El cierre provisional de obra será sustituido por un cierre diáfano en el lado oriental, imprescindible para garantizar la seguridad de las personas que se acerquen hasta la zona
El Ayuntamiento de Gijón ha finalizado las obras de restauración de la fuente de la Fontica, en el cerro de Santa Catalina, que comenzaron el pasado mes de octubre y han contado con un presupuesto de 85.049,97 euros.
Según una nota de prensa del Consistorio gijonés, esta actuación se enmarca en el Plan de Sostenibilidad Turística en Destino del Ayuntamiento, que cuenta con financiación europea, a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, y está dotado con 1.268.000 euros.
Los trabajos han permitido la estabilización del terreno sobre el que se asienta la fuente, muy afectado por un derrumbe en su ladera oriental, y también realizar un estudio arqueológico para conocer la historia de la que es considerada la fuente pública más antigua de la ciudad.
El estudio arqueológico elaborado ha constatado que el origen de La Fontica se remonta al siglo XVIII. En aquel momento estaba formada por un pequeño pilón y un canal de desagüe, pasando a tomar su actual aspecto en una obra acometida en el siglo XIX y dos restauraciones posteriores en 1913 y 1987.
Las obras se han desarrollado manteniendo la integridad del monumento y su fisionomía, utilizando tratamientos de restauración y conservación de los muros y el cuerpo central de la fuente, regenerando un espacio degradado en peligro de desaparecer.
Para completar los trabajos se colocará una panel indicativo, elaborado con el mismo material que el resto de paneles de este tipo existentes en el cerro, y erigido como elemento significativo para dar a conocer a toda la ciudadanía la historia y peculiaridades de este monumento.
Asimismo, y gracias a la colaboración de la EMA, también se ha podido determinar la procedencia del agua que abastece a la fuente, y es de un pozo artesiano que se comunica con la parte trasera a través de un túnel de obra.
El cierre provisional de obra será sustituido por un cierre diáfano en el lado oriental, imprescindible para garantizar la seguridad de las personas que se acerquen hasta la zona.
