“Estamos viendo todas las decisiones que toma la alcaldesa en Gijón. Son decisiones, podríamos decir, dictatoriales”
Ocho años al frente del Jovellanos y de Festejos le dan a Teresa Sánchez una visión muy específica de la cultura de la ciudad: la que te deja la experiencia de la gestión y la batalla diaria desde dentro de las trincheras. Defiende una cultura más abierta que la que vive, según ella, la ciudad, donde se programe para todo los públicos. Hoy, desde su papel de asesora cultural externa del PP de Gijón, se mantiene en sus convicciones y apuesta por la Cultura como un gran motor económico. La palabra “sectarismo” se repite en la entrevista y es la única explicación que la ex directora del Jovellanos encuentra para que Divertia cancelase la Semana Mágica y el Festival Arco Atlántico.
Sale el resultado del Observatorio de Cultura, de la Fundación Contemporánea, y Gijón está, por primera vez en diez años, por detrás de Oviedo. ¿Qué valoración tiene alguien que ha estado ocho años en un puesto de relevancia de la cultura gijonesa?
Cuando leí la noticia me dio mucha pena. Como ex directora del Teatro Jovellanos, que es un emblema de la cultura en Asturias y una referencia a nivel nacional en cuanto a programadores, realizadores, artistas… que haya pasado a este nivel en estos años tiene mucho que ver con la programación que se está haciendo allí desde el año 2019. Yo creo que ahora mismo en el PSOE, que es el partido que gobierna en Gijón, se están escudando en la pandemia y lo que están haciendo es bajar la guardia. No se involucran en la cultura de esta ciudad, sobre todo en una cultura abierta a todos. Porque hay otra cuestión que ha influido y es el sectarismo de los gestores actuales.
El ejemplo más claro es que, nada más llegar, lo primero que hace Divertia es cargarse la Semana Mágica. Un evento que iba a cumplir su décima edición, que estaba generando una repercusión importantísima en la ciudad. No sólo de público – más de 25.000 espectadores tuvo en 2018 -, sino también turística porque había mucha gente que venía de fuera de Asturias, no sólo de fuera de Gijón. Era un espectáculo que gustaba a todos los públicos. Sin ninguna motivación deciden eliminarla tan sólo porque venía programada por el anterior equipo de gobierno. Yo pienso que el resultado era muy positivo para la ciudad, a nivel turístico y comercial. O para el sector hostelero. Es la única explicación, aunque según ellos fue por criterios de programación. Y todavía no sabemos cuáles son esos criterios. Pasó lo mismo con el Festival Arco Atlántico. Llegó el verano de 2019 y se pudo hacer, pero en el 2020 ya no se programa. ¿Por qué? Porque era una actividad cultural que se había gestionado en años anteriores.
El problema está en que, en lugar de sumar y apoyar la cultura y hacerla llegar a todos los públicos, lo que se ha hecho es restar y crear una programación cultural minoritaria. No podemos trabajar para minorías. Está muy bien que haya espectáculos que lleguen todos los sectores. Cuando yo estaba al frente del Jovellanos y de Festejos siempre lo decía: hay que ofrecer espectáculos para todos los públicos, tanto en el tema musical como en el teatral o cualquier disciplina. Pero nuestro papel principal era fomentar la cultura y difundirla. Que el teatro Jovellanos haya perdido seis puestos y se encuentre por debajo del teatro Palacio Valdés, que lo está haciendo muy bien, es para preguntarse qué ha pasado en estos dos años.
Cambio de objetivos culturales
En 2019 parecía que Divertia era el padre de todos los males de la programación gijonesa y la disolución de la misma se justificaba en la potenciación de la cultura separando Turismo, Botánico y Jovellanos. Sin embargo, y según este ranking, no ha sido así…
Yo creo que Divertia tenía su valor. En el máster que realicé de organización de eventos centré el trabajo de fin de máster en Divertia como motor económico y cultural de la ciudad. Porque sí se puede fusionar turismo, festejos y cultura, es que tiene todo el sentido del mundo. Es la manera de aprovechar las sinergias. ¿Por qué hacemos los festejos en la ciudad? Primero porque hay que ofrecer ese servicio público. Tienes que darle a los ciudadanos que están pagando sus impuestos actividades festivas, culturales, que les haga sentir que merece la pena vivir en esta ciudad. Y Gijón siempre fue un referente en ese aspecto: los grandes conciertos, la Semana Grande, la Fiesta de la Sidra, etc.
