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Nos gustaría ver a nuestro presidente “peleando”, como un gran enamorado de su región, para conseguir que Asturias no se hunda y que no sea la última de las comunidades autónomas de nuestro país
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Como un bolero (hecho por IA y que está en las redes sociales) así suena parte de la carta a la ciudadanía que Pedro Sánchez nos dejó el miércoles pasado en X (twitter):
”Y yo, no me causa rubor decirlo,
soy un hombre profundamente enamorado de mi mujer
que vive con impotencia el fango que sobre ella esparcen
día sí y día también…”
Con esa carta, Pedro Sánchez se despidió el pasado miércoles, hasta hoy lunes, para reflexionar sobre la vida, la política y para decidir si continuará o no en el Gobierno. Y es que la “fachosfera”, la ultraderecha, la prensa, los jueces y todos los que ven cierta irregularidad en las actividades profesionales de su querida esposa, son lo peor, y están llevando a nuestro presidente a una situación insostenible e insoportable.
Es tanto el amor a su mujer que ha decidido “apartarse” de sus funciones gubernamentales durante cinco días. Y así hemos estado, sin presidente de España, sin atender agenda alguna y, por tanto, 5 días sin gobernar y sin resolver asuntos urgentes y de calado en nuestro país, más importantes que la reputación de Begoña Gómez.
Sin embargo, el acoso y derribo que ha sufrido Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, por parte de los socialistas desde el 2020 acusándola de corrupción por la compra de mascarillas por parte del hermano, de asesina de ancianos… o, lo último, responsable de las posibles deudas de su novio con la Hacienda Pública, es peccata minuta comparándolo con el asedio que está sufriendo la mujer de Sánchez.
Todos los españoles estamos siendo testigos del paripé, el teatro y el drama que ha organizado Pedro Sánchez, el PSOE y sus socios de gobierno (SUMAR) con una clara intención: tapar y ocultar toda la trama de corrupción de Koldo y las posibles irregularidades y/o tráfico de influencias de Begoña Gómez, esposa de Sánchez.
Un teatro vergonzoso que hasta en los medios de prensa de Europa y del mundo entero se están haciendo eco como algo insólito y sorprendente. ¿Por qué no dejan que las instituciones democráticas cumplan sus funciones y hagan su trabajo y se dirima si hay o no comisión de delito por parte de Begoña Gómez? ¿Por qué paralizan la actividad política y para qué montan este ‘circo’ los socialistas? Está claro que todo es para descentrar la atención en la actualidad de un caso muy grave de corrupción que salpica al gobierno de España.
Bueno, pues viendo todo este espectáculo de apoyo a Sánchez para que no dimita y siga al frente de la Nación, la verdad que a mí y me imagino que a una gran mayoría de asturianos nos da “envidia” cuando vemos como nuestro presidente asturiano, Adrián Barbón, ha asistido a Madrid a la manifestación organizada por la FSA (con todo ‘pago’, como se dice por aquí), y, con una escandalosa vehemencia, ha reclamado a Sánchez que no dimita, que resista, que siga en el gobierno, que el “pueblo” le necesita, que es el mejor y el gran líder, y que lo que está ocurriendo con Begoña Gómez es una injusticia y una falta de libertad», y blablablá…
Pues sí, somos muchos los asturianos que sentimos envidia de Sánchez porque nunca vimos al presidente Barbón tan enaltecido, tan bravo, tan vehemente y efusivo defendiendo a Asturias y solicitando al Gobierno central el fin del peaje del Huerna, la llegada a Gijón del AVE, el vial de Jove que pide todo Gijón o “trabajar” por Asturias para que se reduzcan las listas de espera para operaciones quirúrgicas o para reducir la de los parados, o para que no se cierren más empresas e industrias… Es decir, que nos gustaría ver a nuestro presidente “peleando”, como un gran enamorado de su región, para conseguir que Asturias no se hunda y que no sea la última de las comunidades autónomas de nuestro país. Y con un bolero inventado por mí, termino:
“Envidia, tengo envidia de Sánchez,
que se lleva de nuestro presidente toda su atención,
y sólo mira para Madrid, sin importarle lo que ocurra
al otro lado del Negrón”