El ciclismo, y con él, el spinning, han sufrido toda una revolución en los últimos años. Uno de los grandes culpables de este cambio es el llamado entrenamiento por potencia, que ha modificado para siempre la manera de entrenar sobre dos ruedas. Pero, ¿en qué consiste este replanteamiento del ejercicio?
El entrenamiento por potencia utiliza potenciómetros, un aparato que adapta para cada ciclista la carga con la que pedalea. Esto deja atrás los parámetros tradicionalmente utilizados y hace que el trabajo se individualice hasta el detalle. Aunque todavía son pocos, algunos gimnasios ya están incorporando esta nueva tecnología a sus bicicletas. Uno de estos ejemplos lo encontramos en Dreamfit Gijón (c/ Calderón de la Barca), en cuyas instalaciones ya solo podemos encontrar bicis con esta tecnología incorporada.
La evolución de las clases personalizadas
Para conocer a fondo esta forma de entrenamiento hablamos con uno de los monitores de spinning del centro, Rafael Magdalena. “Lo primero que hacemos cuando alguien entra en una clase de spinning es medir su potencia. Para ello podemos utilizar tablas de equivalencias (en función del sexo y el peso) o la ‘P-5’, una prueba a máximo esfuerzo que nos da una potencia muy fiel de cada persona”. El dato se introduce en la bicicleta que se vaya a utilizar a través de la app de MyDreamfit y, de esta manera, se consigue que todas las personas sigan la misma clase, pero con una personalización absoluta, adaptando el esfuerzo a sus características.
Ni trampa ni cartón, “la intensidad es objetiva en función de su condición física. La diferencia es que, antes de la aparición de los potenciómetros, esta intensidad se regulaba ‘a ojo’ y ahora podemos calcularla en base a datos reales y objetivos”. Gracias a ello, en una misma sesión pueden juntarse quienes están “empezando” con ciclistas semiprofesionales, sin dejar de aprovechar, todos ellos, la clase al máximo.
En Dreamfit Gijón todas las bicicletas, además de potenciómetro, cuentan con una pantalla vinculada al proyector de la sala, de esta manera cada uno puede comprobar visualmente qué vendrá a continuación o cuando toca descansar, de manera que puede dosificarse y planificar su esfuerzo. Las luces y la música son otros de los elementos clave en la clase, en especial la última. “Contamos con leds y distintas luces para dar un extra a los momentos de más intensidad, pero sin duda las canciones son lo más importante, trabajas pedales al ritmo de la música”.
Spinning: cómo y cuándo necesites
Además de las clases con monitor, en las instalaciones de Dreamfit Gijón cuentan con un espacio de spinning virtual. Varias bicicletas (también con potenciómetro) con las que poder disfrutar de una clase de spinning a la hora que más convenga. Desde que abre el gimnasio y hasta última hora, cada hora “y cuarto” comienza una nueva clase de 45 minutos.
Vitalidad en cada pedalada
Son muchos quienes ya viven “enganchados” a esta actividad. “Es un trabajo totalmente cardiovascular, con el que mejoras la condición física y que te ayuda a afrontar el día a día con más vitalidad. Hay quien viene a primera hora, porque les ayuda a llevar el día con más energía, y quien prefiere la clase después del trabajo para ‘desahogar’ y soltar la tensión acumulada durante el día. De hecho, nos piden que demos caña, porque es la manera de desconectar, de salir ‘nuevo’”.
Como nos explica Rafael, al ser un ejercicio de tanta intensidad, lo ideal es combinarlo con ejercicios de fuerza, “cuanto más fuerza tengas en tren inferior y musculatura abdominal, más eficientes serán las clases de spinning” y con actividades más relajantes. “Yoga o pilates son una buena opción para equilibrar cuerpo y mente y estirar. De las clases de spinning salimos tan eufóricos, que es bueno alternar la semana con actividades cuerpo y mente.”
Y ahí reside otras de las ventajas de Dreamfit Gijón, poder realizar todas estas actividades en un mismo centro. “Una semana perfecta serían tres clases de spinning -siempre respetando un día de descanso- y repartir el resto de los días entre yoga, pilates o bodybalanced, donde bajar pulsaciones y equilibrar cuerpo y mente y ejercicios de fuerza en la zona de “máquinas”.