Algunos vecinos señalan a Nuria Bravo, concejala de Seguridad, como responsable por inacción ante la no instalación de cámaras de seguridad
La histórica iglesia de Samartín de Güerces ha sido víctima de un nuevo acto de vandalismo y robo que ha conmocionado a la comunidad local. En esta ocasión, los delincuentes no solo profanaron el lugar sagrado, sino que también se llevaron objetos de gran valor tanto religioso como histórico. Entre los elementos robados se encuentran el cáliz, la custodia -una pieza única que sobrevivió a la Guerra Civil-, faroles, cruces, e incluso lámparas.
Este incidente se suma a una larga lista de robos en la zona, lo que ha despertado una creciente preocupación entre los vecinos, quienes denuncian la falta de medidas efectivas de seguridad. A pesar de los repetidos robos, la iglesia no cuenta con cámaras de vigilancia, lo que facilita la acción de los delincuentes y deja a la comunidad desprotegida.
Ante esta situación, varios vecinos ha manifestado a este diario su indignación y ha señalado la necesidad de tomar medidas urgentes para garantizar la seguridad del patrimonio local. En un comunicado, han planteado la posibilidad de pedir la dimisión de la concejala de seguridad ciudadana de Gijón, Nuria Bravo, a quien consideran responsable de la inacción y la falta de respuesta adecuada ante esta ola de delitos.
Los vecinos exigen que se implementen de inmediato medidas de protección, como la instalación de cámaras de vigilancia, para evitar que estos actos vandálicos sigan ocurriendo y para preservar lo poco que queda del patrimonio cultural y religioso de Samartín de Güerces.