Multitud de curiosos intentan asomarse estos días a la barandilla que rodea el arenal para tomar la mejor fotografía bajo la mirada de la policía, encargada de acordonar las zonas en las que las olas alcanzan la calle
Las mareas de San Agustín siguen dando estos días un verdadero espectáculo visual en nuestras playas. Se trata de grandes bajamares y pleamares que se hacen más visibles durante los equinoccios de otoño y primavera, a pesar de darse durante el resto del año al responder a los ciclos lunares. Esta vehemencia del Cantábrico en los últimos días se está ensañando con especial inquina contra un Muro que a pesar de todo permanece impasible, ya que de momento las olas no han dejado daños reseñables en San Lorenzo, como sí ha ocurrido en otros puntos de la costa asturiana como Vegadeo donde la crecida de la ría desató inundaciones en algunas zonas cercanas al cauce. No obstante, y más allá de no presenciar incidentes, la Policía Local ha tenido que acordonar algún punto del paseo en distintas ocasiones para evitar mayores sustos de los paseantes con las olas que consiguen impactar en el asfalto.
Siempre hay algún curioso embelesado con la fuerza bruta del mar al que le cuesta desprenderse de su posición privilegiada cerca de la orilla, lo que da lugar a pequeñas pugnas entre los agentes y esos improvisados fotógrafos. Se forman escenas que incluso rozan lo cómico en las que el cordón policial termina teniendo efecto de ‘coche escoba’ y barre de la primera línea de Muro a un público entregado a las ‘mareonas’, que busca hacerse con la mejor instantánea con la que capturar la brutalidad de la pleamar.