Sólo tres incendios forestales seguían activos a última hora de ayer domingo, aunque la lucha nocturna ha sido titánica, especialmente en Genestoso, donde se ha podido proteger el pueblo con un cortafuegos; el riesgo sigue siendo «muy alto»
¿Puede decirse, con respecto a los incendios forestales que llevan semana y media asolando Asturias, que lo peor ha pasado? Quizá sea pecar de un exceso de optimismo, y no cabe duda de que aún queda partido por delante… Pero, si uno se basa en los datos matemáticos, parece que sí. Al menos, a última hora de este último domingo. Porque ayer, según el último parte facilitado por el Servicio de Emergencias de Asturias (SEPA), sólo tres fuegos continuaban activos dentro de las fronteras autonómicas, un balance de lo más esperanzador si se piensa que, la semana pasada, llegó a haber más del doble ardiendo en distintos puntos de la región. Y precisamente esos tres frentes son los que han acaparado el grueso de los medios de extinción disponibles, un masivo despliegue que, como una liga de naciones, incluye a profesionales españoles, sí, pero también griegos y franceses, y tanto civiles como militares. Para todos ellos, la batalla todavía no ha terminado… Y la noche ha sido particularmente intensa.
Si hay un escenario que ha vuelto a erigirse en quintaesencia del drama de esta marea de fuego, ese es Genestoso, en el término municipal de Cangas del Narcea. El pueblo que da nombre a la parroquia pudo salvarse de la dentellada de las llamas procedentes del área leonesa de Orallo, sí, pero sólo después de que los destacamentos que trabajan allí abriesen a toda prisa, valiéndose de fuego técnico, un cortafuego a modo de cierre perimetral, luchando a la par contra la oscuridad, contra el agotamiento y, por supuesto, contra el avance del incendio. Ese pulso lo han sostenido varios efectivos de Bomberos del Principado, reforzados por compañeros de la Unidad Militar de Emergencias (UME), de dos empresas forestales privadas y de la expedición procedente de Grecia, todo ello con el apoyo aéreo de dos helicópteros autonómicos. Además, sobre el terreno se ha podido utilizar una máquina retroaraña.
Siete helicópteros y un avión sobre Degaña
También en Degaña ha sido necesario emplearse a fondo durante el crepúsculo. De nuevo Bomberos del Principado y efectivos de la UME encabezan el despliegue, con la inestimable asistencia de las Brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales (BRIF) de Tineo y del lugar, y de dos fuerzas foráneas: una, formada por bomberos de Navarra, y otra, por voluntarios franceses. En sus manos han tenido cuatro bulldozers; los mismos que han permitido a los militares de la UME trazar una línea de defensa en el sector de Valdeprado. Eso, en tierra, porque en el aire se contaban hasta siete helicópteros en vuelo, tanto autonómicos como nacionales, coordinados por un avión del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico.
El tercer y último incendio activo es que declarado en Caunedo-Gúa-Perlunes, en Somiedo, anclado en una pista forestal. A la vissta de esa particularidad, un helicóptero asturiano pasó el domingo bombardeando los puntos críticos, mientras en tierra combatían las llamas destacamentos de Bomberos del Principado y dos cuadrillas de empresas forestales, con el impagable apoyo de una unidad de profesionales procedentes de Andorra. Así mismo, son varios los incendios controlados, y tres los declarados estables. Pese a ello, el Instituto de Recursos Naturales y Ordenación del Territorio (INDUROT) advierte de que, durante este lunes, Asturias seguirá en riesgo «muy alto», por lo que llama a extremar las precauciones y cumplir con las restricciones temporales vigentes, como las quemas controladas en todos los municipios de la región.