I PARTE de la entrevista a Gazir, freestyler
“El triunfo que le dimos a España en el mundial por equipos ha confirmado que nuestro país es una potencia en las batallas”
“Siendo del Sporting, poder rapear en El Molinón es súper especial, es sentirme querido y respetado y algo que recordaré dentro de muchos años”

Gazir (Oviedo, 2001) era una de las grandes promesas del freestyle, pero con tan solo 20 años ya se ha hecho realidad. Ha cerrado un 2021 con varios títulos y se ha colado entre los grandes de la improvisación. Sin embargo, también tiene tiempo para cambiar las rimas y las letras por los libros y las ecuaciones. Al bajarse del escenario, vuelve a ser Gabriel Sánchez, un estudiante de tercer curso de Física que acaba de cerrar los últimos exámenes. 2022 se presenta intenso en todos los frentes, algo que lejos de agobiar al asturiano, le motiva.
2021. Vaya año: campeón de Red Bull Batalla España, de la God Level Grand Slam, tercero en la final internacional…
La verdad que estuvo bien. Obviamente el mejor que he tenido en mi carrera porque tampoco llevo muchos en la élite, pero sí fue primero en el que se vieron los resultados porque otros años había estado en las competiciones buenas obteniendo buenos registros, pero no había ganado una importante. A partir de septiembre, cuando gané la FMS internacional, me saqué la espinita de no haber vencido nunca y a partir de ahí iba con la inercia positiva.
En el Pabellón de la Magdalena de Avilés recibía en diciembre el anillo de campeón del mundo de la FMS internacional. El mismo sitio en el que empezó a batallar. ¿Esto lo hace más especial?
Sí, claro. Empecé a batallar en el Parque del Muelle, como todos los chavales. Me iba a Avilés porque era la zona más cercana a donde vivía con mis padres. FMS tuvo el detalle de hacer la primera jornada de la nueva temporada en Asturias pensando en el homenaje. Cuando vi que era en casa y a final de año, como para poner el broche, me pareció la fecha ideal.
“Es más complicado gestionar la derrota cuando estás arriba porque todos esperan que ganes siempre, más aún en FMS, donde soy el campeón del mundo”

¿Le puede explicar al lector la diferencia entre un rapero y un freestyler?
Los freestylers pueden ser raperos y los raperos freestylers. Como concepto, la diferencia está en que el rapero es el que hace rap de cualquier manera: lo puede componer para sus canciones, estar en un grupo… Y el freestyler es el que no escribe sus versos, sino que está improvisando al momento lo que se le ocurra. Dentro del freestyle están las batallas, una competición que uno gana y otro pierde, pero todo se basa un poco en el rap y la parte del freestyle en improvisar.
Recientemente ha competido en Granada en la segunda jornada de la liga FMS donde no obtuvo la victoria. ¿Es más complicado gestionar la derrota cuando se está arriba?
Sí, porque todos esperan que ganes siempre, más aún en FMS donde soy el campeón del mundo. Siempre me he exigido mucho a mí mismo, pero estoy más o menos acostumbrado porque cuando en el parque perdía una batalla porque era malísimo, ya me rayaba y no me permitía una derrota. Por suerte me viene bien porque cuando pierdo me sirve para tomarlo como lección de cara a la siguiente y mejorar para tratar de no volver a caer en mucho tiempo.
Lo curioso de todo esto es que, pese a no vencer, fue nombrado MVP del día al ser el gallo que más puntos acumuló. ¿Cómo se encaja que es el mejor, pero que no se lleva la victoria?
Si que es un poco raro. Fue una batalla en la que se dio una situación curiosa porque vencí a mi rival en puntos, pero el jurado vio que no había la diferencia suficiente para que ganase directamente. Decidieron dar una réplica que consiste en dos minutos para cuando no ves claro ganador. Pensaba que había ganado, pero dieron empate y en la réplica se me escapó porque ya me sorprendió. Fue una derrota, pero con réplica y siendo MVP. Dentro de la tabla de la liga a final de año no se va a notar tanto una derrota de esta manera porque aun así sume bastantes puntos.

