ENTREVISTA CON EMILIO LÓPEZ PALACIO, EMPRESARIO GIJONÉS Y FUNDADOR DE PANADERÍAS PANRÍS
«Nuestras tiendas son como escenarios, teatros, en los que la gente vive buenos momentos»
«Si las circunstancias son malas y reducimos los márgenes, las instituciones públicas deberían echarnos una mano y bajar impuestos»
Empezó en un pequeño bajo de la calle del Río Sella, en Contrueces, y hoy su marca ya es toda una referencia en Gijón y Asturias. Emilio López Palacio (Gijón, 1988) es el creador y CEO de Panrís, un negocio que cuenta actualmente con 14 panaderías y una plantilla de 44 trabajadores. Desde su nueva sede de Bobes, en Siero, López Palacio dirige una empresa en la que “siempre tienes que seguir aprendiendo”, y con la que sueña llegar a abrir una tienda en París, “la inspiración original de todo este proyecto”.
Vivimos tiempos de incertidumbre económica a todos los niveles, ¿cuál es la situación actual del sector del pan en Asturias?
La tendencia es que no hay mano de obra cualificada. Hay muy pocas escuelas de panaderos y las que hay no tienen mucha demanda. Todavía hay quien sigue haciendo pan de manera tradicional en Asturias, como hace 50 años. Este trabajo artesanal es insostenible: no es ni escalable, ni puede durar en el tiempo. Este método va a desaparecer. Las personas que lo hacen condenan su tiempo libre, su vida, todo. La panadería tradicional es un negocio que requiere de todo lo que hoy la gente no está dispuesta a renunciar. Hace poco me decía un panadero: “No pude ir a la boda de mi hijo porque tengo que estar en el horno”. Son cosas que no me entran en la cabeza.
Nosotros tenemos proveedores que trabajan de forma híbrida. Tienen el conocimiento necesario sobre cómo se debe tratar la masa, pero también aplican una mecanización en el proceso. Profesionales como Miguel Puchal, con el que trabajamos, saben todo lo que necesita un pan de calidad pero también aplican procesos semi-industriales que les permiten tener vida.
¿Cómo ha sido la evolución de Panrís desde que comenzó con el negocio hasta hoy?
Al principio la sede era un pequeño bajo en la calle del Río Sella, en Contrueces. Solo vendíamos pan y bollería. Al ir creciendo, fuimos invirtiendo en diferentes líneas de negocio: productos salados, zumos, cafés, productos envasados… Nos dimos cuenta de que nuestras tiendas debían ser más globales y dar soluciones más allá de las barras de pan. Luego nos mudamos a un polígono de Gijón, pero nuestros equipos de gestión crecieron y tuvimos que dejar la nave. Acabamos de estrenar centro logístico en Bobes (Siero), justo enfrente de Amazon, donde parece que va a estar el futuro de Asturias. Hoy contamos con 14 establecimientos, 44 empleados y más de doscientas referencias de producto disponibles.
«Nuestro objetivo es traer a Asturias productos y tendencias que no se conocen, pero respetando los gustos locales»
Panrís está en Gijón, Avilés, Langreo y desde hace un año, en Oviedo. ¿Qué es lo que diferencia a sus tiendas?
Panrís es una marca global con vocación no solo para Asturias, sino también para el resto de España y otros países. Nuestro sueño sería abrir una tienda en París, ciudad a la que debemos esa inspiración original que ha motivado el proyecto. Es ese plus de elegancia y de disfrutar la experiencia lo que no te encuentras en otras panaderías. Nadie trabaja la tematización de los negocios como nosotros. Para nosotros, nuestras tiendas son como escenarios, teatros, en los que la gente vive buenos momentos.
Ese énfasis en la escenografía y el interiorismo le viene de formación.
