La duquesa se interesa diariamente por el estado de ‘Tina’, a la que ayudará económicamente
Hablar de Tina ‘Cocaína’, como se la conoce desde su etapa en la Guardia Civil, es quizás hablar de una de las perras más mediáticas de los últimos años en nuestro país. Tras jubilarse e instalarse en Gijón, su retiro se convirtió en un infierno, que incluyó un cáncer y numerosas infecciones. Una última infección bacteriana parecía que iba a ser su final, pero Tina y Pedro García, guardia civil retirado y dueño de la perra, no han dejado de luchar.
Poco a poco, inició un periodo de rehabilitación, fisioterapia, sesiones de hidroterapia y medicación para volver a recuperar la movilidad. Finalmente pudo volver a caminar, no sin dificultad. Desgraciadamente, en los últimos días experimentó una recaída y la infección parecía volver con fuerza. El tratamiento para esta heroína de las fuerzas de seguridad ha supuesto ya cerca de los 16.000 euros para la familia. Numerosas personas ya han apoyado la causa por medio de crowdfunding. Al encontrarse jubilada, la perrita no tiene derecho a recibir ninguna ayuda de la Guardia Civil.
Amante de los animales, Eugenia Martínez de Irujo, la duquesa de Montoro, descubrió la historia de ‘Tina’ en redes sociales y no dudó en contactar a Pedro García. Desde entonces, se ha fraguado una relación en la que el dueño tiene un contacto casi diario con la duquesa, que se ha comprometido a sufragar parte de los grandes gastos que supone el tratamiento, pruebas diagnósticas y seguimiento veterinario.
La amistad con Martínez de Irujo se refleja en una ‘promesa’ ya acordada: en cuanto ‘Tina’ pueda caminar sin problemas y viajar sin impedimentos, irán a Sevilla o Madrid (lugares de residencia de la duquesa) para que pueda conocer personalmente a la perrita y a sus propietarios.
‘Tina’ es, en realidad, una aféresis. Su nombre original es «Valentina» y es de raza Labrador. De su lista de hazañas como parte de la Guardia Civil hay dos que destacan sobre el resto. Detectó seis millones y medio de euros repartidos en las maletas de dos ciudadanos chinos cuando trabajaba en Barcelona. Sin embargo, su mayor logro fue dar con un cargamento de polvo de cocaína tasado en un buen bocado –concretamente, 24 millones-, lo que le llevó a ser condecorada por la Benemérita. La pericia de «Tina Cocaína», como la bautizaron en la Guardia Civil, trascendía límites. Experta en la búsqueda de hasta seis tipos de drogas y la primera de la clase en acudir a la llamada de «poderoso caballero», la perrita fue reclamo de distintos programas de televisión en los que participó para enseñar al mundo sus habilidades.