II PARTE DE LA ENTREVISTA CON EL JUDOKA CARLOS FERNÁNDEZ
“Además de profesor de Educación Física, lo soy de bable. Me parece muy bien que se respete el asturiano, pero se está politizando en exceso”
“Citaría en un tatami a Adrián Barbón. Me parece una persona interesante y me encanta ser capaz de entender a aquellos con los que, a veces, no comparto mis ideas”
¿Qué coste ha tenido el judo a nivel personal?
Sobre todo, familiar. Me ha puesto como persona en el lugar en el que estoy, pero también por el camino he tenido que pagar peajes familiares, sociales y esto hace que te circunscribas mucho, pero volvería a hacerlo. No tengo nada que reprocharle al judo porque me ha dado mucho más de lo que me ha quitado.
Hablaba del coste familiar. ¿El judo ha hecho que se pierda momentos importantes de su hija?
Me los sigo perdiendo. Antes me preguntabas si echando la vista atrás cambiaría algo. Volvería a cambiar todo aquello que me hiciese estar más cerca de Andrea. Hay tantas personas que se pierden en su día a día momentos de sus hijos porque la organización de los horarios laborales es la que es, con lo que me imagino que no estoy diciendo nada extraño. ¿Qué pasa? Que cada uno vemos nuestra realidad y la mía en concreto es esa: el deporte ha sido el que me ha alejado de ciertos momentos de Andrea.
¿Es su motor?
Mis motores son aquellas personas que me hacen ser feliz, sonreír, estar despierto y sin duda mi hija reúne todo eso para ser uno de mis motores.
La crisis sanitaria. ¿Llegó a verse en la tesitura de plantearse cerrar el club?
Sin duda hubo momentos muy críticos, pero los de mayor duda me los generó la sociedad y nuestros dirigentes. La pandemia en sí fue muy dura, muy difícil de gestionar, pero como sociedad sacó nuestras mayores debilidades. A muchas de las personas que tenían que habernos guiado en una crisis de dimensiones incalculables les cogió hablando de cosas menores. Si resulta que los que tienen que resolver problemas en nuestro día a día están ocupados en cosas insignificantes, imagínate cómo vamos a funcionar ante un problema de verdad. Hubo un momento de la crisis donde lo que me hizo temblar y dudar que saldríamos adelante era nuestra respuesta como sociedad y de nuestros dirigentes políticos. Ni una pandemia fue capaz de unirnos como sociedad, capaz de hacer que los políticos tirasen todos a una y eso me genera una tristeza mayúscula.
Los expertos dicen que Asturias fue un ejemplo.
No sé de qué. Realmente no creo que hayamos sido ni seamos ejemplo de nada. En Asturias le tocó al Partido Socialista porque era el que nos estaba dirigiendo, pero aquí vi muchos enfrentamientos y en muchas cosas hubo realmente signos de flaqueza.
¿Qué le dice la frase ‘Saldremos más fuertes’?
Una utopía porque como sociedad no hemos crecido de manera conjunta. La pandemia va a dejar unos lodos que vamos a soportar durante muchos años. A las generaciones que dentro de poco van a tener que ocuparse de esta sociedad les va a pasar una factura importante, a los adolescentes precisamente no les ha beneficiado absolutamente en nada y va a dejar muchos más ecos de los que todos pensamos, no solamente a nivel económico, sino a nivel social. Esta pandemia la vamos a pagar muy cara.
“Hubo un momento en la pandemia donde lo que me hizo dudar que saldríamos adelante fue nuestra respuesta como sociedad y de nuestros políticos”
¿Se ve dando las instrucciones para un combate en asturiano?
No porque mis judokas no me iban a entender. No solo soy entrenador, soy profesor de bable. Cuando estudié Educación Física, una de las de las titulaciones que obtuve a la par que Magisterio, fue formación eclesiástica para ser profesor de religión y a la par bable. Considero que es una discusión un poco estéril y que deberíamos ir a temas más importantes. Voy a hablarles en castellano, pero esta contestación me gustaría que no fuese de la mano de ninguna ideología política. Me parece muy bien que se respete, que se conozca el asturiano, interesantísimo, nuestra lengua madre, pero con independencia de todo eso se está politizando en exceso, una vez más, algo que a lo mejor no es tan sumamente importante.
¿A qué político citaría en un tatami?
A Adrián Barbón, me parece una persona interesante. Me encanta ser capaz de entender a aquellos con los que, en ocasiones, no comparto mis ideas. Me valdría un tatami o un restaurante que eligiese porque sobre una mesa también se pueden discutir muchas cosas. Digo el presidente porque es el que ocupa parte de la actualidad política de mi comunidad y que por lo tanto me compete y afecta.
¿El deporte recibe el trato que merece por parte de la administración o Asturias es de las que se pone de perfil?
Durante la pandemia hemos tenido a un presidente de la Federación José Ramón Díaz Maceda que ha estado acertadísimo en la gestión. En un deporte de contacto como el judo, hemos conseguido parar lo justo y necesario y diseñando unos protocolos de seguridad que son dignos de mención y de estudio. Con lo cual, mi aplauso a un presidente de una federación autonómica y fuera de lo que es el contexto de pandemia, no haría un estudio especial de lo que es el judo a las administraciones. Más bien diría que las administraciones tendrían que ver cómo están mirando al deporte en general porque se podría poner en valor mucho más. Ahora que tanto se habla de la sanidad y del uso que se hace, el deporte sería el mayor motor de ahorro del sistema sanitario. Igual se lo deberían de hacer mirar los dirigentes porque promover el deporte no es decir que en tu ciudad haces rutas saludables, es apostar de verdad con cosas que realmente merecen la pena. Hay que creer en el deporte como vehículo para conseguir muchísimas cosas.
¿Se sienten escuchados?
¿Te acuerdas cuando estudiábamos y el deporte y la educación física eran la ‘maría’? El deporte sigue siendo una ‘maría’ para los dirigentes políticos y para las administraciones.
Cerró 2021 dando una buena alegría a mucha gente. Repartió 2,7 millones de euros de la lotería de Navidad. ¿Esto es mejor que cualquier título?
Eso es algo que sacó tantas ilusiones, tantas sonrisas y ayudó a tanta gente a que su día a día fuese un poquitín mejor que sin duda vale más que cualquier título. Esto es un ejemplo de que el deporte en sí es una ‘maría’: me conoce más gente por los 2,7 millones de euros que por todo lo que he hecho en mi profesión.
No me diga que no pensó en cambiar de número de móvil.
Sí, pero solo durante el premio de la Lotería (risas).