Anoche, varios puntos de España, incluido Gijón, fueron testigos de un fenómeno poco común: auroras boreales. Un espectáculo de la naturaleza que, si bien fue menos intensas que en mayo, fue seguido por aquellos que se acercaron a zonas elevadas y poco iluminadas. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) recuerda que la aparición de auroras boreales en latitudes tan bajas como las de Gijón es excepcional, lo que añade un valor especial a la experiencia de los afortunados que pudieron disfrutar del espectáculo. Las auroras se producen como resultado de la interacción entre las partículas solares y el campo magnético terrestre. Aunque la intensidad de este evento fue menor que el de mayo, donde Gijón experimentó una de las tormentas geomagnéticas más intensas de las últimas dos décadas, la aparición de auroras boreales sigue siendo un acontecimiento extraordinario en el cielo asturiano.