Representantes del Comité de Empresa ha emitido un comunicado en el que muestran su preocupación por la situación económica de la sociedad pública y solicitan a los grupos municipales que sean «responsables, coherentes»
La Empresa Municipal de Servicios de Medio Ambiente Urbano de Gijón (EMULSA) ha estado en boca de todos a lo largo de la última semana. Era el Partido Socialista (PSOE) de la ciudad el que ponía encima de la mesa el asunto y pedía un consejo de administración «extraordinario y urgente» para conocer «cómo han gestionado hasta la fecha las irregularidades en el cobro de las tasas por empresas e instituciones».
El Ayuntamiento de Gijón, gobernado por Carmen Moriyón, respondía al grupo municipal y explicaba que fue ya en 2013 cuando se inició la regularización progresiva de la facturación. Y aseguraban que al margen de esta circunstancia, desde la Concejalía de Hacienda se inició hace varias semanas, en colaboración con la Presidencia de EMULSA, una revisión pormenorizada de la situación en la empresa.
Por su parte, la Federación de Asociaciones Vecinales de Gijón (FAV) dejaba clara también su postura acerca del asunto y mostraba su sorpresa antes las «dos noticias de diversa índole que han aparecido en dos de los diarios de información de Gijón sobre EMULSA» y dejaban claro su «más enérgico rechazo tanto a lo que se denuncia, como al método empleado: la filtración». Era la asociación vecinal la que pedía enérgicamente que «se depuren responsabilidades y se asuman las consecuencias» ya que «alguien ha de ser responsable de este despropósito, y alguien también, ha de dar las explicaciones pertinentes al Consejo de Administración, del que como saben, formamos parte».
Y este miércoles, eran los representantes del Comité de Empresa de EMULSA los que se pronunciaban. Dicho Comité aprobaba este miércoles un comunicado en el que mostraban su preocupación por la situación económica de la sociedad pública y en el que solicitaban a los grupos municipales que sean «responsables, coherentes» y que no se utilice a esta entidad como «arma arrojadiza en asuntos políticos».
Asimismo, manifiestan su malestar por haber tenido que enterarse por los medios de comunicación sobre los problemas financieros de EMULSA y han advertido de que esta situación está generando una «preocupación innecesaria» en los trabajadores, a los que se pone, según el Comité, «en el punto de mira por esta supuesta mala gestión».
Además, han exigido que se les explique documentalmente el plan de viabilidad que se va a ejecutar, así como que se clarifique cualquier irregularidad contable tanto en las tasas como los contratos de servicios. «No permitiremos que se ensucie la imagen de la plantilla y se utilice la empresa con fines políticos, o de lo contrario se iniciarán las movilizaciones necesarias», han adelantado.