El Ayuntamiento se declara satisfecho con el «éxito» que la experiencia piloto del año pasado en Deva cosechó, razón por la que se ha planteado esta ampliación

Con marzo mediado, la primavera en ciernes y el verano cada vez más cerca, la perspectiva de disfrutar de las icónicas fiestas de prao, una de las señal de identidad del estío asturiano, comienza a abrirse paso entre los gijoneses. Y esta misma mañana la alcaldesa de la ciudad, Carmen Moriyón, ha presentado el Plan de Servicios Especiales que la Empresa Municipal de Transporte Urbano (EMTUSA) desarrollará con motivo de tales celebraciones parroquiales. Un documento guía que dará continuidad al proyecto piloto iniciado en 2024, y que este año incluirá cinco parroquias; así, además de Deva en agosto, habrá autobuses especiales a las fiestas de Cabueñes (13 y 14 de junio), Mareo (23 de junio), Castiello (27 y 28 de junio) y a La Camocha.
«Creíamos en esta idea», ha resaltado Moriyón, apuntando que, en el caso de las fiestas de prao, contar con un servicio público de transporte «es una cuestión de seguridad». Eso, por lo que respecta a los usuarios, aunque la regidora también ha afirmado que los conductores de EMTUSA quedaron «contentos» el pasado año. De ahí que Moriyón haya llamado al civismo para poder dar continuidad al servicio especial; por ejemplo, no dejando aparcado mal el coche, ya que «puede ser el colapso e implicar que el autobús no pase».
La alcaldesa no ha estado sola esta mañana. A su lado se han posicionado la edil de Seguridad Ciudadana y Emergencias, Nuria Bravo, y su homólogo de Tráfico, Movilidad y Transporte Público, Pelayo Barcia. A juicio de este último, plan piloto de 2024 fue «un éxito» y tuvo «mucha demanda». De ahí que en este año hayan decidido ampliarlo. En el caso de La Camocha, Barcia ha explicado que, si bien no es una fiesta de tanta afluencia, ya tiene una línea de ‘bnúho’ y EMTUSA está en disposición de incrementar el servicio.
La idea, según el concejal, es que todas las líneas presten servicio a la ida entre las 22 y las 23 horas, o hasta la medianoche, y de vuelta, entre las 2 y las 4 horas. Finalmente, Barcia ha recalcado que cada fiesta tendrá su peculiaridad, y ha agregado que la frecuencia del servicio irá «un poco a demanda», a medida que se vayan llenando los autobuses.