En segundo lugar, para los turistas y visitantes. Eso genera economía, genera negocio, empleo… La cultura es un motor económico importantísimo. Asturias tiene la suerte de tener muy buenos profesionales en este sector, tanto en el ámbito artístico como en el técnico. Y es que, además, Asturias tiene unos equipamientos culturales que no se están aprovechando bien, como la Universidad Laboral. Son espacios donde se pueden organizar muchos más eventos de los que organizan. Y el Centro Laboral de Arte ni aparece en ese ranking. Es un equipamiento que cuesta mucho dinero, depende del Principado, y no se programan contenidos en él. Asturias podría estar en los primeros lugares gracias a sus profesionales y sus equipamientos. En Gijón tenemos el Jardín Botánico, el museo Evaristo Valle – que aunque es de gestión privada, el ayuntamiento mira para otro lado y ofrece muchas oportunidades -, o el Pueblo de Asturias. Y tenemos eventos que son auténticas instituciones, como el FICX, que ha bajado puestos también en el ranking. ¿Qué ha pasado? ¿La programación está más enfocada a un determinado público y no como se estaba haciendo hasta ahora, abierta a todos los públicos? Tal vez eso influya también.
El Botánico fue uno de las grandes joyas de la política cultural del anterior mandato, parece que hoy está abandonado. Imagino que a usted, como miembro de aquel equipo de gobierno, te da mucha pena ver esta situación.
Pues sí. Foro, con todo su equipo, lo que consiguió es que todo el mundo supiera que había un jardín botánico atlántico. ¿Por qué? Porque se abrió al público. Y es totalmente compatible la parte científica y de conservación de la naturaleza con actividades lúdicas y didácticas que se hacían con todos los públicos: desde el familiar hasta el joven. Y se consiguió tener un espacio más para actuaciones musicales dando cabida a muchos artistas de Gijón que no tenían su espacio porque, quizá, no era fácil programarlas en el Jovellanos. El Jovellanos tiene una programación muy amplia, muy completa durante todo el año, y no es fácil conseguir disponibilidad para poder actuar ahí. Pero sí podíamos ofrecerles el JBA. Y, de hecho, funcionó muy bien. Es una pena porque el Botánico va a quedarse obsoleto, olvidado.
En el Botánico tiene cabida el LEV, por ejemplo. Y es un evento que mantiene su posición con respecto al año pasado.
Es curioso porque el LEV de Gijón, que es el original, no aparece en el ranking nacional. Pero sí aparece el de Madrid, el de Matadero, que es una extensión del que se hace aquí. Es cierto que es un evento cultural privado, que siempre tuvo el apoyo de Gijón a través de Divertia. Han hecho actividades muy bonitas, en espacios como el Botánico o en la calle. Recuerdo una en el colegio Santo Ángel. Tiene, además, un importante público que viene de fuera. Atrae a muchos turistas y genera un interés importante en la ciudad.
El problema, repito, es que este gobierno no suma, resta. Cuando llegamos al ayuntamiento se encontró una programación cultural muy definida y no se quitó nada. Un ejemplo es la Semana Negra, que siempre se dijo que la íbamos a eliminar. Y todo lo contrario. Se apoyó totalmente, incluso aumentando la subvención que recibía. Y pasó lo mismo con el FICX con la polémica del cambio de director. No nos cargamos el FICX, todo lo contrario. Con Nacho Carbayo conseguimos que el Festival fuese igual e, incluso, más popular. Muchas de las películas que pasaron por aquí y ganaron el premio a la mejor película, consiguieron luego premios europeos. Lo que hicimos fue abrir más el tipo de público.
Fetén es, junto con LEV, el único que se mantiene en la misma posición del año pasado, la sexta, en el listado.
