Las enfermeras y los fisioterapeutas estarían así habilitados para prescribir ciertos fármacos dentro del ámbito de sus competencias, sumándose a médicos, podólogos y odontólogos

El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el anteproyecto de la nueva Ley de los Medicamentos y Productos Sanitarios, una reforma que busca modernizar el sistema farmacéutico español, adaptarlo a los avances científicos y tecnológicos, y reforzar la autonomía estratégica del país en materia sanitaria. Entre las principales novedades del texto se encuentra la ampliación de la capacidad de prescripción de medicamentos a nuevos profesionales sanitarios. A partir de esta ley, las enfermeras y los fisioterapeutas estarán habilitados para prescribir ciertos fármacos dentro del ámbito de sus competencias, sumándose así a médicos, podólogos y odontólogos. Para ello, se modificará el Real Decreto 954/2015, y se desarrollará una nueva normativa específica para los fisioterapeutas.
Asimismo, en situaciones de desabastecimiento, los farmacéuticos podrán sustituir un medicamento recetado por otro equivalente, sin necesidad de que el paciente regrese al centro de salud, una medida que busca agilizar el acceso a los tratamientos y reducir cargas innecesarias en la atención primaria. La ley también establece como norma general la prescripción por principio activo, permitiendo al farmacéutico dispensar el medicamento de menor precio disponible dentro de una horquilla determinada. No obstante, se contemplan excepciones para tratamientos crónicos o recurrentes. En estos casos, los pacientes podrán adquirir el fármaco directamente en la farmacia sin necesidad de una nueva receta médica, siempre que se trate de un «medicamento de primera prescripción».
Nuevo sistema de precios y una competencia más flexible
Otra de las reformas destacadas afecta al sistema de precios. Se sustituye el actual modelo de precios de referencia por uno de «precios seleccionados», que permite a los fabricantes presentar ofertas semestrales. El objetivo es fomentar una competencia más flexible entre medicamentos innovadores, genéricos y biosimilares, garantizando al mismo tiempo el suministro y diversificación de productos para el sistema público. En cuanto a la gestión del abastecimiento, la nueva ley introduce medidas para asegurar la disponibilidad de medicamentos estratégicos. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) podrá adoptar decisiones que afecten a la producción, distribución o financiación de estos fármacos, especialmente en situaciones de emergencia sanitaria. Además, los laboratorios deberán presentar planes de prevención ante posibles problemas de suministro.
El anteproyecto también abre la puerta a una financiación condicional y temprana de medicamentos innovadores que puedan aportar beneficios significativos a determinados grupos de población, mientras se resuelve su incorporación definitiva al sistema. Por otro lado, la ley no incluye por el momento la reducción del copago farmacéutico para las rentas más bajas, una medida contemplada inicialmente en los planes del Ministerio de Sanidad. Según fuentes del propio ministerio, esta exclusión se debe a que la iniciativa requiere la coordinación con otros departamentos gubernamentales, que han solicitado más tiempo para analizar su viabilidad. No obstante, el Gobierno confía en que esta medida pueda incorporarse en una segunda fase, ya sea en un nuevo Consejo de Ministros o durante el proceso parlamentario. El Ministerio de Sanidad prevé que la ley llegue al Congreso de los Diputados antes del verano para iniciar su tramitación legislativa.