En la calle Manso, en el barrio de La Arena, se encuentran las espectaculares instalaciones de este centro de formación y tecnificación de futbolistas, centrado tanto en la evolución deportiva como personal del deportista, que se complementa con un área de residencia y de representación para atraer talento de fuera de Asturias
“La idea de Inter Gijón surge de la necesidad de dar servicio, de cubrir un hueco que había en la formación para niños futbolistas, que hoy solamente atienden al servicio que les da su club, limitados a nivel de espacio y de tiempo”, explica su presidente Santiago Acetti. Una escuela que comenzó a implantar su metodología oficialmente el 1 de octubre, aunque septiembre fue un mes de puertas abiertas para darse a conocer, y que es el primer paso de un proyecto ambicioso “a 20 o 30 años”.
62 niños y niñas de entre 6 y 18 años, jugadores de campo y porteros procedentes de diferentes puntos de Asturias, conforman en estos momentos esta gran familia en el que el balón es el centro, pero no el objetivo final. “Nuestro propósito es generar algo, digamos, generacional. Dejar un legado en los niños que hoy tienen 6 o 7 años y que el día de mañana puedan estar trabajando de gerente en un banco después de haber hecho un recorrido con nosotros. Habrá quien llegue y habrá quien no —al profesionalismo—, eso da igual, lo que queremos es estar siempre y sobre todo unir”, asegura Acetti, que añade que “el tema de llegar o no a ser futbolista profesional es un poco delicado, es un poco tabú e incluso hasta a veces hablar de eso está como penalizado, pero creemos que con la excusa de intentarlo estamos dotando a los chicos de un montón de ideas, de hábitos, de formas de interpretar situaciones a nivel grupal, a nivel individual”.
Lucas Balacco es el coordinador de la Inter Academy, que cuenta con otros dos entrenadores, uno de ellos de porteros, y un preparador físico. ¿Y cómo es el método de trabajo? “Tenemos dos metodologías, dos formas de trabajar. Una es la metodología nuestra, que es Interimpulse, en la que lo que hicimos fue el programa de la temporada entera de 10 meses, dividirlo en los principios futbolísticos, como por ejemplo, el pase y conducción, que fue lo que trabajamos en octubre. Ahora en noviembre, conducción. Y después la parte individual, un poco a la carta”, relata el presidente.
Sobre la primera destaca que los grupos son de 5 jugadores como máximo, “por una cuestión de espacios y también de enfoque, para poder trabajar muy meticulosamente, de manera muy analítica con los chicos”. Las clases cuenta con 45 minutos de trabajo físico y 45 de técnica, y los futbolistas disponen de servicios de psicología deportiva, asesoramiento nutricional y fisioterapia, “todo lo que es darle un seguimiento a los niños”.
En lo que respecta a los planes individuales, llamados servicio Junior Pro, los deportistas “entrenan solos, como máximo duetos por edad y por nivel, lógicamente. Dicen ‘yo quiero trabajar la orientación en defensa’ o ‘necesito trabajar aspectos muy concretos’, y se trabaja en base a eso”. “Los niños vienen aquí para evolucionar y nosotros tratamos de acercarles todos los recursos”, completa Acetti.
Esta formación se complementa también con la presencia de embajadores, como es el caso del ex jugador del Sporting Babin, ahora en las filas del Avilés Industrial. “El coaching deportivo está de mano de Silvia Daniel, nuestra psicóloga deportiva, que viene puntualmente una o dos veces al mes a dar charlas a los chicos, y también tenemos un programa de mentoring, que alguien que ha llegado a lo que los chicos persiguen, que su sueño es ser futbolista, pueda trasladarles no sólo recomendaciones técnico-tácticas, sino también filosofía de vida y un poco de de inspiración”, explica Acetti.
“A los chicos les hace mucha ilusión, a pesar de que muchos no lo vieron jugar, pero se quedan impresionados por lo que impone. Babin se encarga de tener un trato muy cercano con ellos, es muy accesible, y les cuenta cosa como qué come. Está muy bien porque humaniza un poco más al jugador que llegó a la élite y ellos aprenden”, comenta Balacco.
En la faceta técnica, otro profesional que llegó a la elite, el entrenador Josu Uribe, también va a colabora con Inter Gijón, en concreto en el campus de Navidad que pone en marcha en estas vacaciones con una duración de dos semanas, aunque es posible apuntarse sólo a una. “Va a dirgir algunos de los entrenamientos, y estamos en contacto también con algunos futbolistas, sobre todo que pasaron por el Sporting, para que visiten el campus”, apunta Laura Amaro, directora de Expansión.
Residencia y representación
La Inter Academy es la primera de las tres ramas que conforman Inter Gijón. “Realmente el proyecto nace de una idea que es la fase 2, que es la fase de residencia y de agencia, pero bueno, creíamos que era inevitable dar el primer paso, que era la formación a nivel local. Aparte, tiene mucho sentido a nivel generacional, porque empezamos a trabajar con niños de 6 años que progresivamente irán metiéndose en una rueda de trabajo y de aprendizaje a la que que después se enganchan los más adolescentes, de 17-18 en adelante para todo lo que es la parte de residencia internacional”.
En definitiva, “crear el círculo completo. Empezar con la formación desde muy chicos, trabajar en la adolescencia, la última parte de formación involucrando gente del extranjero… Generar todo un ecosistema de trabajo que apalanque todo lo que se hizo previamente con los niños”. La residencia podría inaugurarse con la llegada de un chico mexicano de 19 años estas Navidades que se quedaría en algunos de los 30 inmuebles de los que dispone la empresa hasta que se termine un edificio proyectado en la parroquia de Leorio, en un lugar con tanto pedigrí como Mareo, donde también el Sporting tiene su legendaria escuela, que alojará a 16 futbolistas, previsiblemente a partir de septiembre.
“Queremos aprovechar un poco nuestro ecosistema empresarial, que nos permite tener un montón de contactos y clientes a lo largo de todo el mundo, sobre todo en Latinoamérica”, expresa Acetti, que también cita a China, Arabia, Japón o Estados Unidos. En definitiva, atraer talento, “porque fuera hay gente con mucho valor que, por problemas económicos o logísticos, no puede llegar”.
“Nosotros dentro de la pata de residencia tenemos dos líneas de negocio. Una es la de experiencias, que es que los chicos vienen pagando a vivir la experiencia de entrenar con nosotros aquí o de ir con el Sporting a la Escuela de Fútbol de Mareo, dependiendo de lo que quiera el jugador”. Éste viviría un programa de entrenamiento consistente en preparación física en las instalaciones de Inter Gijón a las 8.30 horas, para seguir a las 11 en campo, comida, descanso, dos horas de estudio por la tarde y acabar entrenando con el equipo en el que compita a partir de los convenios que se vayan a establecer con clubes asturianos.
Y la segunda, “que es donde entra la tercera línea de negocio, es la agencia”, relata’l presidente de este proyecto, que anuncia “un programa de becas y mecenazgo a través de Interagency para traer niños de fuera. Ahí es donde entra todo el tema de ‘partners’ en el extranjero, que es lo que está llevando Laura Amaro en tema de expansión”.
Un proyecto, por lo tanto, muy ambicioso, que, repite, “es a 20-30 años”, y que tiene en marcha su academia en sus instalaciones de La Arena. Éstas cuentan con césped artificial técnico, dos salas de tecnificación —la de la planta de arriba específica para porteros—, gimnasio, sala de fisioterapia y sala de vídeo, y en ellas entrenan 62 niños y niñas que buscan mejorar, día a día, sus condiciones técnicas y físicas mientras sueñan en llegar a la élite.