Me decía antes que cuando uno es el campeón del mundo, todos esperan que gane. ¿El hecho de estar arriba es una presión?
Sí, porque tienen más expectativas, tanto la gente que te apoya como los que no. Tú mismo sabes que tu último resultado es haber ganado y nunca quieres ir hacia atrás. Siempre quiero mejorar, pero llega un punto en el que cuando has ganado puedes crecer de nivel, pero no de resultado. Sí que presiona bastante el hecho de saber que si ganas, bien y ya has cumplido, pero si pierdes es un palo terrible, fatal. Es bastante presión, pero hay que saber gestionarla.
Tiene a tiro al líder de la general, Chuty…
Es el que más veces ha ganado la liga en España y para muchos es el mejor de la historia. Esta temporada es una oportunidad muy buena para mí porque coincide el que es el mejor de la historia con gente de mi generación que estamos en muy buen momento. Va a ser una temporada en la que volverá a verse una situación rara como la que me pasó a mí: ser MVP, pero perder la batalla. Va a estar muy igualada, tanto por abajo como por arriba. Intentaré seguir de tres en tres para llegar a la batalla contra él bien.
“Siempre quiero mejorar, pero llega un punto en el que cuando has ganado puedes crecer de nivel, pero no de resultado”
A finales de año peleaba en Chile por el título de campeón internacional de Red Bull Batalla. Ser tercero del mundo con 20 años no debe estar nada mal.
Estuvo bien porque además los tres primeros se clasifican para la siguiente edición. Para la de este año ya estoy dentro y con el aprendizaje de la de 2021. El año pasado sí que me veía bien para la internacional, pero era la primera vez que estaba en una cita así y sabía que entrar en el podio me aseguraba estar el año que viene sin tener que pasar por la nacional de España, una competición muy difícil en la que la victoria me sirvió para ir a la internacional.
¿Analiza sus batallas a posteriori para buscar errores y mejorar?
Sí, pero no lo hago justo después sino antes de la siguiente porque en el momento estás más quemado y, haya ido como haya ido, prefieres desconectar y no volver a meterte en la batalla. Cuando ha pasado un tiempo me gusta ver con perspectiva qué hice bien y en qué podría mejorar.

La alegría la vivió en octubre en forma de equipo. Junto a Sara Socas, Skone y Chuty, España obtuvo en Monterrey la God Level Grand Slam de Red Bull Batalla, es decir, el mundial por países. ¿España se ha convertido en un referente de las batallas?
Para mí siempre lo ha sido. Desde que empezaron las batallas de hispanohablantes en España ya había gente consagrada en el rap por sus discos, grandes referentes para muchos y ha seguido siendo así. En cuanto a nivel y en cuanto a competiciones, por ejemplo, la FMS nació en España, la Red Bull de España siempre es una de las que tiene más nivel, es una de las referencias, bajo mi punto de vista. Sí es verdad que España nunca había ganado el Mundial por equipos porque es una competición donde cada país lleva su selección y se le había complicado los últimos años. Hemos sido un equipo muy bueno, estábamos muy mentalizados y conseguimos ganar por primera vez. Este triunfo confirma que España es una potencia.
“La incursión de gente como Arkano o Sara Socas en medios convencionales hace que la gente que no conozca el mundillo empiece a verlo sin estigmatizar”
Precisamente Sara Socas fue colaboradora de la SER en 2020, Arkano participa semanalmente en ‘La Ventana’ de Carles Francino. ¿Introducir este género en los medios convencionales ha ayudado a que crezca?
Por supuesto. Perfiles como Arkano, quizá el primero que empezó a hacer cosas en los medios más convencionales o externos a nuestro mundillo, lo familiariza y a la persona que nunca ha visto una batalla le va a servir para decir: ‘Es el chico tan majo que escuché en la radio’. Sirve de preliminar para cuando entren en el mundillo y lo hagan sin haber estigmatizado nada, con una buena idea de lo que se hace.
En una entrevista, la periodista Ana Pastor dijo de usted y de Sara Socas que la primera vez que les vio alucinó. ¿Consiguen llegar a perfiles que sobre papel parecen más serios?
Ahora, sobre todo con las redes, todo el mundo está conectado. Una vez algo es viral, lo va a ver desde mi amigo hasta mi padre. Eso sí que ayuda porque al principio sin tantas redes, sin tanta viralidad, para conocer un movimiento como el rap o hip hop tenías que estar en él, encontrarte en un parque… En este momento puedes estar viviendo en Polonia de Erasmus y te sale un video que puedes verlo. Las publicaciones le aparecen a gente de muchos contextos distintos.
¿Por qué le dio por el freestyle, por rapear?
Precisamente porque me saltó un video. Vivía en Muros de Nalón con mis padres, un pueblo donde no había batallas y empecé a verlo. Me parecía muy interesante, tanto que no me salía ser solo espectador y ya tenía la inercia de querer probar, más cuando descubrí que a mis amigos también les gustaba. Empezó como diversión porque sí que, a nivel profesional, en la élite es súper competitivo, pero el freestyle en sí es un juego muy divertido, es experimentar, probar.

