El cineasta Hong Sang-soo volvió a hacerse triunfador de la edición con el Premio a Mejor Largometraje en la Sección Oficial Albar, su tercero en el certamen gijonés
El Festival Internacional de Cine de Xixón entonó ayer su despedida en esta 62ª edición. Una sin embargo nada triste y cargada de premios y de momentos emotivos, alentadores, reivindicativos, poéticos y musicales en una gala de clausura conducida por la comunicadora asturiana Arantxa Nieto. El cineasta surcoreano Hong Sang-soo cosechó su tercer galardón en el festival gijonés con el Premio al Mejor Largometraje en la categoría oficial Albar por ‘By the Stream’, película que también le valió el galardón a Mejor Actriz a Kim Minhee, protagonista en este drama «sentimental y cálido, humanista y lúcido».
De la sección Albar también salió el galardón al mejor actor, que fue para Abou Sangare por su papel en ‘L’Histoire de Souleymane’, un trabajo de Boris Lojkine en el que traslada el asunto de la inmigración a la jungla urbana que supone París para un emigrante ilegal y convertir su historia en una llamada a filas a la sociedad en la que vivimos. El largometraje ya había valido a Sangare para granjearse el premio a Mejor Actor en la sección Un Certain Regard del Festival de Cannes. El premio a la Mejor Dirección, por otro lado, recaló en el alemán Matthias Glasner con ‘Dying’, el largometraje en el que desvela su historia personal a raíz del fallecimiento de sus padres.
Los cuatro importantes reconocimientos fueron recibidos por sus premiados en la distancia, a diferencia de las premiadas ‘de honor’ como Athina Rachel Tsangari, Premio de Honor del FICX 2024 y Carla Simón, Premio Comadre de Cine por su compromiso con la igualdad. Ambas tuvieron palabras de agradecimiento para el certamen de Gijón con reivindicaciones sobre el papel de las mujeres en el séptimo arte. «Gracias al trabajo de muchas ya no somos objetos sino sujetos, algo está cambiando para mejor», expresó esta última.
Pero quizá el mayor discurso protesta fue pronunciado por Howi Álvarez, ganador del premio al Mejor Corto Asturiano con ‘Soledá’, quien criticó la cantidad de oportunidades que se les fueron robadas a los jóvenes creadores asturianos a lo largo de los años y su capacidad resiliente para seguir creando historias en la pantalla en un ecosistema que no lo favorece. Se ganó la mayor ovación del público pidiendo «por favor» a las administraciones allí presentes: «No permitáis que nos tengamos que ir fuera a buscar un futuro». Lo hizo después de explicar que el Principado fue la única comunidad autónoma en suprimir un laboratorio de creación cinematográfica para jóvenes. En la categoría también oficial de competición ‘Retueyos’, el director argentino Hernán Rosselli cosechó el Premio FIPRESCI al mejor largometraje además del Premio Especial a la Contribución Artística ‘Tierres en Trance‘ con ‘Algo viejo, algo nuevo, algo prestado’, la historia particular de una familia mafiosa dedicada a las apuestas clandestinas.