El Gobierno acepta el ruego del partido en la oposición para estudiar la creación de un servicio de préstamo de útiles, aunque advierte de que es prioritario aclarar cuestiones jurídicas como, por ejemplo, la responsabilidad en caso de lesiones por uso
Una vez más, invitamos al lector a que haga un ejercicio de imaginación, y trate de visualizar cierta situación… Bastante cotidiana, todo sea dicho. Supongamos que, un mal día, ese lector se ve ante la necesidad de perforar una pared para colgar un cuadro, o colocar el soporte de una cortina, o para las mil y una otras razones por la que puede hacer falta afuracar por casa. Pero el lector en cuestión, que no es ni por asomo un manitas, carece de taladro… Y tampoco es probable que, después de cubrir ese inesperado expediente, vaya a usarlo más. ¿Realmente merece la pena gastar dinero en adquirir esa máquina que, muy probablemente, acabará acumulando polvo en el trastero? No, ¿verdad? Bien, pues esa clase de circunstancias son las que se pretenden subsanar con la ‘objetoteca‘, la iniciativa propuesta reiteradamente por Izquierda Unida (IU) para crear en Gijón un punto de alquiler de herramientas y útiles diversos… Y que, desde este miércoles, está más cerca de hacerse realidad. Durante el Pleno ordinario de octubre el Gobierno aceptó el ruego presentado por dicho partido para estudiar la creación de dicho recurso, pero no sin antes tratar de subsanar ciertos aspectos legales.
La idea de IU, expuesta ayer por su portavoz local, Javier Suárez Llana, parte de la inminente expiración del contrato por el que presta servicio la herramienta ReusApp, dependiente de la Empresa Municipal de Servicios de Medio Ambiente (EMULSA). A juicio del concejal de IU, se trata de una oportunidad perfecta para «incluir en la redacción del nuevo pliego un servicio de préstamos», que requeriría «una pequeña dotación presupuestaria», y que podría ir acompañado de bonificaciones para aquellos ciudadanos que faciliten objetos reutilizables una vez dejen de serles útiles, como bonos créditos que abaraten nuevos alquileres. Se trataría, en última instancia, de impulsar una suerte de economía circular doméstica y de reducir la necesidad de incurrir en consumos innecesarios… Y la sugerencia ha calado en la mente del edil de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Rodrigo Pintueles. «Aceptamos el ruego porque es interesante», concedió durante la sesión, aunque añadiendo un matiz: es imperativo aclarar detalles jurídicos como «la responsabilidad civil o patrimonial de EMULSA si algún usuarios sufriera daños con los objetos prestados, que no sabemos qué vida habrán tenido».
