El 5 de mayo de cada año se celebra el homenaje a las víctimas españolas del nazismo y se conmemora la liberación de los españoles deportados en el campo de concentración de Mauthausen. De los cerca de 600 españoles que fueron enviados a Hamburgo, la mayoría fallecieron en aquel campo debido a las condiciones de insalubridad a las que fueron sometidos. Los que no, contaron su historia.
Según ha publicado el Boletín Oficial del Estado (BOE), de los 4.427 españoles muertos en los campos de concentración nazis austríacos de Mauthausen y de Gusen, un centenar de ellos proceden de Asturias. Fue precisamente para no olvidar y dar valor a la memoria histórica por lo que Balbina Rebollar, junto a un grupo de familiares de antiguos prisioneros españoles, decidió fundar la asociación de ámbito nacional ‘Amical de Neuengamme’. Hija del asturiano Evaristo Rebollar, deportado a Neuengamme, Balbina es la presidenta de la asociación y miembro del grupo Deportados Asturias, donde están trabajando en recuperar las biografías de los asturianos deportados en los campos de concentración.
«Todos siguen una pauta muy parecida», explica. «La mayoría salen de Asturias. Tanto hombres como mujeres luchan en el Frente Norte y, en octubre de 1937, cuando cae Gijón, salen en barcos hacia Francia. Como la guerra en España todavía no había terminado, pasan a Cataluña. La mayoría de los hombres luchan en el frente de Cataluña y las mujeres se refugian en masías con sus hijos, donde las acogen. Cuando se pierde la batalla del Ebro y cae el Frente de Aragón, van retrocediendo hacia el norte y en febrero de 1939 cruzan la frontera catalana hacia Francia. Allí son acogidos en los campos de arena, que son Argelés, Saint-Cyprien y Le Barcarès. A las mujeres las solían llevar a otros campos con los niños. Este es un camino prácticamente idéntico para todos», cuenta Balbina.
Habrá un centenar de zapatos en el Náutico
Gijón celebrará esta tarde un homenaje en conmemoración al más de un centenar de asturianos que fueron deportados a los campos de concentración nazis durante la Segunda Guerra Mundial. El acto tendrá lugar hoy a las 17:00 en los Jardines del Náutico. «La idea es muy bonita. Se van a poner unos zapatos por cada uno de los deportados para recordar la importancia de estas personas en nuestras vidas y, sobre todo, lo que pasaron ellos», cuenta Balbina Rebollar. De los zapatos saldrán unos cartelitos en los que aparecerá la fecha de nacimiento, la fecha de entrada en el campo, la de liberación o muerte y el campo en el que estuvieron.