Por el momento, la institución descarta solicitar cualquier clase de intervención policial para desalojar a los ‘okupas’, y confía en la negociación; las partes están llamadas a una reunión con el rector el 21 de junio
La protesta estudiantil contra la colaboración de la Universidad de Oviedo con Israel ha cobrado más tensión. A sólo una semana de que se cumpla el primer mes de la acampada que, desde el pasado 21 de mayo, reclama una mayor presión de la institución contra el ataque hebreo sobre Gaza, ayer más de una decena de alumnos, quince según fuentes consultadas por este periódico, encuadrados en la plataforma UniOvi por Palestina optaron por ir un paso más allá, ocupar el rectorado y encadenarse en él hasta que sus reivindicaciones sean atendidas. Por el momento, desde la institución rechazan la posibilidad de solicitar a que fuerzas policiales desalojen a los concentrados, ante el temor a que se repitan escenas como las ocurridas recientemente en la Universidad de Sevilla. Más aún, las partes están llamadas a una nueva reunión el 21 de junio.
Las peticiones estudiantiles no se alejan un ápice de lo planteado desde que empezaron las protestas. Exigen que la Universidad de Oviedo suspenda de inmediato su participación en programa TICHE (siglas de ‘Threats Identification by Collaborative vehicles for Human lifesaving against Explosives‘), que investiga nuevos mecanismos para proteger a las personas de los daños causados por artefactos explosivos, y en el que colabora la empresa estatal hebrea Israel Aerospace Industries (IAI). Más aún, piden la desvinculación de cualquier compañía privada que contribuya a «financiar el genocidio en Gaza», como el AXA, HP o el Grupo Santander. Una batería de exigencias envueltas en un malestar acrecentado por la actitud del rectorado. Y es que desde UniOvi por Palestina denuncian que la institución, en el encuentro sostenido el 30 de mayo, «llegó a equipararnos con ETA«, además de haber dejado a los participantes en la campada «desde hace casi cuatro semanas sin acceso a electricidad, agua corriente o baños«. Los concentrado aseguran que llamaron la atención sobre dicho punto en la reunión del 30, obteniendo por única respuesta la declaración, por parte de la Universidad, de que «no voy a financiaros la protesta».
Por parte de la Universidad de Oviedo, el día 21 de junio será el propio rector, el recientemente reelegido Ignacio Villaverde, quien sostenga el cara a cara con los representantes de los manifestantes. Este mismo miércoles la Universidad publicó un comunicado firmado por Villaverde, en el que se afirma que la disposición al diálogo «ha sido nula» desde el flanco de los estudiantes, y se lamenta «profundamente la falta de entendimiento y compresión hacia una institución que ha expresado en múltiples ocasiones su repulsa». Del mismo modo, en el texto se recuerda que la entidad «fue pionera en la publicación de una declaración institucional en favor de un acuerdo pacífico al conflicto y condenando las acciones violentas de Israel sobre el pueblo palestino, tanto en Consejo de Gobierno como en el Claustro». En todo caso, y al margen del escrito emitido ayer, tanto el propio Villaverde como su equipo confían en que, en último término, sea posible negociar un cese pacífico de las protestas.