ENTREVISTA CON EL CONCEJAL DE CULTURA DE OVIEDO
«Debemos ofrecer actividades en las que cualquier ciudadano pueda verse identificado, sin importar la ideología»
«Tenemos una relación estupenda con la consejera y el director general de Cultura del Principado. Nos ayudan en todo lo que pueden»
Como ya publicó este medio recientemente, la ciudad de Oviedo superó a Gijón en el ranking del Observatorio de la Cultura de 2021, tras diez años de hegemonía de la villa de Jovellanos. Desde 2019, la concejalía de Cultura de José Luis Costillas, del partido Ciudadanos, ha desarrollado en Oviedo un nuevo programa cultural que combina el amor por lo clásico de la capital con una vanguardia para todos los públicos que ya ha tomado las calles y barrios ovetenses. En una legislatura marcada por la pandemia, el equipo de Costillas ha podido mantener gran parte de los eventos y festivales heredados del pasado y a su vez, ampliar la oferta: Link Fest, Cafca, Vesu, Cincuenter… El concejal y presidente de la Fundación Municipal de Cultura de Oviedo recibe a miGijón en una de las salas de trabajo del Teatro Campoamor, donde le preguntamos sobre su modelo, las críticas de la oposición y también sobre alguna ausencia en la programación de la ciudad.
¿Qué herencia sé encontró Ciudadanos cuando comenzó a dirigir la concejalía de Cultura?
Oviedo tenía una excelente programación en lírica y música clásica. También había varias actividades de referencia muy consolidadas, como eran RADAR o SACO. Pero nosotros creíamos que había mucho espacio para hacer otro tipo de manifestaciones artísticas que Oviedo todavía no tenía.
¿Cuál ha sido su filosofía desde entonces?
Teníamos claro que queríamos que en nuestra ciudad pasaran cosas, de que el ovetense tuviera la posibilidad de disfrutar de diferentes actividades, solo o en familia. Sabíamos que el verano tenía que cambiar, que había que sacar la cultura a la calle. Había que darle un buen lugar a las artes plásticas y se tenía que hacer una apuesta por otro tipo de música que no fuera la clásica. Todo sin olvidarnos del público infantil y las familias, y aderezado con una pandemia mundial, que hizo que cambiáramos todos nuestros planes sobre la marcha. Empezamos con Cultura de salón, que fue el fruto de la pandemia, y permitió, por un lado, ayudar a los artistas haciendo contrataciones, y por otro lado, entretener a la gente. Cuando acabó el confinamiento, apostamos por sacar la cultura a la calle, con la Semana profesional del Arte, Vesu, Cafca y otras actividades nuevas.
¿Cómo se ha tomado Oviedo el hecho de superar a Gijón en el ranking del Observatorio de la Cultura?
Oviedo está contenta de haber ascendido en ese ranking y estar por encima. No hay una competición de dos ciudades, ambas podemos tener una actividad cultural complementaria y enriquecer la oferta de toda Asturias. Tenemos tres ciudades en menos de un radio de 30 kilómetros y todas las programaciones pueden convivir. Teníamos claro cuál era nuestro modelo y debíamos conjugar esa tradición clásica de Oviedo con otro tipo de actividades más innovadoras que Gijón tampoco tenía. La Semana profesional del Arte es un ejemplo. No ha habido una apuesta por las artes plásticas igual en Asturias. Estamos hablando de que es una ciudad en la que durante 10 días 15.000 personas han disfrutado de más de 50 artistas, la mayoría asturianos.
La experiencia nos dice, más si cabe tras la disputa por la sede del grado de Deporte, que los localismos siguen pujantes en la zona central y el proyecto de Área Metropolitana que englobe las tres grandes ciudades asturianas trabajando con complementariedad no parece ser una prioridad para los Ayuntamientos. ¿Es posible un gran área metropolitana cultural en Asturias?
Sin tener que renunciar a nada, es bueno que se complementen cada una de las ciudades. Si queremos tener una oferta ambiciosa que trascienda las fronteras de la comunidad autónoma, tendremos que conjugar nuestras actividades. No renunciamos a hacer lo nuestro pero si la otra ciudad tiene un festival muy importante en un tema concreto pues igual destinamos nuestros esfuerzos a hacer un gran evento en otra área cultural diferente.
¿Qué relación tiene la concejalía de cultura de Oviedo, de Ciudadanos, con la consejería del Principado, del PSOE?
