La intérprete madrileña, de 42 años, tuvo una prolífica carrera cinematográfica, aunque también fue habitual de las tablas teatrales, paso por el Centro Niemeyer incluido; en 2023 sorprendió con su presencia en el Festival de la Manzana de Villaviciosa

En la muerte de un actor suele haber un no-sé-qué de pérdida familiar. De despedida a una persona que, aunque desconocida en el trato cercano, ha llegado a convertirse en un ser casi conocido, hasta cotidiano, a través de sus papeles. Pues bien, España ha perdido a su eterna ‘La Juani’… O, lo que es lo mismo, a Verónica Echegui de Echegaray. La actriz madrileña, por siempre ligada al personaje con el que que Bigas Luna la hizo debutar en el cine en 2006 en la recordada película ‘Yo soy La Juani’, fallecía el pasado domingo, a la temprana edad de 42 años, víctima de un cáncer contra el que llevaba tiempo batallando. Terminaba así, prematuramente, una carrera plagada de reconocimientos y méritos, aplaudida por directores, compañeros y espectadores por igual, y que, por supuesto, trajo a la intérprete a las tablas teatrales de Asturias, una región de la que, incluso, tuvo ocasión de disfrutar en lo personal en 2023.
Emparentada por la rama materna con el Premio Novel de Literatura José Echegaray y con el comediógrafo Miguel Echegaray, Echegui, como tantos otros actores, dio sus primeros pasos asumiendo pequeños roles en series televisivas, al tiempo que, en 2005, saltaba por primera vez al escenario del Teatro María Guerrero, como parte del reparto de ‘Infierno’, montaje dirigido por el también difunto dramaturgo esloveno Tomaž Pandur. El reconocimiento general del público le llegó al año siguiente, gracias a la mencionada película de Luna; su interpretación de ‘La Juani’, una extrovertida joven de extrarradio que emigra a la capital española con el sueño de convertirse en actriz, cautivó a crítica y público, y le valió una nominación al Premio a Mejor Actriz Revelación en los Goya de 2006, galardón que, finalmente, se llevó Ivana Baquero por ‘El laberinto del fauno’. Aun así, con un Premio Sant Jordi bajo el brazo, Echegui inició una meteórica carrera que incluyó nuevas nominaciones al Goya en 2009, por ‘El patio de mi cárcel’; en 2012, por ‘Katmandú, un espejo en el cielo’, y en 2021, por ‘Explota, explota’. Por fin, en 2022 se alzó con la estatuilla, aunque como directora, por el cortometraje ‘Tótem loba’.
Al margen del séptimo arte, el teatro fue el segundo gran hogar de Echegui, y gracias al mismo, en noviembre de 2018, se subió a las tablas del Centro Niemeyer de Avilés, como parte del reparto de ‘La Strada‘, montaje basado en la película homónima que Federico Fellini dirigió en 1954, y que tuvo al timón al prestigioso Mario Gas. No obstante, la conexión de la madrileña con el Principado no se limitó a dicha recala… En un plano mucho más personal, en octubre de 2023 acaparó focos y comentarios cuando, por espacio de varios días, se alojó en Villaviciosa con Álex García, por aquel entonces su pareja sentimental. Ambos, además, fueron inmortalizados disfrutando del Festival de la Manzana, durante el cual García aprendió a mayar… No sin la inestimable ayuda y asesoramiento de su compañera, desde luego. En fin, una más de las muchas anécdotas que han jalonado la vida de una artista fallecida antes de tiempo, y por cuya pérdida hoy el mundo de la cultura está de luto en España.