El escritor cubano Leonardo Padura, Premio Princesa de Asturias, ha presentado este lunes su última novela ‘Como Polvo en el Viento’, en la que ha ahonda en la conservación de la amistad y en la pertenencia. Junto a Padura, han estado en la presentación la alcaldesa de Gijón, Ana González, y el director de la Semana Negra, Ángel De la Calle.
«Es posiblemente la novela más visceral que yo he escrito», ha confesado Padura, durante la presentación en la Escuela de Comercio de Gijón, en un acto que ha servido como prólogo a la Semana Negra que se celebrará el próximo mes de julio.
En este sentido, ha explicado que es una novela que habla en una primera lectura de la dispersión de un grupo de amigos. Amigos muy cercanos, cómplices, pero que el paso del tiempo va dispersando a lugares como Madrid, Barcelona, Buenos Aires o Sur de Florida, por ejemplo.
Unos personajes que siguen siendo cubanos y pensando como cubanos y conservando la amistad, según Padura. Asimismo, ha indicado que, a diferencia de su novela ‘El hombre que amaba los perros’, ha indicado que esta no fue investigación histórica, sino de terrenos, de manera de moverse los personajes, según él.
Padura ha apuntado que estos personajes son personas con las que ha convivido, a lo que ha añadido que es la novela de una experiencia generacional.
En este sentido, ha indicado que muchos personajes que se van pasando la narración capítulo a capítulo, «porque no podía dejarlo en una sola narración», ha remarcado.
Una historia «muy cubana»
Y si bien ha incidido en que es una historia muy cubana, con personajes muy cubanos, ha matizado que trató de que tuviera una «lectura universal». «Parece que lo conseguí», ha indicado por lo que le han transmitido algunos lectores.
De los personajes ha apuntado que tienen mucho que ver con la frustración y la pérdida de los sueños. Cosas que se pensaban hacer y que no se pudo, algo que cree que afecta a todos de alguna manera.
En algunos personajes ha apuntado que sí hay rencor, en otros dolor, en otros amor, e incluso en cada uno de los personajes se mezclan sentimientos.
Padura ha reconocido que es «complicado» el tema del exilio. Ha señalado que a veces la gente que sale de Cuba buscando algo mejor, lo encuentran, pero no dejan de tener relación con su origen. Que es a lo que él llama pertenencia, uno de los temas principales en su novela junto a la amistad.
Asimismo, ha indicado que Darío, uno de los personajes, se acaba convirtiendo en un catalanista furibundo y separatista. Este lleva a su hijo de donde él partió y le dice que salió de ahí para que su hijo no viviera lo que él vivió. «Se hizo más catalán que los catalanes», ha indicado Padura, a lo que ha señalado que a veces hay sentimientos más profundos que el rencor o el dolor.
Ha apuntado, eso sí, que en esta novela trató de huir de los «juicios políticos», que los considera muy fácil de hacer porque son a favor o en contra.
Clara, otro personaje, piensa que todas las razones para quedarse en Cuba y para marcharse son válidas, pero lo importante es respetar las razones de todos.
Padura ha resaltado que él ha tenido la fortuna de poder seguir viviendo en Cuba a pesar de muchas limitaciones. Como ejemplo, ha aludido a la escasa repercusión que se le dio al Premio Princesa de Asturias que le concedieron, siendo el segundo cubano en ser premiado.
El escritor lo ha atribuido a un problema de los medios oficiales. «Sigo haciendo mi trabajo y lo seguiré haciendo», ha sostenido. «Yo necesito a Cuba para escribir», ha añadido.
Asimismo, ha señalado que siempre piensa que cada uno de los libros es el mejor que pudo escribir en ese momento, algo que vincula más al esfuerzo que al talento.
A este respecto, ha indicado que esta novela tuvo «un gran esfuerzo», a nivel de tiempos y espacios. Ha señalado que es «muy compleja, pero de una lectura amable». A esto ha añadido que tiene dificultades para el lector, pero también gratificaciones.
Semana Negra
Por otro lado, Padura ha recordado que la presentación de este libro, la primera que se hace en Europa, coincide con su participación como jurado como Premio Princesa de Asturias.
Ha explicado, asimismo, que ha podido venir gracias a que tiene doble nacionalidad, pero adelantó la presentación de su novela, que iba a ser en julio durante la Semana Negra, debido a las restricciones por la COVID-19, ya que a la vuelta a Cuba su esposa y él tendrán que quedar confinados en su casa una semana.
Sobre esta cuestión, ha apuntado que ha sido año y medio viviendo en la locura y la improvisación y en la imposibilidad de planificar las cosas.
Ha querido recordar, en este caso, que en 1988 fue la primera vez que vino a la Semana Negra, como periodista, a lo que se ha calificado a sí mismo casi como un fundador del festival negro. Un evento que ya sabía que le iba a vincular de forma especial con Asturias y muy visceralmente con Gijón.
Ha recordado cómo regresó a Cuba con muchos libros y conoció a muchos autores, a lo que ha citado algunos nombres y muy especialmente a Manuel Vázquez Montalbán.
De este último ha indicado que su literatura fue fundamental para lo que iba a ser su propia literatura. Ha indicado que Montalbán tenía un carácter especial, pero descubrió con él el que «se podía hacer novelas policíacas que primero eran novelas, y después policíacas, y que se podía hacer en español», ha resaltado.
Ha apuntado, asimismo, que en más de una decena de ocasiones ha estado presente desde entonces en la Semana Negra. «Es mi segundo espacio en el mundo», ha señalado sobre Gijón. De hecho, ha agradecido que, tras tener que posponer muchos actos públicos en diversos países, una de sus primeras presentaciones públicas de su novela sea en esta ciudad.
Eso sí, ha defendido que escribe y habla en cubano, al considerar que es la esencia que les hace ser lo que son a las personas, con referencia a su cultura y a su manera de hablar.
Padura, por otro lado, se ha referido a la nueva novela en la que trabaja, que según él ocurre en dos tiempos; uno en 2016 y otro entre 1908 y 1910, durante unas «vacaciones» según él, para Cuba, en el primer caso cuando coincidió la visita de Barack Obama, la actuación de Rolling Stone y otros acontecimientos, y la otra tras la guerra, en la que habla del proxeneta mayor del país. La historia habla de un crimen que Conde deberá investigar.
El escritor ha indicado que tiene mucho que ver con lo de los cubanos y encontrarse a sí mismos. Ha apuntado, además, que siempre hubo una cercanía traumática con EEUU y una relación «muy complicada».