Las familias reclaman protocolos claros, formación sanitaria y el fin de las listas de espera tras el caso de «negligencia» de Pedro, un niño de seis años con autismo

¿Reciben los pacientes autistas la atención sanitaria digna y adaptada a la que tienen derecho todas las personas? Para los concentrados este miércoles a las puertas del HUCA, no. Y por ello se reunieron en una manifestación silenciosa, por respeto a las personas hospitalizadas, para reclamar una atención sanitaria adaptada tanto a personas con autismo como con otras discapacidades.
Tras la iniciativa se encuentra la sierense Esther Fernández, madre de Pedro, un niño de seis años con autismo de grado 3. Como narraba a este medio pocas horas antes de la concentración, la propia experiencia de su hijo en la sanidad pública fue lo que detonó la necesidad de luchar por un cambio en la forma en la que se trata a estas personas. “Hace unas semanas a Pedro le salió una caries. Seguimos los pasos establecidos, fuimos a la pediatra, que es maravillosa, y nos derivó a la unidad bucodental de Monte Naranco, especializada en personas con discapacidad. Pero allí solo miraron a mi hijo cinco segundos y decidieron que había que extraerle la muela con anestesia general en quirófano”, explicaba a miOviedo.
Esa decisión derivó en un largo tiempo de espera, mientras Pedro sufría crisis de dolor y episodios de autolesión. Incluso llegó a ser ingresado en la UCI del HUCA tras ser sedado en una de esas crisis, sin que se ofreciera otra alternativa que seguir esperando: “La Seguridad Social no se hizo cargo de sacar la muela de Pedro porque decían que no era urgente, a pesar de ver a un niño autolesionado”.
Finalmente, el caso encontró solución en una clínica privada, que tras conocer la historia de Pedro en redes sociales, se ofreció a intervenirlo. En apenas cinco minutos y con un simple calmante, extrajeron la muela sin necesidad de anestesia general. “Si se hubiesen adaptado los recursos, quizá se habría visto que no hacía falta la anestesia general. Lo que no se puede es dar por hecho que porque un crío tenga autismo ya tiene que entrar en quirófano”, cuenta su madre.
«Lo que la sanidad pública se negó a hacer, la privada lo resolvió. ¿Cómo se llama eso? Negligencia«

La concentración ha servido también para dar voz a las demandas de las familias: formación obligatoria en autismo para los profesionales sanitarios, eliminación de listas de espera interminables, revisión urgente de la unidad bucodental de Monte Naranco, atención preferente en casos de dolor o autolesión y la puesta en marcha en Asturias de la Tarjeta AA (Atención Adaptada). «Lo que la sanidad pública se negó a hacer, la privada lo resolvió. ¿Cómo se llama eso? Negligencia. Las listas de espera interminables no son una estadística: son una condena. Mientras el sistema “espera”, las personas sufren, se autolesionan y se deterioran. El sistema abusa de la sedación, la anestesia y la medicación psiquiátrica, porque es más fácil drogar a un niño que tratarlo con dignidad», rezaba ayer el manifiesto.
A pesar de ser una mañana de agosto, no fueron pocas las familias y personas que acudieron a mostrar su apoyo en la mañana de ayer al HUCA y respaldaron un manifiesto que fue contundente: “Basta ya de incompetencia. Basta ya de abandono. Exigimos una sanidad pública inclusiva, accesible y de calidad”.