«Quería ir a por el 13 pero no contaba con ello», cuenta Cristina

Cristina Pérez del Río Parrondo tuvo claro desde pequeña que su vocación sería seguir los pasos de su madre, dedicada a cuidar la salud de los más pequeños. Con Pediatría en mente entonces supo que lo que no vendría un camino de rosas: el grado de Medicina tiene una de las notas de acceso más altas en la Universidad de Oviedo, y marcharse no era opción. Así, hizo una trayectoria impecable en el colegio Severo Ochoa que continuaría en el IES Montevil durante la secundaria hasta llegar a Bachiller, la recta final. Con «esfuerzo» llegó a las pruebas de la EBAU con una nota media de 10 en los dos cursos de Bachillerato, así que para un 60% de la nota el trabajo ya estaba todo hecho.
Y llegaron los exámenes. Esas 48 horas de apuntes y tensión en los que sobrevuela todo lo aprendido en Historia de España, preceptos de Filosofía o la sintaxis de Lengua Castellana. En su caso, con Biología y Química como pruebas específicas. Parrondo consiguió calmar «todos los nervios» que sobrevienen e ir «por lo menos, a por el 13», aunque no se esperase lo que iba a pasar después, cuando recibió la noticia de convertirse en la gijonesa con mayor puntuación en la EBAU este año, con un 13,9 en la nota final. «En casa nos emocionamos muchísimo, no contábamos con ello», confiesa la joven.

Una nota que sabe a premio y a «descanso» este verano y que espera pasar en el pueblo de ambas partes de la familia, en Tineo y en Valdés, acompañada por sus abuelos. «En ambos tengo muy buenas amigas y siempre paso varios días en cada uno», cuenta contenta. También se muestra alegre por compartir buenas noticias con otros compañeros y amigos en Gijón, que aunque no hayan obtenido la mayor de las notas, también «tuvieron buenos resultados». «Todavía no sabemos cómo lo celebraremos, pero algo haremos fijo», asegura.
La joven, además, cuenta que la experiencia de preparar uno de los exámenes más cruciales en la vida de cualquier estudiante como resulta la EBAU le hizo poner en balance la importancia de descansar, como ella misma priorizó al decidir ir a ver a Taylor Swift a uno de sus conciertos en Madrid hace semanas. «Estaba muy agobiada estudiando pero tenía ganas de ir y me dio tiempo», narra. Una organización de «casi 10» sobre 10.