La mujer se encontraba en el cruce de las calles Pérez de Ayala y Sahara cuando, de súbito, un arco lumínico cayó sobre ella y la golpeó en la cabeza; por fortuna, el incidente quedó en un mero susto, y la afectada ni siquiera precisó atención médica
Es bien sabido que la Navidad es una época carga de sorpresas… Aunque no todas ellas sean ni positivas, ni tampoco deseables. Una categoría en la que, sin duda, puede incluirse lo acontecido ayer miércoles en el barrio gijonés de El Llano. Cierta mujer de 78 años que, en pleno horario matutino, se disponía a cruzar la intersección de las calles Pérez de Ayala y Sahara vio como, de súbito, el arco lumínico desplegado en la primera de ambas, instalado por la empresa Germán Vizcaíno como parte del alumbrado navideño de la ciudad, se venía abajo, golpeándola en la cabeza y arrojándola al suelo. Fue un hecho aparatoso, qué duda cabe, y varios viandantes acudieron a toda prisa hasta la afectada, ayudándola a levantarse y preocupándose por su salud. Sin embargo, y felizmente, lo aparente resultó ser mucho más serio que lo real; efectivamente, las lesiones presentadas por la fémina eran de extrema levedad, por lo que descartó de todo punto ser trasladada en ambulancia a dependencias sanitarias. Nadie discute que se haya tratado de un accidente.
Fuentes del Ayuntamiento han confirmado a este periódico que, según la información facilitada por la empresa instaladora, la razón de la caída del arco pudo estar en cierta pieza conocida como aislador. Su función, simplificando mucho la explicación, es separar el cable directamente conectado a la corriente eléctrica de aquel que se conecta a la fachada más cercana; ese segundo cable es, de hecho, el que permite mantener la pieza suspendida sobre la calle. Y fue precisamente ese aislador el que se rompió ayer, propiciando la caída del conjunto sobre la vía pública y, por extensión, sobre la cabeza de la pobre mujer. Los técnicos de Germán Vizcaíno creen se debió a un defecto puntual, algo avalado por el hecho de que cada aislador puede llegar a soportar pesos de hasta dos toneladas, y de que no han cambiado de marca recientemente. Además la compañía, como el propio Consistorio, reiteran que el personal que integra la veterana compañía cuenta con sobrada experiencia en esta clase de menesteres.


