El histórico militante astur-cántabro, fundador de COSAL y XEGA, falleció este lunes a los 67 años. Su compromiso con las causas sociales, el sindicalismo y los pueblos oprimidos deja un vacío enorme en Asturias y Cantabria

Este lunes fallecía, de manera repentina, a los 67 años, Tino Brugos, profesor de Historia e incansable activista. Fue uno de los fundadores, durante su juventud, del Comité de Solidaridad con América Latina (COSAL) y de XEGA. En los últimos años, seguía vinculado al sindicato SUATEA en Asturias, pese a disfrutar ya de su jubilación en Cantabria.
“Militante internacionalista, comprometido con la lucha de los pueblos, miembro fundador de nuestro comité”, se despedía el Comité de Solidaridad con los Pueblos Interpueblos de este incansable buscador de la justicia y las causas sociales. “Estuvo hace nada en nuestra asamblea, en octubre. Es una pérdida muy grande, sobre todo para los históricos”, señalaba a este medio Miguel Laria, de SUATEA. En el sindicato, donde era «un imprescindible», todavía están en shock por lo ocurrido y apuntan que su pérdida es “una tragedia para toda Asturies. No solo por la desaparición de una persona que atesoraba un conocimiento vastísimo de realidades de todo el mundo, que contribuyó a acercar y que ofrecía un análisis lúcido sobre los más variados temas. Tino era una enciclopedia viviente. Pero además, y sobre todo, era un luchador incansable”.
Recuerdan también su lucha por el pueblo kurdo, por la que fue retenido, liberado y más tarde expulsado de Turquía cuando participaba como observador internacional en territorio kurdo; y, más recientemente, su compromiso con el pueblo palestino, siendo parte activa en las recientes protestas contra el genocidio. “Uno de los imprescindibles asturianos y cántabros nos ha dejado cuando más falta nos hacía”, lamentan sus compañeros. Defensor de la causa LGTBI “cuando nadie hablaba de ello”, en XEGA, su otra familia, este martes amanecen también más tristes: «Tino tenía una gran inquietud intelectual y una gran cultura, que mantuvo siempre: daba cuenta y estaba a la última en cine, en literatura, en historia y, sobre todo, en política, sin que ningún campo del conocimiento humano le fuera ajeno. Su capacidad de trabajo resultaba sorprendente y, quienes le conocimos, siempre le recordaremos con algún libro bajo el brazo, en una imagen que le caracterizaba».
Una voz insustituible en la lucha del colectivo LGTBIQ+ en Asturias

El cofundador de XEGA, José Manuel González, recuerda con emoción a su compañero de militancia y amigo. Confiesa que la noticia de su fallecimiento le ha devuelto una oleada de recuerdos, de aquellos primeros años de activismo en los que ambos compartieron sueños, luchas y una profunda convicción por la justicia social. “Desde aquellos primeros años ochenta fueron muchas las experiencias compartidas: las asambleas de la Universidad, las noches de turnos en el Topu Fartón, los encuentros y jornadas organizadas por los COSAL, por la LCR, los viajes…”
González rememora especialmente el nacimiento de XEGA, la primera organización gay de Asturias, un proyecto que, asegura, “marcó nuestras vidas para siempre. Recuerdo aquellas innumerables reuniones en el otoño de 1992, junto con Adolfo Saro —lamentablemente también fallecido—, para buscar un nombre para el colectivo, establecer unos estatutos y presentarlo ante la sociedad asturiana”. Una vez fundada, Brugos se volcó por completo en el nuevo movimiento. “Cuando XEGA era ya una realidad, Tino fue siempre imprescindible: en los encuentros estatales, en las estrategias ante el reconocimiento de nuestras parejas, en las pegadas de carteles por Oviedo y Gijón o en el proyecto de editar una Guía Didáctica pionera en el ámbito educativo, que tuvo gran repercusión, incluso a nivel internacional, con una presentación en Turín a la que asistió él mismo.”
El cofundador recuerda también el lado más humano y festivo del activista: “Las espichas del Topu Fartón, las noches bohemias en la Santa Sebe de Oviedo o en el Eros de Gijón, los viajes a Madrid —como aquel en el que Tino iba de opositor, arrastrando un carrito de la compra lleno de libros— forman parte de nuestra memoria colectiva». Un espíritu que seguirán honrando en la entidad asturiana, «queremos, ante su irreparable pérdida, mantener su legado y su lucha por un mundo más justo y sin discriminaciones».