Rapeó en El Molinón en el descanso del partido frente a la UD Almería. ¿Su puesta en escena más especial?
Puede ser. Fue un evento muy bonito porque era como un homenaje que me quiso hacer el club entregándome la camiseta y en El Molinón. Siendo yo del Sporting, poder salir al campo es súper especial, algo que recordaré dentro de muchos años y guardaré la camiseta que me dieron con mi nombre enmarcada. Es sentirme muy querido, muy respetado por el Sporting como un poco por Asturias en general. Es algo que siempre he querido representar al ser asturiano y que se hayan sentido representados de esa manera me llena de orgullo.
¿Se podía imaginar algún día rapear en el estadio de su equipo?
No, o por lo menos de esa manera. Sí es verdad que siempre era muy ambicioso y me montaba las pelis en mi cabeza pensando en lo que podía ganar, pero realmente cuando empezaron a llegar las consecuencias de lo que hacía, vi que estaba en un nivel que no había pensado. Cuando me lo ofrecieron, ni siquiera me imaginaba que fuera así porque pensaba que me invitarían a ver el partido tranquilamente y al final fue una experiencia increíble. Es lo bonito: se van desbloqueando nuevos logros, cada vez uno más loco que el otro.
Veo a través de sus redes que sigue lo que puede al Sporting.
Sí, intento seguirlo y el fútbol me gusta mucho, soy del Sporting, así que obviamente hay que seguir a los chavales. Hay años que se sufre más y otros que se sufre menos, pero te vas acostumbrando.

¿Llevar el nombre de Asturias por distintas partes del mundo hace que valore más ser asturiano?
Sí, porque cuando estás fuera de tu casa es cuando más lo valoras. Además, todos los asturianos tenemos un poco un sentimiento de valorar la ‘tierrina’. Cuando gano una competición nacional o internacional siempre saco la bandera de Asturias porque es lo que represento y me gusta mostrar mis orígenes aun estando lejos.
Para rematar el 2021, apareció el coronavirus. ¿Totalmente recuperado?
Totalmente, con la tercera dosis de la vacuna y con más anticuerpos que ná.
Por cierto, un año que Samsung decidió cerrarlo con usted y un rap que resumía los 365 días. ¿Cómo se hace en 1’39”?
Es verdad que era muy intenso porque es un proyecto que llevan varios años haciendo: un resumen del año con un tema de rap. Me puse a pensar todo lo que había pasado y 2021 había sido como tres temporadas de una serie: el asalto al Capitolio, los Juegos Olímpicos… Ahí te das cuenta de la cantidad de cosas que pasan en un año. Tuvo muy buena acogida. De hecho, lo grabé con COVID. Yo desde mi casa y ellos hicieron un trabajo increíble editándolo para que pareciera un videoclip, como si estuviese en pleno estudio de Madrid. Quedó muy bien, le gustó mucho a la gente y trabajar con Samsung siempre ayuda.
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