Desde la empresa municipal, al igual que en propio Ayuntamiento, recuerdan que no cumplir con los objetivos marcados por la Unión Europea podría suponer una multa de un millón de euros anuales
La Empresa Municipal de Servicios de Medio Ambiente Urbano de Gijón (EMULSA) ha comenzado a ejecutar una campaña de información y sensibilización a la ciudadanía sobre la recogida separada de residuos orgánicos y bioresiduos y destinados al reciclaje en electricidad y compost. Tal como han aclarado, esta campaña se basa en acciones de publicidad en los medios locales de comunicación y cuenta con un presupuesto de 55.000 euros financiados por los fondos comunitarios Next Generation del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR). Así mismo, se apoya en la imagen gráfica que desde hace ocho años vienen utilizando EMULSA en las distintas campañas informativas que se desarrollaron acompañando a la instalación de los contenedores de tapa marrón destinados a los residuos orgánicos.
El diseño pretende llamar la atención de los gijoneses para que separen los residuos que se generan en las cocinas y los depositen en los contenedores marrones, utilizando la tarjeta Ciudadana para evitar el depósito de otros residuos que impedirían su reciclaje, y aclarando dudas sobre qué tipo de residuos se consideran orgánicos. Además, coincide en el tiempo con los trabajos de instalación de las nuevas tapas con bocas de gran tamaño en los 1.400 contenedores marrones de recogida de residuos orgánicos del municipio de Gijón, en los que también se lleva a cabo una puesta a punto de las cerraduras. Esta actuación se extenderá durante los próximos tres meses.
La iniciativa responde a las peticiones y quejas de la ciudadanía sobre el inconveniente de tener que tocar la tapa y, a su vez, a la necesidad de reactivar el control de acceso mediante la Tarjeta Ciudadana del Ayuntamiento de Gijón tras un periodo de prueba, en el que las cerraduras estuvieron desactivadas. Durante el citado periodo, se observó un aumento considerable de residuos impropios en los contenedores de orgánica, pasando de un diez por ciento a más del 30 por ciento, lo que ha generado advertencias del Consorcio para la Gestión de Residuos en Asturias (COGERSA) sobre la posibilidad de penalizar económicamente el tratamiento de residuos orgánicos, hasta ahora gratuito.
Posibles sanciones a partir de 2025
En este sentido, desde EMULSA se ha señalado que la correcta separación de los residuos orgánicos es fundamental para mejorar la tasa de reciclaje de Gijón, que actualmente se sitúa en un 36,2%, lejos de los objetivos exigidos por la Unión Europea. Las multas para la ciudad podrían alcanzar el millón de euros anuales si a partir de 2025 no se alcanza el 55% de reciclaje requerido para ese año. Según datos recientes de la empresa municipal gijonesa, en lo que va de año se han recogido 3.939 toneladas de residuos orgánicos para su reciclaje en compost y electricidad, un incremento del 8,42% (incluidos los impropios) con respecto a las 3.633 toneladas recogidas en el mismo periodo del año pasado.
La separación de la orgánica no solo contribuye a cumplir los objetivos de reciclaje exigidos por la UE, sino que reduce el volumen de residuos destinados al vertedero, con un impacto directo en los costes de gestión de residuos y, por ende, en la tasa de basura que paga la ciudadanía. El aumento de residuos impropios en los contenedores de orgánica, especialmente en aquellos sin cerradura, impide el proceso de reciclaje y podría conllevar que estos desechos no se reciclen, sino que sean enviados al vertedero con el consiguiente coste adicional. De hecho, las últimas caracterizaciones de residuos realizadas por Cogersa confirman un incremento de residuos no orgánicos (como plásticos, cartones, tetrabriks, pañales y otros) en los contenedores marrones, lo que aumenta el riesgo de perder la gratuidad del tratamiento para la fracción orgánica.
EMULSA, unido a ello, ha recordado que reciclar es una obligación establecida por normativas europeas, estatales, así como en la Ordenanza Municipal. Para ello, la sociedad municipal se compromete a facilitar a la ciudadanía los medios necesarios para cumplir con esta obligación, implementando medidas como la instalación de bocas en los contenedores marrones.