Tenemos una relación estupenda con la consejera y el director general de cultura. Nos ayudan en todo lo que pueden. Compartimos muchas cosas, como es el caso del Museo de Bellas Artes. A diferencia de lo que pasa en otros municipios, Oviedo participa en el museo con una tercera parte del presupuesto, algo que no ocurre ni en el Centro Niemeyer ni en Laboral Centro de Arte. Estamos comprometidos con las infraestructuras que el Principado tiene en nuestra ciudad. Precisamente, uno de los que ha subido en el ranking es el Museo. Esto es fruto de esa colaboración fluida entre Principado y Ayuntamiento.
En Gijón se ha hablado mucho del pionero festival Kuivi PopUp, organizado en el barrio ovetense de San Lázaro, todo un éxito de participación. La presencia de un gijonés como José Ramón García ‘Monchu’ en su organización hizo levantar las alarmas para muchos, que pensaban que la capital se llevaba un evento que podría haber tenido un claro encaje en la programación gijonesa. ¿Cómo fue el proceso de creación de este festival?
El Kuivi ha sido todo un éxito que también se va a volver a repetir en 2022. Es un claro ejemplo de trasladar la cultura a los barrios y de regenerar una zona en desuso. En un barrio poco dinámico como San Lázaro, se garantizaron dos meses de verano con una gran afluencia de gente. Lo notaron los negocios de la zona. Se convirtió un solar degradado en un centro de cultura de referencia, con más de dos conciertos diarios y otras actividades paralelas. El Ayuntamiento y la Fundación Municipal de Cultura debíamos participar sí o sí. Esto no quiere decir que haya un Kuivi en Gijón o Avilés, si consideran oportuno hacerlo. Nosotros teníamos el convencimiento de que la actividad iba a ser muy positiva.
Carlos Bauman, promotor del Kuivi y compañero de Monchu en la organización, tiene una clara trayectoria ligada al PSOE, al igual que este último. ¿Esto es una muestra de que la cultura no tiene color político?
Por supuesto. Decirle que a mí se me acusa de hacer una cultura muy progresista, según los gustos de determinada gente. La cultura lo que tiene es la capacidad de llegar a la gente, de entretener y hacer disfrutar. Tenemos que programar para los 220.000 habitantes, y ofrecer actividades en las que cualquier ciudadano pueda verse identificado, sin importar la ideología.
En ese sentido, ¿cómo es su relación con el resto del gobierno local y las otras concejalías dirigidas por el Partido Popular?
Tenemos una muy buena relación, tanto con el alcalde, Alfredo Canteli, como con el resto de concejalías del bipartito. Compartimos la visión de que la ciudad tenía que subir el pulso y los biorritmos en todas las áreas. Se puede decir que somos dos partidos, pero un solo gobierno con una relación de trabajo muy fluida.
Como titular de Cultura, me gustaría preguntarle por una de las áreas que tiene delegadas: las bibliotecas públicas de Oviedo. Parte de la sociedad ovetense denuncia que han desaparecido rutas literarias y que se está desatendiendo a las bibliotecas.
Se han suspendido presentaciones de libros durante la pandemia porque no se cumplían los requisitos de la normativa covid. Hoy en día parece que nos olvidamos que durante los momentos más críticos, un teatro como el Filarmónica redujo de 700 asientos a poco más de 100 de aforo. Imagínese una biblioteca con capacidad para 50 personas, donde solo cabían 5. Los protocolos aconsejaron suspender ese tipo de actos.
No obstante, siguen cerradas las bibliotecas de San Claudio, Trubia y Tudela Veguín.
Se abrirán a lo largo de este mes, en cuanto nos doten de personal y se realice un informe por parte de la coordinadora de bibliotecas.
Algunos narradores orales también se quejaron de que los presupuestos que presentaron a un concurso público de cuentacuentos fueron tumbados por su concejalía sin argumentos y se ha dejado a la ciudad huérfana en este sentido.
No se ha tumbado nada. Se ha terminado un expediente porque había irregularidades. Los cuentacuentos no se han suspendido en Oviedo, solo la tramitación de un contrato, que será subsanado con el inicio de un nuevo proceso de contratación.
La portavoz del Grupo Municipal Somos Uviéu, Ana Taboada, ha lamentado la ausencia de partidas en el presupuesto del Ayuntamiento para el Palacio de los Niños y para la adecuación de la Escuela de Música.
La entidad que gestionaba el Palacio de los Niños renunció a seguir por que no le resultaba económico. Estamos evaluando la situación y vamos a tener una reunión con patrimonio para saber el estado del edificio. También se deben evaluar las reformas necesarias por los desperfectos de los anteriores gestores. Estamos ahora hablando con el equipo de gobierno para darle una finalidad al edificio.