Soy arquitecto y precisamente Panrís surgió por esa falta de oportunidades en el sector. Mi vida laboral en Madrid y en Gijón era muy precaria. Vi claro que debía hacer otras cosas. En mi familia hay una importante tradición de negocios de comidas en la Feria de Muestras, y justo el verano en el que no tenía trabajo me dediqué a ayudar a mis padres y darle una vuelta a lo que hacían. Uno de estos negocios era un pequeño espacio de minibollería llamado ‘Le Parisien’, ese fue el germen de Panrís. Cuando terminó la Feria vimos que había sido una muy buena experiencia y que muchos usuarios nos preguntaban si teníamos sede fija en Gijón. Eso fue en agosto y en octubre ya abrimos nuestra primera tienda. Al estar el nombre ‘Le Parisien’ registrado, intentamos buscar un nombre relacionado que mantuviera la esencia de París, y de ahí, Panrís. Es un concepto que la gente entiende muy bien: lo ven y les gusta.
Viene de familia de emprendedores, ¿cómo le han ayudado en el proceso de desarrollo de la empresa?
Siempre he tenido mucho apoyo de ellos. Mi empresa supone un cambio en el modelo de negocio al que ellos estaban acostumbrados. La tradición familiar, ligada a la Feria, obligaba a una gestión casi inmediata de los negocios. Todos sabemos que cuando llueve va menos gente y no tienes margen de maniobra. Panrís es una empresa para todo el año, que puede tener picos pero en la que tienes mucho más control que una empresa esporádica. Se puede planificar mucho mejor y en eso estamos, en que nuestros clientes se encuentren cosas diferentes cada vez que van a la tienda. Para ello, dedico mucho tiempo en viajes para visitar fábricas, obradores y ferias profesionales, en España y en el extranjero. Nuestro objetivo es traer a Asturias productos y tendencias que no se conocen pero respetando los gustos locales. Tenemos casadielles y marañueles, sí, pero siempre buscamos ir más allá e innovar. El cliente premia ese esfuerzo y lo valora. Uno de nuestros grandes logros es la fidelización, saber dirigirse a los clientes y sorprenderles cada día.
¿Cómo es el cliente gijonés?
Es un público muy abierto, con ganas de probar cosas nuevas. En los barrios tenemos una relación estupenda con todos los vecinos. Conocemos a nuestros clientes por sus nombres y apellidos. Nuestros trabajadores tienen una relación muy personal con ellos. La baza es apostar por una rotación baja y por que los trabajadores se queden muchos años en la empresa, eso genera muchas relaciones de confianza. Hemos tenido muy buena acogida en Gijón, Avilés, Langreo y recientemente en Oviedo, nuestra última tienda.
Destaca la importancia de las relaciones laborales a largo plazo.
En Panrís creamos trabajo estable. La reforma laboral, de hecho, no nos afectó en absoluto. Formamos a la gente y queremos retener el talento. Yo creo que los contratos puntuales tienen las patas muy cortas, y generan un estrés lógico en la persona, que la descentra. Queremos que se olviden de eso, tengan tranquilidad y se centren en hacer su trabajo lo mejor posible.
¿Cómo es su día a día al frente de la nave?
Afortunadamente, tenemos un equipo muy completo. Yo me encargo de la parte estratégica: planificar el Panrís de dentro de cinco años. En la empresa somos muy flexibles, pero la mayor carga de trabajo se concentra por la mañana. En la central se toman las decisiones entre los diferentes departamentos, capitaneados por mi compañera Vanesa Arias, que dirige a nuestros equipos de tiendas y se encarga de que la rueda del día a día siga girando.
¿Qué ha aprendido a nivel personal de todo este proceso de emprendimiento?
Cuanto más sabes de algo, menos sabes. Crees que puedes sacar soluciones o adelantarte a los imprevistos, pero siempre algo te demuestra que debes seguir aprendiendo. Es una relación de prueba y error. Y hay que buscar la mejora constante. Hoy estás bien pero mañana no sabes cómo estarás. Debemos estar por delante, adaptarnos y maniobrar. En el mundo en el que vivimos hay muchos cambios, pero en Panrís sabemos adaptarnos a la incertidumbre.
