POR BORJA PINO Y PABLO R. GUARDADO
Aunque la celebración oficial se desarrollará en Poniente, varios barrios y parroquias del municipio preparan sus propias celebraciones; un momento perfecto para bucear en la historia que se esconde tras la noche (teóricamente) más corta del año

Vuelve a haber cierta piquilla en Asturias. Y no sólo propiciada por la eterna rivalidad futbolística entre el Sporting de Gijón y el Real Oviedo (que también, y por razones obvias desde el reciente ascenso del segundo a Primera División). Un año más, el azar y los caprichos del tiempo han querido que la verdadera noche más corta del año, la del pasado sábado, inicio oficial del verano, no coincida con la teórica… De este mismo lunes. Día 23 de junio, para más señas… Y sí, San Juan. En fin, una discordancia de fechas que, sin embargo, no parece pesar sobre las miles de personas que, en toda la región, ya se preparan para disfrutar de las decenas de festejos previstos para las próximas horas. También en Gijón, donde, más allá de aquellas de carácter particular, se espera que ardan un mínimo de cuatro hogueras en distintos puntos del municipio. Ante ese abanico de opciones, surgen dos dudas capitales… ¿Cuál elegir para gozar de la noche más mágica del año? Y, por eso de ampliar la cultura general.. ¿Por qué sumarse a esta celebración?
Comencemos por lo práctico. Como ya es usual, la principal hoguera, la oficial, se quemará en la playa de Poniente. Allí, el Ayuntamiento prácticamente ha completado los preparativos para armar una estructura que, incluyendo el mástil, se elevará hasta una altura de trece metros, sumando un total de quince toneladas de madera. En torno a dicha construcción, la fiesta arrancará a las 18 horas, con las actuaciones de las agrupaciones de gaitas ‘Villa de Xixón’, ‘Saxum’, ‘Magüeta de Xixón’, ‘Villa de Jovellanos’, ‘Noega’, ‘Garulla’ y ‘Conceyu Xixón’. Sus acordes resonarán hasta las 23 horas, pues a las 23.45 el protagonismo lo acaparará el espectáculo de fuegos artificiales que ya ultiman los profesionales de la reputada empresa Pirotécnica Zaragozana. Por fin, una vez los relojes marquen la medianoche, la hoguera será prendida y, con ello, empezará el no menos tradicional baile de la Danza Prima en torno al fuego… Y el lanzamiento de anotaciones con deseos y tristezas a las llamas.
El Arbeyal, Contrueces y Mareo también tendrán sus propias hogueras
Claro, que Poniente no será el único escenario en el que se podrá disfrutar de San Juan. También en la playa de El Arbeyal la Asociación Vecinal ‘Alfonso Camín’ dispondrá su propia hoguera, mascarón de proa de un programa festivo que incluye juegos tradicionales para los más pequeños, un espectáculo de ilusionismo a cargo del Mago Jaco, y dos pases del Grupo Beatriz, entre otras propuestas. Lo mismo sucederá en Mareo; en la localidad de Leorio, el espectáculo de las llamas se verá reforzado por fuegos artificiales, y amenizado por la verbena que alimentará la orquesta Tekila. Finalmente, la cuarta y última hoguera prevista arderá en Contrueces, precedida por el pasacalles que a las 17 horas ofrecerá la charanga K’Pa Vino, por un taller de pintacaras, por el show del Payaso Tato y por la actuación del grupo Da Silva. Toda la información referente a las propuestas de cada uno de esos barrios y parroquias puede consultarse en este enlace.
Finiquitada la parte funcional, es momento de plantearse una duda capital… ¿Qué se celebra esta noche? Sí, es habitual que, ante semejante pregunta, surjan palabras como «verano», «magia», «buenos deseos», «solsticio»… Pero ajustemos un poco el tiro, démosle contexto al asunto, y aclaremos la cuestión… Aterrizándola en Asturias, desde luego. De entrada, conviene acotar que los orígenes de esta fiesta nada tienen que ver con la religión cristiana. Sus raíces se pierden en el remoto pasado celta del norte peninsular, en tiempos previos a la conquista romana, cuando aquellos pobladores primitivos, guiados por sus druidas, rendían culto al agua y al sol a través en el marco de una celebración conocida como Alban Heruin, coincidente, cierto, con el solsticio de verano. Para lograrlo, se encendían grandes hogueras con las que, se creía, el poder del astro rey se vería potenciado, y se hacía cerca de río, lagos, playas y otras masas de agua para, al mismo tiempo, ejercer un papel purificador, a menudo mediante baños. Muchos ya se habrán dado cuenta, sí… Ambos hábitos, en mayor o menor medida, sobreviven en la actualidad.
En Asturias todavía abundan quienes ven en esta noche el momento en que las ‘xanas’ abandonan sus refugios para repartir salud, hermosura y amor
Pues bien, tal fue el arraigo del Alban Heruin, que ni siquiera la asimilación de costumbres importadas por Roma logró eclipsar su presencia… Aunque sí se produjeron modificaciones importantes tras la cristianización del Imperio. Así, si por aquel entonces los festejos, puramente paganos, tenían lugar alrededor del 20 de junio, el creciente poder de la Iglesia forzó un cambio de fecha al 23 de junio que todos conocemos hoy. ¿La razón? Darle una pátina cristiana a ese evento, haciéndolo coincidir con el homenajes al archiconocido San Juan Bautista. Y ni aun así la esencia original de esta noche ha desaparecido por completo… No en vano, en Asturias todavía abundan quienes ven en el crepúsculo de este 23 de junio el momento en que las xanas abandonan sus refugios y se aproximan a las fuentes, frecuentemente engalanadas en su honor, para repartir entre los que creen en ellas salud, hermosura y, desde luego, también amor.