Tras dos años sin celebrarse, la fiesta de la tinta asturiana acoge a más de cien artistas de la aguja
La tinta y la aguja ya no son una moda. Han llegado para quedarse. El nivel demostrado por los artistas, cada vez más numerosos y con un talento descomunal, así lo certifica. Ya no es raro encontrarse a alguien que lleve alguna pieza en su piel. Y viendo el resultado de los lienzos humanos que se pasaron estos días por la Asturias Tattoo Expo, no es para extrañarse. Tener más de cien tatuadores es otro aval para la exposición.
En los carteles de los stands pueden verse estudios de casi todo el territorio nacional. Alicante, Barcelona, Madrid, Asturias… Pero no sólo patrios. Algunos tatuadores han cargado sus bártulos y se los han traído de Italia, Estados Unidos o Bélgica, por ejemplo. La tinta cruza las fronteras y muchos afortunados se han podido llevar a casa el arte de sus tatuadores favoritos.