¿Cómo valora el ecosistema emprendedor en Asturias?
Tengo que decir que no tenemos apoyo de ningún tipo por parte de nadie. Esto es la ley de la jungla y cada uno tenemos que buscarnos la vida. Para la Administración, a final de trimestre se paga y otra vez a reiniciar de cero. Si las circunstancias son malas y reducimos los márgenes, las instituciones públicas deberían echarnos una mano y bajar impuestos. Al igual que nosotros estamos buscando constantemente soluciones para seguir abiertos, el Gobierno tendría que hacer lo mismo
¿Ha tenido muchas trabas burocráticas?
Hemos tenido trabas de todo tipo: de la consejería de Industria, Ayuntamiento de Gijón, Oviedo, Langreo y Avilés. Este último nos sigue cobrando una tasa por poner los toldos de 300 euros que ya hemos pagado y que siguen reclamando con recargo. Pero vamos a ver, ¡que tenéis que poner facilidades! Quien quiera emprender que lo haga, pero que no cuente con el apoyo de nadie y menos de la Administración pública. Es algo que no sale en prensa y redes sociales. Lo que salen son noticias de la lluvia de millones que vienen de Europa. Pero poco se habla de lo que estamos pagando por la luz o el gas. Nosotros tenemos un desvío de 13.000 euros al mes en la luz. Hasta que no sufres tú estos problemas con tu propio dinero, no te das cuenta de lo que estamos pasando. Nos están engañando a todos. Entiendo que alguien no vaya a jugarse su patrimonio con este panorama tan incierto. Somos una marca consolidada, pero si tengo que echar la vista atrás, no volvería a emprender.
«Lo más difícil de este negocio es encontrar el equilibrio calidad-precio»
¿Cuáles son los productos que más se venden en el verano?
Los mini bollos preñaos de chorizo tienen muchísimo éxito, así como la empanada gallega. En cuanto al pan, el favorito es el de León, amasado en un obrador tradicional en Astorga. Tiene el sabor de antes pero hecho también usando tecnología actual. Ahora nos están demandando muchos productos de masa madre. Este lunes introdujimos una batería de hogazas de distintos sabores y composiciones. La innovación no para.
¿Qué es lo más difícil de este negocio?
Encontrar el equilibrio calidad-precio. Hay pocos productos de una calidad buena a precio razonable. Hay muchos productos que nos encantan y nos gustaría incluirlos en nuestro tiendas, pero por precio se hace inviable.
¿Qué planes tienen a corto y medio plazo?
Queremos implementar un servicio a domicilio. Ya hicimos pruebas de desayunos y en Glovo pero queremos hacer un delivery propio en Gijón y Oviedo, a particulares y empresas. También nos gustaría que para final de año pudiésemos abrir una nueva tienda en Oviedo, una plaza que nos encanta. La tienda que tenemos allí en la calle de Gil de Jaz, muy cuidada en diseño decoración, ha sido un precedente que nos gustaría replicar en otras tiendas de Gijón, por lo que reformaremos un par de ella próximamente.
Apostáis ahora también por comercializar productos artesanales asturianos.
Así es. Estamos implementando productos asturianos de obradores especializados que también tienen mucho éxito entre locales y los turistas. Los envasamos en unos frascos muy chulos que son reutilizables y están gustando mucho. Son proyectos que nos llevan muchas horas de desarrollo pero luego son muy diferenciadores y nos permiten seguir sorprendiendo a nuestros clientes día a día.
No estaría de mas también, para hacer un paralelismo,entrevistar a uno de sus trabajadores, a ver que opina sobre su sueldo, horas de trabajo,condiciones laborales etc…porque ahí está el meollo de la cuestión de estas marcas que crecen tan rápido. Muchas tiendas y pocos trabajadores.Hay muy pocos profesionales que quieran aprender en las escuelas, dice. Quizás sea un caso como la hostelería,poco sueldo y muchas horas. Luego a llorar porque no hay trabajadores.