II PARTE de la entrevista a Gazir, freestyler
“Sin un día me dices que Einstein me invita a cenar, prefiero irme con él porque batallas de gallos he tenido muchas”
“Las plazas pueden usarse para cosas muchos más artísticas y culturales que los toros. No me gusta esa disciplina y no respeto la cultura”
Hablando de coronavirus, ¿la pandemia le trastocó muchos compromisos?
Al principio, cuando empezaron a cancelarse eventos en 2020, me daba mucha rabia, pero también es cierto que nadie sabía la escala que iba a tener el COVID. Muchos pensábamos: ‘Esto va a ser una semana sin clase y me están quitando el evento que tengo dentro de tres meses, no entiendo por qué’. 2020 habría sido el año en el que hubiera comenzado a ir a Latinoamérica, pero no se pudo viajar y me sirvió para hacer la competición en plató, sin público, de una forma un poco más televisiva y nueva para todos. También me ayudó a mejorar y llegar a 2021 con ese punto de madurez necesario para eventos más grandes.
¿Uno siente menos la adrenalina cuando es a puerta cerrada?
Sí me preocupaba porque me gusta estar nervioso, me da una energía que luego es adrenalina en el escenario y siempre viene bien. Era la primera vez que íbamos a competir sin público, con cinco cámaras y unos regidores delante en lugar de miles de personas. No tienes esa misma chispa, o al menos me pasaba a mí. Te puede venir bien si te beneficia estar tranquilo, pero yo quería estar con esa vibración e intentaba ponerme nervioso aposta para tener adrenalina. Es mucho mejor si hay mucho público.
Imagino que cuando uno cruza el charco, también estará algo preocupado viendo como ha impactado el virus en otras partes del mundo.
Cuando estás tan lejos de casa, empiezas a valorar un poco lo que tienes. Estaba en México o Chile y en ese momento piensas: ‘Joder, en España que tanto nos quejamos con algunas restricciones, estamos bien dentro de lo que cabe’. Supongo que también pasará al revés y si alguien de Chile viene a España, valoraría más cosas que infravaloraba de su propio país.
Gazir es mundialmente conocido. Quizá lo sea menos Gabriel Sánchez, un estudiante de Física. ¿El hecho de formarse ayuda a romper estereotipos?
Es algo que a la gente realmente le choca. Vas mirando mi perfil y ves freestyler, rapero y luego estudiante de Física. Hay ciertas personas que igual se interesan más por eso. Son dos cosas que me gustan, cuesta compatibilizar, pero como disfruto ambas, de momento sigo en ellas.
Precisamente eso le iba a preguntar. ¿Cómo lo compagina? Porque supongo que no será un alumno convencional.
En tercero ya me era imposible. Hasta ahora había hecho malabares, pero este año cogí media matrícula para tener cuatro asignaturas por cuatrimestre y que, si lo compaginas con un trabajo y demuestras que estás trabajando mientras estudias, no tienes por qué ir a clase y puedes suplirlo con ciertos exámenes o trabajos. Cuando puedo, intento ir por estar medianamente al día. Así más o menos lo puedo compaginar, aunque llevarlo al día es imposible. Cuando llega el mes de exámenes me tengo que pegar un atracón terrible y sufrir un montón, pero se acaba sacando.
¿Prefiere a Einstein o una buena batalla de gallos?
Hombre, disfruto más quizás en una batalla que haciendo un examen, pero si un día me dices que tenemos una batalla o que Einstein me invita a cenar, me voy con él porque batallas he hecho muchas.
“Me gusta estar nervioso antes de salir al escenario. Durante la pandemia, sin público, yo no tenía la misma chispa”
¿El rap ayuda a conocer las inquietudes de los jóvenes?
Si, incluso a que ellos mismos conozca las suyas porque es un método de expresión. El movimiento nació porque la gente tenía ganas de expresar cosas y es uno de los mejores medios por los que lo pueden hacer. Puede ayudar tanto a los jóvenes a abrirse y liberarse como al resto de gente para que vea las inquietudes de ellos, lo que están diciendo a través del rap.
¿Y cuáles son las suyas?
Son bastantes, la verdad. Siempre me he centrado en la superación, en intentar ser hoy mejor que ayer, pero peor que mañana; las ganas de aprender todo el tiempo, de conocer muchas cosas. Mi principal inquietud es la curiosidad que siempre me lleva a querer saber más o llegar al siguiente nivel.
¿Las letras ayudan, en ocasiones, a mostrar el cabreo con la clase política o el escándalo de la subida de la luz?
El rap también sirve como vía para protestar y cuando nació en Estados Unidos principalmente era para ser escuchado. Luego ciertos raperos con repercusión pueden aprovechar ese altavoz para manifestarse por ese tipo de cuestiones.
“En las redes sociales tienes una influencia real, aunque no lo parezca, y es una responsabilidad. Te puede ayudar mucho a ti y tú puedes ayudar a mucha gente con ellas”
Con casi 500.000 seguidores en Instagram y 130.000 en Twitter, ¿asume que la responsabilidad sobre el uso de las redes debe ser mayor?
Obviamente. Cuando empecé a hacerme conocido y no tenía esto tan claro, no le daba tanta importancia. Poco a poco te vas dando cuenta de que esos 500.000 que ves ahí es gente de verdad, son 500.000 personas, no es solo un número. Tienes una influencia real, aunque no lo parezca, y es una responsabilidad. Hay que saber llevarlo, pero te puede ayudar mucho a ti y tú puedes ayudar a mucha gente con ello.
Recientemente ha mostrado en ellas su indignación con el sacrificio del mapache localizado en Gijón. El Principado argumentó que es una especie exótica invasora. ¿Le vale?
Para mí había soluciones sin conocer el proceso que se hubiera necesitado. Muchos centros se habían ofrecido para acoger al mapache. Entiendo lo de la especie invasora, pero no me parece que un mapache solo pudiese hacer nada y no había que ser tan drástico, ni adoptar una decisión tan repentina porque había otras salidas mucho mejores para ambas partes; no simplemente cortar de raíz y olvidarse de ello.
Tampoco le gusta la tauromaquia. ¿Respeta a los que lo apoyan?
No me gusta la disciplina y no respeto la cultura, pero si me cruzo a alguien al que le gustan los toros no voy a insultarle. Yo, por ejemplo, la batalla en la que me di a conocer fue en una plaza de toros y ahí dejé alguna frasecilla. La plaza en sí es un sitio muy bonito, mismamente en la de Gijón tuvimos un evento este verano. Se pueden usar para cosas realmente mucho más artísticas y culturales que los toros.
Comentarios 1