Estando nosotros Fetén subió como la espuma. Pero ha bajado puestos a nivel nacional. De hecho ni se menciona, cuando en años anteriores cada vez tenía más apoyo, más actividades y más público. Hasta el punto que en 2016 recibió el premio MAX a la Contribución a las Artes Escénicas. Que todas las actividades estén bajando puestos… pues es indicio de que algo pasa.
Posición del PSOE y la actual gestión
¿Echa de menos nuevas propuestas?
Claro. De hecho es lo que comentaba. En años anteriores se mantuvo lo bueno que había y se revitalizó, pero sin dejar de lado nuevas propuestas. Se creó la Semana Mágica, por ejemplo, de 2011 hasta que Divertia dijo que se acabó. Se creó el Festival Arco Atlántico. También hubo mucha colaboración público-privada, como Tsunami, Gijón Live, Metrópoli… Todas esas actividades se pudieron hacer gracias al apoyo del ayuntamiento de Gijón a empresarios privados. Sin embargo, en estos dos años, no hemos visto ninguna novedad relevante.
Una acusación repetida es la de sectarismo, que el gobierno no escucha. ¿Es un mantra o es un sentimiento real?
Estamos viendo todas las decisiones que toma la alcaldesa en Gijón. Son decisiones, podríamos decir, dictatoriales. No se está teniendo en cuenta al resto de partidos, ni siquiera al grupo de izquierdas de la oposición: Podemos-Equo. Ahora mismo es el PSOE, incluso diría que Ana González, quien toma las decisiones. Ahí tenemos la Feria Taurina de Begoña. Un día dice que va a continuar la feria y al día siguiente, por la polémica de los nombres – Nigeriano y Feminista- dice “se acabaron los toros”. Ahí atenta contra un determinado sector de la sociedad. Porque, ahora mismo, nos gusten o no los toros, hay una ley que protege la tauromaquia. Lo que no se puede hacer, sin justificación, es cancelar la Feria Taurina de Begoña. Se están tomando decisiones muy dictatoriales y sectáreas, y enfocadas a sus minorías, mientras se coarta la libertad de un sector de la ciudadanía. En Gijón somos 270.000 habitantes y, como alcaldesa, tienes una responsabilidad. Y esa responsabilidad es gobernar para todos. Tiene que escuchar al resto de partidos.
La polémica del asturiano está también presente en estas discusiones culturales. ¿Se está haciendo demasiado caso a la lengua asturiana y demasiado poco al folklore?
Yo englobo en cultura asturiana a todo: folklore, gastronomía, lengua asturiana… Hay que fomentar la cultura asturiana con todo lo que engloba. ¿Cómo? Con actividades, con promoción, con apoyos a los grupos folklóricos y culturales de la ciudad. Desde el ayuntamiento, a través de todas las áreas que trabajan en cultura, hay que apoyar a la cultura asturiana.
Uno de los argumentos que siempre se comentan como defensa es la pandemia. ¿Cómo lo valoran?
En esto dos años hemos visto muy poco movimiento con la excusa de la pandemia. Se pueden hacer actividades con cultura segura. Y ahí está Oviedo, que mantuvo la programación completa de la Ópera en 2020 y en 2021. Sólo se suspendió cuando estuvo todo cerrado, pero a partir de septiembre no hubo ni una sola obra que no se representara, con las medidas oportunas de aforo. Y por eso la Ópera está donde está en el ranking. Oviedo también organizó unas fiestas de San Mateo, con total éxito y seguridad, compatible con el COVID. Y en 2021 igual, mientras que en Gijón sólo hubo actividades pequeñas. Con control, con cuidado y con cultura segura, se pueden hacer muchas cosas. Pero en Gijón no se han hecho. Eso contribuye a esa sensación que tenemos de tristeza.
La semana magica estuvo relativamente bien al principio, pero las ultimas ediciones fueron vergonzosas, trucos comprados y trillados, magos malos sin ninguna gracia y con grandes carencias tecnicas. No se trata de hacer cada año lo mismo con la misma gente. Eso es injusto para el publico y para los artistas. Según esta señora, habria que hacer lo que ella propuso y punto. Sus opiniones son completamente interesadas.
Los últimos cuatro años fueron nefastos en la gestión. Fue una dejadez total.