La alcaldesa de Gijón, Ana González, ha manifestado este viernes, en nombre de la Corporación al completo, su dolor, solidaridad y afecto con la madre de las dos niñas de Tenerife que llevaban tiempo desaparecidas, de las que una ha sido encontrada muerta y la otra se sospecha que también pueda estarlo.
«Un grito de rabia infinita», ha apuntado la alcaldesa, representado en un minuto de silencio guardado en la memoria de ambas niñas frente al Consistorio gijonés, con el que también han querido expresar su «indignidad» ante este asesinato.
González ha remarcado que el que un padre hago esto a sus propias hijas para ir en contra de la madre «es lo peor», ha sostenido. Ha recordado, unido a ello, que en Asturias hubo un asesinato también de dos niñas a manos de su padre para hacer daño a la madre.
«La violencia contra las mujeres es inconcebible», ha asegurado la regidora, a lo que ha añadido que van ya 17 mujeres asesinadas en lo que va de año. Pero más inconcebible ha visto que se quiera hacer daño a las mujeres matando a sus hijos.
Por este motivo, ha llamado la atención de que si no somos conscientes, como sociedad, de que hay que decir ‘no’ a los machistas, a los asesinos y los maltratadores, «no sé que tipo de persona somos», ha recalcado.
Se ha preguntado, en este sentido, qué más necesitamos como sociedad ver, cuando hay hombres que matan a sus propios hijos para hacer daño a las mujeres, para no admitir ningún tipo de maltrato para las mujeres simplemente por serlo.
Por su parte, la directora general de Igualdad del Ayuntamiento de Gijón, Goreti Avello, ha visto preciso intensificar toda la labor y el trabajo que se está desarrollando con la gente joven, y en especial con los niños y niñas.
Asimismo, ha advertido de que cada vez las víctimas de violencia de género son más jóvenes, a lo que ha mencionado el reciente caso de una joven sevillana de 17 años, cuyo asesinato acaba de reconocer su ex novio.
Ha insistido, a este respecto, en que la violencia de género afecta ya a todas las generaciones. Ha apuntado, además, que esas «pequeñas desigualdades» que no se ven entre niños y niñas cuando son pequeños, manteniendo así estereotipos y roles, son un «caldo de cultivo» para que surja la violencia de género. De ahí que ha destacado la importancia de trabajar en la igualdad desde la más tierna infancia.
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