
«Felicitar a Carlos Zúñiga hijo por el éxito de la Feria y a todo el equipo de gobierno de Gijón que nos han devuelto la Libertad de ir o no ir a los Toros»

Así rezaba una pancarta ubicada en uno de los palcos de la plaza de toros de Gijón durante los cuatro días de la Feria taurina de Begoña.
Está claro que el 28 de mayo muchos de los gijoneses, no conformes con las decisiones arbitrarias y sectarias de Ana González, decidieron castigar al PSOE de Gijón y no darles su voto “de confianza”. Y sólo hay que echar un vistazo a la evolución del voto al PSOE en Gijón:
40.602 votos en las municipales (Floro)
49.606 votos en las autonómicas (Barbón)
54.374 votos en las generales (Sánchez)
Es decir, unos nueve mil gijoneses no votaron al PSOE para el Ayuntamiento de Gijón y en cambio sí lo hicieron a Barbón para el Principado. Y, ¿dónde fueron esos votos? Con toda seguridad a Foro Asturias, a Carmen Moriyón, a la que fuera alcaldesa durante los años 2011 al 2019, años en los que se respetaron las tradiciones, costumbres y festejos de la ciudad, entre ellos, la Feria de Begoña. Porque, por mucho que se empeñen algunos y algunas, la Feria taurina de Gijón tiene arraigo, tiene su público, tiene su afición y, sobre todo, genera una gran actividad económica y turística para nuestra ciudad.
Y sólo había que darse una vuelta por los alrededores de la plaza de toros para ver el ambientazo en los bares, restaurantes, hoteles…Y la alegría en las caras de los aficionados taurinos por poder volver a disfrutar de la Feria de Begoña después de dos años en el dique seco por la prohibición dictatorial de la Alcaldesa Ana González y de todo el partido socialista gijonés.
El cartel de la Feria que nos presentó el empresario, Carlos Zúñiga hijo, a pesar del poco tiempo del que dispuso para confeccionarlo, animó a muchos aficionados y a otra gente menos taurina a acudir a ver este tipo de espectáculo. Y esto se pudo comprobar, en una plaza de toros con un aforo de unos 9.000 espectadores, el día 17 de agosto, con Morante de la Puebla, José María Manzanares y Roca Rey, que rozó el lleno absoluto.
Por el coso gijonés han pasado en estos cuatro días de Feria unos 20.000 espectadores que han comprado sus abonos y sus entradas para disfrutar de las corridas de toros. En la manifestación de las plataformas animalistas, del día 15 de agosto, Día de Begoña, según datos de la policía, fueron unos 1.200 asistentes…
Está claro que Gijón ha hablado, y, por tanto, fin del tema. No hay nada más que decir del asunto, sólo esperar, con muchas ganas e ilusión, que el próximo año, en las Fiestas de Begoña volvamos a tener una Feria taurina tan espectacular, emocionante y sentida como la de este 2023, felicitar a Carlos Zúñiga hijo por el éxito de la Feria y a todo el equipo de gobierno de Gijón, formado por los partidos FORO, PP y VOX, que nos han devuelto la Libertad de ir o no ir a los Toros.
Las cifras no mienten: 20.000 espectadores en cuatro días. De estos, ¿cuántos son aficionados de fuera de Gijón y cuántos de la ciudad? Gijón ronda los 270000 habitantes y la plaza tiene 9000 de aforo, con lo que, digáis lo que digais, sois minoría, ese grupito que para en el Club de Regatas o en Somio Park y que secunda a marquesas y políticos de derechas. Habéis ganado una batalla, no la guerra.
Es de vergüenza que esta señora castellana e iletrada nos venga a dar lecciones semana tras semana de cómo debe ser Gijón y Asturias. Una enchufada, sin oficio ni beneficio, mentirosa al máximo y trepa de las que pasa de un partido a otro como quien se cambia de camisa.
Es un despropósito político y un fracaso de todos los partidos de nuestra ciudad que gente como Teresa Sánchez haya estado cobrando de lo público durante ocho años y todavía intente agarrarse a un clavo ardiendo para mantenerse en el candelero.
¡Basta ya! Lo menos que se le puede pedir a los partidos políticos de esta ciudad es que pongan a gente competente y con una trayectoria laboral demostrable a gestionar nuestros impuestos y nuestras instituciones, no a personas con una imaginación digna de Antoñita la Fantástica y una incapacidad manifiesta para la gestión pública.
Por favor, ya está bien de darle cancha a esta mentirosa crónica. Que en Gijón nos conocemos todos y todas. Hala, tira para Salamanca y cierra la puerta al salir.