“Mi hija Valeria podrá traerle dibujos sin estar lejos de casa”, explicaba un emocionado Manu Preciado
Los actos de homenaje a Manolo Preciado son atemporales. Da igual cuándo se hagan, que la memoria y el aprecio por el hombre que devolvió la esperanza a Gijón siguen intactas. Este sábado y en su localidad natal, Astillero, fue inaugurado un nuevo busto del que ya es hijo predilecto del municipio. Al acto, acudió su hijo, Manu Preciado, y la nieta del míster, Valeria; asimismo, hubo una amplia representación del Real Racing Club, otro de los equipo de la vida de Preciado, encabezada por su presidente Manolo Higuera, el máximo accionista Sebastián Ceria, y José Alberto López y Pablo Álvarez, entrenadores del primer equipo. Además, han estado presentes la leyenda sportinguista José Antonio Redondo y Roberto Canella, destacado jugador de la era Preciado en el club gijonés.
En declaraciones para Radio Sporting, Manu Preciado explicaba: “Pasan los años y todavía se acuerdan de él como si todo hubiera pasado hace dos días. Estuve con mis hijos viendo al Levante en el primer partido de liga, equipo en el que mi padre entrenó, y ves en los ojos de la gente como si se hubiese ido hace nada”. Manu comentaba también que, con este nuevo busto, sus hijos “tienen un sitio para visitarlo más cerca de casa, y mi hija Valeria podrá traerle dibujos”. El destino ha querido que este domingo el Sporting juegue en Valencia contra el Levante: “Me invitaron al partido y me sabe mal no poder ir, son dos de los equipos en los que más poso ha dejado mi padre”.
El que fue lateral del Sporting, Roberto Canella, tuvo unas bonitas palabras durante el acto: “Para mí, Preciado fue como un segundo padre. Me dio la oportunidad de jugar en Primera en el equipo de mi vida. Tenía unos principios que no he visto a nadie como entrenador. Trajo una ilusión enorme a Gijón, cuando el sportinguismo estaba de capa caída. Poca gente puede conseguir algo así, y él lo hizo”.
El busto fue donado por el artista local Jesús Jimeno y por medio de la peña racinguista San José 1913, una de las más numerosas del club verdiblanco, consiguieron este recuerdo al que ya es desde hace unos años, hijo predilecto de Astillero. Javier Fernández Soberón, alcalde de Astillero, Judith Jambrina, presidenta de las Asociación de Peñas Racinguistas y cerca de 400 personas presentes disfrutaron de la tarde y aprovecharon la ocasión para tomarse fotografías en el nuevo símbolo de Preciado.