asturias es mágica”, dijo, “pero nada se construye con una varita mágica. No se construye nada con un tuit seguido de un me gusta; de ahí no sale nada real”.



















