Mientras los cuatro heridos, de diversa consideración, se recuperan de sus lesiones, la Guardia Civil continúa la investigación para tratar de aclarar por qué las dos grúas se desplomaron; UGT apunta a una posible «falta de recursos»
No será fácil pasar página y cerrar el capítulo de la tragedia acontecida este jueves en El Musel. Los operarios del puerto gijonés, al igual que muchos de los ciudadanos de la ciudad y de toda Asturias, continúan consternados ante lo ocurrido, incapaces de comprender cómo los dos camiones grúa del Grupo Roxu, que estaban desmontando una tercera en el muelle Moliner, llegaron a desplomarse, segando la vida de dos trabajadores y dejando a otros cuatro heridos; dos de ellos, graves. De dar respuesta a esa cuestión se encargará la Guardia Civil, el cuerpo que está realizando las investigaciones pertinentes. Por lo que a todos los demás respecta, lo único posible es llorar a Roberto Martínez Laguno, de 49 años, y a César Méndez Pernía, de sólo 23, los dos fallecidos en el que que se ha ganado la oscura reputación de ser el peor accidente que se recuerda en el puerto de Gijón. Un hecho que ha llevado al Ayuntamiento a decretar dos días de luto oficial. El funeral por el primero se oficiará mañana, a las 13 horas, en la capilla del Tanatorio de Cabueñes; atrás deja a sus pareja, Beatriz García; a sus padres, Raimundo y Araceli, y a su hermana, Eva María. Por su parte, la despedida a Méndez será a las 16 horas de ese sábado, en el mismo lugar; sus progenitores, Rafael y Asun; su hermana, Paula, y su pareja, Carmen Vicente, como el resto de sus cercanos, recuerdan de él que «fuiste y serás el niño de todos«.
Contratados por la empresa Montajes Astur Manzana, SL (MAM), Méndez y Martínez formaban parte del despliegue encargado de desmantelar una de las dos viejas grúas estáticas que la armadora Ership Alvargonzález operaba en el Moliner; concretamente, en la fracción del muelle explotada en exclusiva por dicha compañía, a concesión de la Autoridad Portuaria. Por causas aún desconocidas, uno de los dos camiones de Roxu perdió firme y se vino abajo, arrastrando a su compañero. El suceso se produjo a pocos metros del gigantesco buque granelero ‘Beskidy’, de bandera liberiana, amarrado en el muelle en ese momento y que, por suerte, no sufrió daños. Mientras los equipos de rescate atendían y evacuaban a las víctimas, otros trabajadores comentaban en corrillos lo extraño del suceso; varios de ellos trasladaron a miGijón lo «extraño» del incidente, pues «esas grúas suelen tener sistemas de seguridad sólidos, y alarmas que avisan de cualquier problema». Sea como fuere, el más grave de los heridos fue trasladado de urgencia al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en el que permanece todavía, con pronóstico reservado; a los otros tres operarios se les llevó al más cercano Hospital de Jove.
UGT llama a recuperar la «cultura de la prevención»
Desde las Administraciones local y regional, la alcaldesa de la ciudad, Carmen Moriyón, fue la primera en trasladar sus condolencias, confesándose «consternada» y decretando las dos jornadas de luto, así como la suspensión de la agenda municipal prevista para esta mañana. Por su parte, Adrián Barbón, presidente del Principado, hizo lo propio por medio de su cuenta en la red social X, admitiendo que la tragedia «nos parte a todos». Con el correr de la tarde, también la Autoridad Portuaria de Gijón emitió sus «condolencias a las familias de los fallecidos»; en su caso, valiéndose de Facebook. Lo mismo que la delegada del Gobierno de España en la región, Adriana Lastra, que recurrió a X para manifestar «mi pésame a los familiares y compañeros de los fallecidos, y desear una pronta recuperación a los heridos», y confirmar que «todos los medios estatales han estado a disposición desde el momento en el que se produjo». E incluso los sindicatos Comisiones Obreras (CCOO) y Unión General de Trabajadores (UGT) elevaron la voz para lamentar el accidente y exigir la apertura de una investigación «exhaustiva» para esclarecer las causas.
De hecho, desde CCOO su responsable regional de Acción Sindical, Gerardo Argüelles, tachó de «inasumible» que «en pleno siglo XXI siga habiendo muertes con origen laboral», llamando la atención sobre que, en lo que va de año, «ya son, al menos, diez los fallecidos en jornada laboral en Asturias», y concluyendo que «al trabajo vamos a ganarnos honradamente la vida, no a perderla». Más osado se reveló Marino Fernández, secretario de Salud Laboral de UGT Asturias, quien llegó a teorizar conque la razón de la tragedia estuvo en la «falta de recursos». Por ello, y a expensas de las conclusiones de la investigación que la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Benemérita está desarrollando, Fernández hizo un llamamiento a recuperar la «cultura de la prevención» en las empresas, desterrando la visión que, afirmó, muchas tienen de ella «como un coste», en vez de como una inversión en seguridad.
A efectos operativos, por el momento el muelle Moliner continúa clausurado, con el acceso al mismo prohibido, y se desconoce cuándo se podrá retomar la actividad portuaria en él.