Desde ambos organismos insisten en la necesidad de mesurar esfuerzos para no desgastar los ánimos, al tiempo que exigen a las Administraciones que «utilicen todos sus mecanismos» para revertir la decisión de Transportes
Los días de jugar a la defensiva han terminado en Gijón. Hartos de lo que perciben como constantes desplantes por parte de la Administración nacional hacia la ciudad, sus habitantes han optado, ahora sí que sí, por pasar al ataque, algo que quedó claro a última hora de la tarde de este lunes, en la multitudinaria asamblea convocada por los vecinos, con el apoyo de la Federación de Asociaciones Vecinales (FAV) y de la Plataforma contra la Contaminación de Xixón (PCCX). La cita, que congregó a alrededor de doscientas personas en la sidrería Tírate al Matu, en el barrio de El Lauredal, sirvió para poner de manifiesto de nuevo el malestar colectivo, cierto; pero, sobre todo, permitió fechar en el calendario las primeras acciones tácticas que se ejecutarán en las próximas semanas para tratar de vencer, de una vez por todas, a sus dos claros enemigos a abatir: el ‘nuevo’ proyecto del vial de Jove y, por extensión, el enquistado problema de la contaminación.
Por ahora, el horizonte trazado es la gran manifestación convocada para el próximo 18 de mayo. Hasta ese momento, la primera parada se hará el miércoles que viene, 10 de abril, en el Ayuntamiento de Gijón; ese día, en el Pleno ordinario de la mañana, está previsto que el Gobierno local lea una declaración institucional expresamente elaborada para exigir soluciones a la contaminación, «uno de los grandes problemas sin resolver en el Principado», según recoge el texto. Por su parte, FAV y PCCX aprovecharán la sesión para hacer acto de presencia. Y de forma masiva, además. «Queremos que los vecinos acudan con sus pancartas, presionar para que se tomen medidas de una vez», comparte Manuel Cañete, presidente de la Federación.
Tras esa primera actuación, una segunda iniciativa con ciertas similitudes con la anterior se desarrollará el 19 de abril, con motivo de la reunión del Consejo Social, otro momento «que creemos muy útil para expresar nuestro rechazo absoluto». Pero el ‘premio gordo’ se servirá diez días después, el 29 de abril, jornada en que, a falta de contratiempos, el Ejecutivo gijonés se reunirá con la Secretaría de Estado de Infraestructuras para abordar la situación de la sociedad ‘Gijón al Norte’. «Es otra de las infraestructuras clave para Gijón, así que allí estaremos», adelanta Cañete. Para entonces, confía en que se haya producido una gran confluencia de fuerzas, incluidas «la hostelería, la Cámara de Comercio, OTEA…», que permita «ir todos a una contra este problemón. Tenemos que hacer daño».
«No puede ser que nos den a elegir entre salud e industria; la Administración nos debe el futuro»
Paralelamente, aún están en fase de preparación acciones aún más expeditivas, como el anunciado corte de carreteras, la colocación de telas en las ventanas de la Zona Oeste, o la potenciación de la presencia digital. Todo ello «llegará»; eso sí, se hará de forma progresiva, aumentando poco a poco la intensidad para, de esa forma, y como resume el veterano líder vecinal, «conseguir que esto sea algo más que un problema de esa parte de la ciudad«. Esa estrategia no ha estado exenta de algunas opiniones en contra; sin ir más lejos, en la asamblea de ayer algunos participantes abogaron por poner toda la carne en el asador desde el minuto uno. Pero la FAV y la PCCX son conscientes de que, dada la magnitud de la cruzada emprendida, la paciencia, la mesura y la inteligencia han de ser las claves. «Debemos ir in crescendo, no desgastarnos al primer momento; esto requiere una movilización tranquila que llegue a todos los barrios de Gijón».
Eso, por lo que respecta a los gijoneses de a pie. Sin embargo, ¿qué ocurre con la escena institucional? ¿Qué rol, a juicio de los vecinos, deben jugar los agentes políticos, tanto municipales como autonómicos? Son dos preguntas que tiene ante sí un rival duro de vencer: el desencanto generalizado. «Una de las cosas que más se oyó en la asamblea es que la gente no cree en los políticos; de hecho, muchos dijeron que no querían fotos con los partidos», admite Cañete. En la práctica, es un síntoma más de que la población no acaba de ver en el plano político una respuesta acorde con la magnitud del problema. Por eso, las dos organizaciones convocantes de las protestas piden que las Administraciones «se dejen de milongas, se pongan de acuerdo ya y planten cara de verdad al Gobierno central. Está muy bien que cojan la pancarta y hagan declaraciones, pero tiene herramientas para hacer presión real, y ya es hora de que las usen». Al fin y al cabo, «no puede ser que nos den a elegir entre salud o industria. Tiene que ir de la mano, y estamos viendo que, por un lado, hay un ‘Gijón verde’ muy bonito, y otro al oeste que lo traga todo, y no puede seguir siendo así. Nos deben el futuro».