«La alcaldesa de Gijón inauguraba a 9.200 kilómetros de su ciudad un equipamiento por el que aún seguimos esperando«
«En esta región cualquier infraestructura o equipamiento que se precie parece que tiene que cumplir varios lustros desde que se piensa hasta que se hace o se acaba«
En 2005, el entonces Presidente del Principado Vicente Álvarez Areces y la entonces alcaldesa Paz Fernández-Felgueroso inauguraron en la localidad china de Tianjin una estación de autobuses que desde entonces gestiona la empresa ALSA. Asistí a ese acto y recuerdo que junto a otros colegas de profesión hablamos sobre las ironías de la vida: la alcaldesa de Gijón inauguraba a 9.200 kilómetros de su ciudad un equipamiento por el que aún seguimos esperando. “A ver si antes de veinte años lo conseguimos”, recuerdo que comentó la alcaldesa con una mezcla de ironía, sarcasmo y resignación. No andaba desencaminada.
Oviedo y luego Avilés disponen desde hace años de unas estaciones de autobuses dignas, prácticas y accesibles, mientras que Gijón sigue esperando a que se despeje la decisión final sobre el plan de vías para saber si finalmente la mayor ciudad de Asturias va a poder contar con una estación intermodal. Algo que en Tianjin inauguró Alsa hace años.
Y es que en esta región cualquier infraestructura o equipamiento que se precie parece que tiene que cumplir varios lustros desde que se piensa hasta que se hace o se acaba. La orografía, las crisis, los recortes, los cambios políticos, el exceso de agua…sea lo que sea la historia reciente de Asturias siempre se escribe más tarde que la de los demás. Basten unos ejemplos.
La autovía AS-1, autovía Minera, comenzó en el año 2000 y no se finalizó hasta el año 2012. Doce años.
La variante ferroviaria de Pajares se puso en marcha en el año 2005 y con un poco de suerte veremos rodar los primeros trenes en el año 2022. Diecisiete años.
Las obras para construir la autopista AP 66, popularmente conocida como la autopista del Huerna, comenzaron en 1975. El primer tramo se inauguró en 1983 y el último (segundo túnel de El Negrón) en 1997. Veintidós años.
La autovía del Cantábrico construyó su primer tramo en Asturias (Gijón-Avilés) en 1976. Se concluyó en 2014 cuando en Euskadi, Galicia y Cantabria seguramente ya habían renovado el asfalto de sus tramos varias veces. Treinta y ocho años.
Con envidia y sin acritud pero por tener alguna referencia, añado a este glosario de fechas y obras la construcción del AVE Madrid-Sevilla. Los 470 kilómetros de vía quedaron listos para su uso entre 1989 y 1992. Cinco años. Vale que corría prisa por la Expo pero Despeñaperros nunca entendió de política.
«Quizás sea mejor y definitivo lo ‘malo’ conocido que lo ‘bueno’ por conocer«
Con estos antecedentes nos es de extrañar que en Gijón llevemos esperado dos décadas para que se despeje el sistema intermodal de transporte. En agosto de 2000, Francisco Álvarez-Cascos, entonces ministro de Fomento del PP, presentó en la Feria de Muestras el proyecto del metrotren. Para gestionar todas las operaciones que tuvieran que ver con la construcción de la estación intermodal se creó en 2002 la sociedad Gijón al Norte. Mientras, el túnel del metrotren se iba llenando de agua víctima de la crisis económica de 2008, se levantaron las vías, se demolió la estación del Humedal, nació el Solarón y en 2011 se inauguró la estación de tren de Sanz Crespo para garantizar el servicio ferroviario mientras se construía la estación intermodal. A punto de cumplirse diez años, resulta paradójico o quizás fuera premonitorio que esa estación se calificara entonces como “provisional”.
En 2002 la intermodal estaba en la plaza del Humedal. En 2006 en Moreda y en 2014 se planteó que se hiciese frente al Museo del Ferrocarril. Ahora, el Ministerio plantea dos propuestas: una estación nueva en Moreda o ampliar la mal llamada provisional de Sanz-Crespo (opción que supuestamente permitiría ahorrar hasta 80 millones y agilizar los plazos). No hay nada decidido.
La alcaldesa de Gijón, Ana González, decía hace unos días que no se puede seguir mareando la perdiz y no puedo estar más de acuerdo con ella. La ciudad más grande de Asturias no se puede permitir perder más trenes ni ponerse pingando para coger un autobús. Los años de bonanza tardarán en volver y viendo lo visto creo que es momento de dar un paso al frente y ahora mismo, quizás sea mejor y definitivo lo “malo” conocido que lo “bueno” por conocer. Que de una vez por todas sea de verdad veamos Gijón con Norte.
Nacho Poncela es periodista y colaborador de miGijón