POR BORJA PINO/AGUSTÍN PALACIO
A las 14.00 horas han votado 326.55 asturianos
La participación en las elecciones generales en Asturias a las 14.00 horas es del 39,04%, lo que supone 4,62 puntos más que en las últimas celebradas en noviembre de 2019, según el primer avance de participación facilitado por el Ministerio del Interior. De esta manera, a las 14.00 horas han votado 326.555 asturianos. A la misma hora de hace cuatro años, habían votado 293.862 personas, el 34,42% del electorado regional. El índice de participación de Asturias es ligeramente inferior es al del conjunto del país, del 40,4%. Si supera el incremento del 2,48% que se ha producido en España en relación a los comicios de 2019.
La afluencia a las urnas en Gijón no cesa. Dos vecinos han afirmado en el Antiguo Instituto la necesidad de que haya «un cambio político en el país». En este centro, el número de papeletas disponibles de los partidos PP y Vox ha ido bajando durante toda la mañana. En contraposición, desde el barrio de Pumarín los interventores tenían constancia de lo contrario: se habían usado muchas papeletas de partidos de izquierdas.
Desde la céntrica Escuela de Comercio, donde el goteo ha sido constante, la joven Lidia Basteiro, ataviada con ropa de playa, ha comentado que «hay que votar, pero si pudiera estaría de vacaciones». Insiste en que «es imprescindible el cambio en España».
En el Colegio Público Jovellanos, la participación ha sido alta esta mañana, sobre el 40%. Comenta la organización que en torno el 10% del voto de cada pieza ha sido realizado por correo. Mucha gente ha traído también el voto de casa, en contraste con otros colegios. Lucía Centellas, una mujer joven, ha ido convencida a votar «contra lo que pueda venir». «No entiende» la estrategia de Pedro Sánchez de adelantar los comicios, pues piensa que la coalición de gobierno hubiese tenido tiempo hasta diciembre para mejorar su imagen. Gabino Mato, de 42 años, vota por la «continuidad» y está satisfecho «con la gestión del Gobierno». Está muy contento con la gran participación que percibe: «Es un síntoma de salud democrática, y prueba de que a lo mejor se puede materializar la continuidad». Mato «no se fía» del voto por correo, y él habría «esperado hasta septiembre para adelantar los comicios». De hecho, ha tenido que mover las vacaciones «para no arriesgarse».