«Si somos lo que somos hoy en Gijón, Oviedo o Avilés es gracias al empuje de esas ‘cincuenter’ que han peleado por construir las ciudades que hoy conocemos»
En un corto margen de tiempo, se han producido en Asturias varios ataques homófobos. El último, el del joven Kevin Rubio en un bar de Oviedo. ¿Cómo se puede canalizar a través de las políticas culturales un mensaje de respeto al colectivo LGBTIQ+?
Es un tema que trasciende los límites de la cultura, y toca otras áreas, como educación y política social. Desde la concejalía y desde nuestro propio partido, Ciudadanos, siempre hemos condenado estos ataques y la ideología extremista que los rodea. Intentamos también dar espacio al colectivo en la programación. Celebramos un acto reivindicativo el primer año en la plaza de Porlier, en el que dimos un concierto de dos sopranos vestidas con trajes de tenores y el coro de ópera cantando el Brindis de La Traviata con un elenco masculino. Este año también pensaremos algo nuevo.
Su concejalía también ha querido reivindicar el papel de la mujer. ¿Cómo surgió la idea de los encuentros Cincuenter?
Las mujeres ‘cincuenter’ conforman un grueso de la población de Asturias. Queríamos hacer un guiño al respecto y realizar algún tipo de festival o de actividad específica. Estamos dando visibilidad a un colectivo que tiene sus propios problemas y que ha aportado mucho a la región. Si somos lo que somos hoy en Gijón, Oviedo o Avilés es gracias al empuje de esas ‘cincuenter’ que han peleado por construir las ciudades que hoy conocemos. Ahora, con esta dictadura de lo nuevo y de lo efímero parece que están un poco relegadas en el ámbito cultural. Nuestra idea es poner en valor a esas personas que hace 15-20 años eran la punta de lanza de cualquier movimiento. Masticamos el proyecto en la concejalía y nos pusimos en contacto con Yolanda Lobo, con la que iniciamos un camino que celebrará este año su segunda edición.
El reto demográfico también afecta a la programación cultural. ¿Cómo se puede satisfacer a todos los públicos?
Más que de públicos, nos gusta hablar de familias. Teníamos una obsesión con las actividades enfocadas para familias en todo los ámbitos culturales: música clásica, colaboración con óperas para niños, colegios y nuevos conciertos. También queríamos ese enfoque respecto a las artes plásticas. Dentro de la Semana profesional tenemos una parte dedicada en exclusiva a los niños. También están SACO o Cafca, nuestra apuesta por una gran noche blanca de actividades para disfrutar en familia, tanto para los más pequeños como para gente mayor.
Una pérdida muy sonada en la programación ovetense ha sido la CometCon. Con ocho ediciones a sus espaldas, su responsable Héctor Lasheras tuvo que trasladarla a la Feria de Muestras de Gijón, según él, por falta de apoyo económico de su consistorio. La última edición fue multitudinaria y un éxito para la organización, que volverá a celebrarla en el mismo lugar. ¿Ha perdido Oviedo un baluarte en la oferta de ocio alternativo de la ciudad?
El organizador ha decidido llevar su actividad a otra ciudad y es una decisión en la que nadie puede interferir. Creo que es una actividad muy interesante que tiene su público. Que un evento así se vaya de Oviedo no ha sido una buena noticia.
«Tenemos una programación en asturiano adecuada a la demanda»
LibrOviedo, ¿le gustaría posicionar esta feria como una ‘Semana Negra’ de la capital?
Necesitamos 30 años para hacer un producto igual de bueno que la Semana Negra. Sería muy pretencioso por nuestra parte compararnos, aunque nos gustaría que LibrOviedo fuera una feria de referencia. Hay sitio para todos: podemos hacer una libro potente sin hacer una Semana Negra, que ya hay una a la que voy todos los años, como muchos ovetenses. LibrOviedo tiene que crecer en calidad y cantidad, y dentro de 30 años veremos si hemos podido alcanzar las cosas.
En febrero celebramos FETEN en Gijón, con una gran acogida tras las complicaciones que trajo el coronavirus. ¿Qué le parece esta feria?
Feten es un 10. Me parece fantástica. Que Asturias pueda organizar una feria de referencia a nivel nacional es una gran noticia para todos. Primero, para Gijón como organizadores, y también para los de Oviedo que hemos ido todos los años a disfrutarlo, acompañados de nuestros hijos. Es un lujo.
No hay día que el asunto de la oficialidad del asturiano no tenga presencia en los titulares. ¿Ha percibido un incremento de la demanda de actividades en esta lengua por parte del público ovetense?
Tenemos una programación en asturiano adecuada a la demanda. Seguimos apostando por esas actividades, pero no hemos visto una necesidad de aumentarlas.
Oviedo si que tiene envidia a Gijón e intenta copiarle en todo incluso la Semana Negra!!