Representantes de dicho colectivo y expertos en vivienda analizan el que es uno de los mayores puntos de inquietud a escala nacional, autonómica y local, en una jornada organizada en la Casa del Chino por el Conseyu de Mocedá de Xixón
Históricamente el ser humano se ha mostrado reacio a hablar de imposibles. De tareas difíciles sí, desde luego; de improbables, aunque a menor escala, también. Pero… ¿Reconocer que algo es inviable? Muchas evidencias tienen que concatenarse para que la especie, de forma general, dé su brazo a torcer y admita dicha condición. Y, sin embargo, en España el acceso a una vivienda, especialmente por parte de los más jóvenes, va camino de alcanzar esa dudosamente honrosa consideración. Los crecientes precios en el mercado inmobiliario, la precariedad salarial, y las deficiencias o insuficiencias presentadas por el grueso de las líneas de ayuda dibujan un panorama complejo, para el que la ciudadanía común reclama una mayor intervención de las Administraciones. En fin, un escenario difícil que este sábado, en la Casa del Chino de Cimavilla, en Gijón, fue analizado en profundidad en el marco de la Jornada de Emancipación ‘Aquí no hay quien viva’, organizada por el Conseyu de Mocedá de la ciudad, y que permitió no sólo revisar la polémica cuestión inmobiliaria… También poner sobre el tapete algunas posibles soluciones, ya implementadas en otros puntos del país.
Con la periodista de miGijón Adela Riesco y su compañera de gremio Lidia Fernández ejerciendo de moderadoras, la cita, que se prolongó a lo largo de toda la mañana, se distribuyó en dos mesas bien diferenciadas: una primera centrada en desgranar el problema de la emancipación juvenil a escala nacional, seguida por un coloquio para despiezar esa misma temática dentro de las fronteras del municipio. Una división lógica, a tenor de la necesidad de conocer el marco general para comprender el particular. Y el público reunido en la Casa del Chino celebró que, en la primera de ambas mesas, estuviesen presentes no sólo la directora de Viviendas del Principado (VIPASA), Susana González, y la presidenta del Coseyu de la Mocedá d’Asturies, Claudia Lera, sino también Íñigo Villaroya, a la sazón director general de Viviendas Municipales de Bilbao, y Guillermo Bergantiños, sociólogo y ex presidente del Consejo de Juventud de Navarra. Estos dos últimos intervinientes brindaron a los presentes una radiografía de la situación que se da en tierras vascas, donde se han desarrollado, y aún permanecen en curso, políticas para facilitar ese acceso juvenil a la vivienda, en forma de asistencia económica y control indirecto de la evolución de los precios.
De los gravámenes elevados a la expropiación para reactivar el mercado inmovilizado
Con ese escenario nacional ya dibujado, tras la pausa de media mañana llegó la hora de bajar a las circunstancias exclusiva de Gijón, algo de lo que se encargaron Sergio Álvarez, presidente de la Asociación Vecinal de Cimavilla; Yurena Sabio, su homóloga al frente del Conseyu gijonés, y sobremanera, José Pablo ‘Jota’ Calleja, quien en 2021 redactó y publicó el estudio ‘La vivienda vacía y en alquiler en el municipio de Gijón‘. Los conocimientos entonces obtenidos, complementados desde entonces con los datos aportados periódicamente por el Instituto Nacional de Estadística (INE), convirtieron a ‘Jota’ en el puntal de esa segunda mesa, marcada por un dato abrumador: la de la existencia de alrededor de 8.000 viviendas vacías en la urbe. Un escenario para el que el propio autor de aquel documento propuso soluciones draconianas, a imitación de las aplicadas en otras naciones de Europa, como gravar con cuantías elevadas a aquellos que posean activos inmobiliarios inmovilizados o, incluso, recurrir a la expropiación en el caso de los grandes tenedores.
Fue una jornada dinámica, activa, no limitada a la participación de los ponentes, y enriquecida con las aportaciones del público. Gracias a estas última se hizo hueco en el debate la cuestión de las ayudas, especialmente el Bono ‘Alquiler Joven’, agradecido por sus beneficiarios, pero que, relataron algunos de ellos presentes en la sala, «llegan meses tarde, sin que sepas a ciencia cierta cuándo podrán tenerlo en tu cuenta». Incluso Ángel Luis Benavente, gerente de la Empresa Municipal de Vivienda de Gijón (EMVISA) e igualmente presente entre la concurrencia, alzó la voz para reclamar la reactivación de los censos anuales de viviendas en situación de alquiler, realizado hasta hace pocos años por el Principado, pero actualmente en suspenso. Hecho este último que, recordó, convierte a Asturias en una de las tres únicas comunidades españolas que desatienden esa labor, y que, en caso de volver a la palestra, podría contribuir a regular el mercado, al fijar un marco comparativo de precios que posibilitaría las acciones de control.