Todos los partidos presentes en el Pleno apoyan la propuesta del PSOE, basada en una propuesta de ‘El Llar Cohousing’, para destinar suelo público a la construcción de tales alojamientos; en un principio serán treinta los hogares que se levantarán

No ha estado exenta de debate, como es lógico al tratarse de la palestra política, pero la que ha sido una de las grandes propuestas lanzadas en el último Pleno ordinario de Gijón de este 2025 ha logrado una muy celebrada unanimidad. En efecto, todos los partidos representados en la sesión celebrada esta mañana -a excepción de Vox, por ausencia de su portavoz, Sara Álvarez Rouco- han dado su apoyo a la proposición del PSOE de que el Gobierno local destine parcelas de suelo público para la construcción en ellas de una treintena de viviendas colaborativas, en formato cohousing. Será, de hecho, la primera iniciativa de su clase activa en el municipio, una vez se lleve a cabo, si bien ha alimentado algunas tiranteces entre grupos, toda vez que las fuerzas que integran el Ejecutivo han reprochado a los socialistas que se trata de una sugerencia ya estudiada antes del lanzamiento de la proposición. Además, ese apoyo masivo sólo ha sido posible tras aceptar una enmienda conjunta de Foro y PP para asegurar la apertura de un proceso de concurrencia competitiva para que una entidad, o cooperativa, sin animo de lucro haga realidad dicho complejo.
De exponer las bondades del modelo colaborativo se ha encargado, instantes antes del debate, Amalio Espinosa Barrios, presidente del proyecto asociativo ‘El Llar Cohousing’ y firme defensor de ese formato en un momento en el que las dificultades para acceder a un hogar ordinario, tanto en régimen de alquiler como de compra, se disparan. Frente a semejante tónica nacional, las viviendas colaborativas servirían, a su juicio, para facilitar la emancipación de los jóvenes, al tiempo que contribuirían a paliar esa «epidemia silenciosa que es la soledad no deseada», que afecta sobremanera a personas mayores de 65 años. Todo un potencial, a juicio de Espinosa, si se considera que Gijón «es la ciudad más envejecida de entre las de más de 50.000 habitantes, o las capitales de provincia». Además, ha descartado que de fondo haya afán especulativo alguno. «El objetivo es mantener los mismos fines sociales todo el tiempo que dure el derecho de superficie», ha concluido, al término de su intervención, cediendo el guante al edil del PSOE Constantino Vaquero, cuyas palabras han discurrido por un sendero similar.
Entre las restantes fuerzas políticas presentes reinaba el afán de apoyo… Aunque no sin matices. Si bien los representantes de Izquierda Unida (IU), Javier Suárez Llana, y de Podemos, Olaya Suárez, han aplaudido la idea -particularmente por su carácter intergeneracional, por contraposición al ‘Plan Llave’-, el forista Jesús Martínez Salvador, a la sazón edil de Urbanismo, Jesús Martínez Salvador, ha recalcado que el Gobierno local lleva más de un año trabajando con ‘El Llar Cohousing’ para dar una forma definitiva a la idea, que «muy pronto va a ver la luz», censurando, pues, la urgencia de los socialistas. Más aún, según Martínez Salvador las acciones del Ejecutivo gijonés engloban conversaciones con distintas entidades para ceder derecho de superficie, y conseguir que el canon sea a cambio de algunas viviendas para gestionar desde la Empresa Municipal de Vivienda (EMVISA). En todo caso, sí ha concedido que se trata de un movimiento que «contribuye a combatir y prevenir la soledad no deseada», brindando una alternativa «real y factible» a las residencias para personas mayores.