El partido regionalista celebrará este viernes la jornada ‘Macillavi pa los Yospla, de la ciudad infartada a la recuperación de los barrios’, un estudio colectivo de las causas, consecuencias y soluciones de un problema que, opinan, pone en riesgo la identidad propia del lugar
Cimavilla y gentrificación. Gentrificación y Cimavilla. Para desgracia de los habitantes del que es el ‘barrio alto’ de Gijón, de un tiempo a esta parte se ha vuelto complicado, por no decir prácticamente imposible, utilizar una de esas palabras sin pronunciar la otra, y viceversa. Y es que Cimavilla se ha convertido en un claro exponente de los peligros que dicho fenómeno entraña para las áreas históricas de las urbes. Quizá, incluso, en el mejor ejemplo de ello que existe en Asturias. Al menos, así lo creen en Andecha Astur. Por eso el partido regionalista ha convocado para este viernes la jornada ‘Macillavi pa los Yospla, de la ciudad infartada a la recuperación de los barrios‘, que se desarrollará a partir de las 20 horas, en la Casa del Chino. Una oportunidad para analizar la cuestión de forma colectiva, explorar sus causas y consecuencias, y aportar soluciones. La asistencia será libre.
Llucía Fernández, representante de Andecha, hará las veces de moderadora y participante en un coloquio en el que participarán, además, Gelu García, autor del libro ‘La ciudad Infartada’, y Sergio Álvarez, presidente de la Asociación Vecinal ‘Gigia’ de Cimavilla. Entre los tres, y contando al término de la mesa redonda con las opiniones del público, abordarán en profundidad el que es, a juicio del partido, «un proceso muy ligado a la especulación capitalista, al turismo y a la ausencia de respeto por la cultura y pueblos asturianos», y cuyas consecuencias más palpables son «la pérdida de espacios propios y el riesgo de extinción de la propia identidad, sin olvidar el abusivo encarecimiento de la zona, especialmente en lo que toca a vivienda». En fin, un fenómeno que, poco a poco, euro a euro, «va expulsando a los propios habitantes del barrio, ante la imposibilidad de hacer frente a los costes de vivir allí», y que ha llevado a que en la ‘zona alta’ cada vez sean más los inmuebles destinados al hospedaje turístico, en vez de a la primera residencia.