La operadora ferroviaria acometerá trabajos de pintura, limpieza de grafitis y la restauración de elementos singulares, como las marquesinas o los bancos, toda vez que tengan algún valor diferenciador o histórico

Es un tema sobre el que se ha debito largo y tendido, que acumula decenas de comentarios críticos por parte de empleados y pasajeros, que alimenta una imagen general del servicio no siempre deseada: muchas de las estaciones ferroviarias que pueblan Asturias necesitan una puesta a punto. Y urgente, además. Sin embargo, la cuestión parece haber calado, al fin, en RENFE, que este miércoles ha anunciado su intención, ya en curso, de llevar a cabo labores de limpieza y rehabilitación en un total de veinticinco paradas de la red de ancho métrico (o vía estrecha, la antigua FEVE) distribuidas por toda la región, con una inversión de 371.000 euros. Eso sí, pese al mal estado del grueso de las que se hallan en Gijón, sólo una de cuantas dan servicio en el municipio figura en el listado: la de Veriña.
Las actuaciones, integradas en el Plan de Mejoras de Cercanías acometido por la operadora ferroviaria pública, arrancaron el mes pasado en la propia Veriña y en el apeadero de Aboño, y proseguirán en otras once estaciones del núcleo de Cercanías de Asturias, repartidas por las líneas C4, C5, C6 y C7: Perlora, Santiago del Monte, La Florida, Noreña, Sotiello, Sotrondio, Ceceda, Meres, San Román, Sandiche y Santa María de Grado. A mayores, habrá actuaciones en otras doce paradas de las líneas de Media Distancia R1 y R2, que conectan con Galicia y Cantabria, respectivamente: Canero, Castropol, La Caridad, Villapedre, Belmonte de Pría, Colombres, Cuevas, Nueva, Pendueles, Soto de Dueñas, Toraño y Villamayor. Finalmente, y al margen de este proyecto, fuera del territorio asturiano se trabajará veintiuna estaciones de ancho métrico más, sitas en Castilla y León, Cantabria y Galicia.
En todos los lugares, las cuadrillas de obreros comenzarán retirando todos los grafitis presentes para, a continuación, reparar y acondicionar las superficies adecentas, paso previo a su repintado. Del mismo modo, se llevará a cabo la reparación de algunos elementos singulares de estas construcciones ferroviarias, como son las marquesinas o los bancos. Estas labores de mejora van encaminadas también a luchar contra las pintadas, grafitis y actos vandálicos que se producen contra estas instalaciones. El objetivo final del plan, según ha informado la propia RENFE, es «devolver el buen aspecto a las estaciones y apeaderos, unificando su imagen y facilitando su reconocimiento».