Efectivos de Bomberos de Gijón y de la Policía Local se desplegaron en el lugar después de que un particular informase erróneamente de que había un cadáver tendido al pie del Cerro
Camiones de rescate, vehículos policiales, equipamiento de emergencias, hombres y mujeres de uniforme… Por un montón de bolsas de supermercado. Esa fue la respuesta a una llamada realizada en las horas finales de la tarde de este lunes por un particular que confundió tales restos plásticos con un cuerpo humano tendido en el cruce de la subida al cerro de Santa Catalina con la calle Honesto Batalón, en el barrio de Cimavilla. En tales casos, desde luego, la prudencia es la norma a seguir, y el despliegue subsiguiente se realizó atendiendo a esa posibilidad. Poco después, no obstante, se daba la feliz noticia: todo había sido una falsa alarma.
Según fuentes municipales, el aviso se recibió alrededor de las 19.35 horas, con la oscuridad ya cerniéndose sobre la ciudad. Bien por esa progresiva falta de luz, bien por un despiste visual, el autor de la alerta creyó que el pequeño montículo de bolsas, colocado cerca de los antiguos cañones allí dispuesto, era una persona tendida, bien fallecida, bien inconsciente o herida. De inmediato se trasladaron al escenario efectivos de la Policía Local y del Servicio de Bomberos, que iniciaron la investigación. Fue cuestión de pocos minutos que, para sorpresa y alivio de los vecinos presentes, se desvelase el feliz y divertido desenlace.