La exposición ‘Un Continuo Elástico: caucho, género y poder’ se puede visitar en el Centro de Arte desde el mes de diciembre
Una «mala hierba» sirve para comprender el viaje de la industrialización que ha enraizado desde sus inicios históricos la forma de conformar vínculos sociales, la relación del hombre con el medio, las dinámicas de poder y cierta estructura de género. Bajo esta premisa el Centro de Arte de La Laboral presenta ‘Un Continuo Elástico: caucho, género y poder’, una exposición llevada a cabo por la artista Bethan Hughes en colaboración con el artista y productor de sonido mierense, Diego Flórez. La muestra está disponible desde el 1 de diciembre y hasta el 5 de mayo.
En este proyecto, la artista de Manchester con base en Berlín explora cómo el caucho, una sustancia orgánica «ligada al surgimiento del capitalismo, el imperialismo y la modernidad, encarna las formas en la que los humanos y los no humanos están íntimamente entrelazados con el complejo militar-industrial». ‘Un Continuo Elástico’ narra la historia de ‘Kok Saghyz’ (la planta que contiene caucho, más conocida como kazach o diente de león ruso) desde la perspectiva de las mujeres cuyo trabajo estaba y está relacionado con su cultivo y explotación. Hughes recorre el viaje de esta humilde «mala hierba» desde las montañas de Tien Shan en Kazajstán, hasta las granjas colectivas de la Unión Soviética, los invernaderos de Auschwitz y los laboratorios de las multinacionales del neumático en Europa. ¿Cómo encarna este viaje de industrialización los vínculos flexibles que unen a las personas, las plantas, la política y el poder?
La instalación gira en torno a un vídeo monocanal construido a partir de fragmentos de películas de archivo junto con imágenes contemporáneas de Kazajistán, Holanda y Alemania. El ‘continuo elástico’ también desborda la pantalla para tomar la forma de una serie de esculturas de vidrio, caucho y acero que actúan como instrumentos. Por último, el proyecto presenta además una publicación con una ilustración de Tessa Curran y un texto escrito por Cristina Ramos que analiza las conexiones entre las personas y las plantas, y cómo llegan a enredarse y objetivarse en las maquinaciones de la política, la guerra y el comercio.